Bogotá — Se estima que la población hispana ya superó los 60 millones de habitantes en EE.UU., mientras que las empresas propiedad de los latinos en ese país llegan casi a los 4,64 millones, siendo las pymes uno de los segmentos más representativos.
A pesar del contexto actual de altas tasas de interés e inflación, crear una empresa en EE.UU. sigue siendo una alternativa para muchos latinos que quieren invertir fuera de su país, en un contexto en el que una buena parte de las monedas en Latinoamérica y el Caribe ha sufrido por cuenta de la volatilidad de los precios frente al dólar.
Las personas que quieren tramitar una visa de comerciante o inversionista en EE.UU., conocida como E-2, tienen que saber que el Gobierno estadounidense tiene una lista de países en donde las personas son elegibles para ella, entre los que se incluyen México, Argentina, Chile, Colombia, entre otros.
Un aspecto clave a considerar es que “si se trata de una empresa, al menos el 50% de esta debe ser propiedad de personas con la nacionalidad del país del tratado”, según el Departamento de Estado estadounidense.
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De acuerdo a información de esa entidad, entre las actividades que aplican para este tipo de visa destacan, por ejemplo, la banca internacional, de seguros, transporte, turismo y comunicaciones.
Si bien el Departamento de Estado indica únicamente que “la inversión debe ser sustancial”, desde la empresa de asesoría para invertir en EE.UU. Interlink explicaron a Bloomberg Línea que lo ideal es que la persona que va a aplicar a este tipo de visa tenga la capacidad de destinar unos US$120.000 o más para desarrollar su plan de negocios.
Entre otros requisitos, es importante que las personas que van a tramitar la E-2 tengan el contrato de arrendamiento de algún local, una nómina (empleados), un plan de negocios (que tiene que se específico para ese tipo de visa) y también hay que poder demostrar legalmente que esa inversión se ha hecho.
Otros aspectos importantes a considerar, según Interlink, es que el inversionista o aplicante debe tener un rol activo en la empresa, por lo que no podrá tratarse de una inversión pasiva.
“La inversión debe ser una empresa operativa real, una empresa comercial o empresarial activa. Una organización en papel, una inversión especulativa o ociosa no califica”, explica el Gobierno de EE.UU.
A propósito de este punto, el Departamento de Estado precisa que en caso de que una persona no sea el inversionista principal, debe ser considerado empleado esencial, en capacidad de supervisión, ejecutiva o altamente especializada.
Por lo anterior, señala que “los trabajadores ordinarios calificados y no calificados no califican”.
Asimismo, los inversionistas deben tener la liquidez suficiente para cubrir sus gastos y los de su familia en EE.UU. en un período de entre 6 a 9 meses.
En cuanto a lo que pueda tardar el proceso, se tiene que esto va a depender en gran medida de la estrategia migratoria que adopte el abogado que lo asesore, pero en promedio podría tardar de 4 a 6 meses, de acuerdo a Interlink.
Quienes acceden a este tipo de visa tienen inicialmente una estadía máxima de dos años, que puede extenderse por igual período y sin límite siempre que se presenten las debidas solicitudes de extensión de estadía o de cambio de estatus.
Los pasos básicos que debe seguir
· Completar su formulario de solicitud DS-160 junto al de cada miembro de la familia que vaya a viajar.
· Registrarse en https://ais.usvisa-info.com y pagar las tarifas indicadas.
· Enviar por correo electrónico su solicitud y la documentación de respaldo a la Embajada.
· Recibirá una notificación por correo electrónico en la que se confirma si se recibió la documentación, especificando si está incompleta o tiene algo incorrecto que provocará que la misma sea devuelta.
· Luego de que la información sea verificada, podrá programar una entrevista. Si se aprueba el caso, recibirá su pasaporte y visa a través de DHL en un promedio de una semana.