Bloomberg — Elon Musk citó las acusaciones del denunciante de Twitter Inc. (TWTR) como un motivo adicional para cancelar su compra de la red social, una operación valuada en US$44.000 millones.
El ex jefe de seguridad de Twitter, Peiter Zatko, aseguró que elevó sus preocupaciones sobre falencias significativas en el manejo de los datos personales de los usuarios por parte de la red social, entre ellos el uso de software no actualizado. También dijo que los ejecutivos habían retenido información sobre intrusiones en el sistema y falta de protección de los datos de los usuarios.
En una presentación el martes, abogados de Musk dijeron en su nombre que las denuncias de Zatko, entre ellas las “deficiencias atroces” en las defensas contra los hackers y los problemas de privacidad, significaban que Twitter había incumplido las condiciones del acuerdo de fusión.
Los abogados de ambas partes han citado a Zatko, quien también dijo que los funcionarios de la red social no sabían ni se preocupaban por averiguar cuántas cuentas eran spam o cuentas de robots.
Musk busca el testimonio de Zatko para reforzar su argumento legal de que puede alejarse de Twitter, que demandó a Musk en julio para obligarle a completar su propuesta de adquisición. Desde entonces, más de 100 personas, bancos, fondos y otras empresas han sido citados en la demanda de Delaware, con un juicio programado para comenzar el 17 de octubre.
No fue posible contactar con un portavoz de Twitter para que hiciera comentarios. La compañía ha calificado previamente la denuncia de Zatko como “una narración falsa sobre Twitter y nuestras prácticas de privacidad y seguridad de datos que está plagada de incoherencias e inexactitudes y carece de un contexto importante”.
Musk envió una carta en julio en la que afirmaba que la incapacidad de la compañía para demostrar cuántos bots y cuentas de spam había en su servicio era una razón para echarse atrás en el acuerdo.
Los nuevos hallazgos apuntalan su reclamación, según la carta publicada el martes, mostrando que Twitter está en “incumplimiento material” con las obligaciones en torno a la privacidad de los datos y las leyes de protección del consumidor y que la compañía es vulnerable a los fallos del centro de datos y a los actores maliciosos.
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