Gobierno argentino busca convertir planes y empleo informal en trabajo registrado

Mediante un decreto, las autoridades del país formalizaron el programa “Puente al empleo”

Por

Buenos Aires — El Gobierno argentino lanzó este martes un programa que apunta a reducir el trabajo informal y, a la vez, bajar el gasto público.

Mediante un decreto, las autoridades formalizaron el programa “Puente al empleo”, a través del el cual los beneficiarios de programas y planes sociales podrán seguir recibiendo sus subsidios por hasta un año después de haber comenzado un trabajo registrado. El Gobierno también cubrirá todas las contribuciones del empleador durante ese período. La política tiene como objetivo apuntar a los beneficiarios de asistencia social que optan por trabajos informales en efectivo para evitar perder los beneficios del Gobierno y persuadirlos para que permanezcan en el sistema.

La medida se produce mientras el mercado laboral de Argentina diverge de la perspectiva social del Gobierno, lo que indica una desigualdad cada vez más profunda. Si bien la tasa de desempleo en el mercado laboral formal ha disminuido a su menor nivel desde 2015, se espera que la pobreza aumente este año a medida que los trabajadores informales de bajos salarios fuera del mercado laboral tradicional observen una disminución de sus ingresos debido a una creciente inflación de más del 70%.

También llega en un momento en que el país busca recortar el gasto público general para cumplir con un programa de US$44.000 millones con el Fondo Monetario Internacional que exige un déficit fiscal primario del 2,5%. Se espera que los programas de asistencia social superen los 2,6 billones de pesos (US$18.800 millones) este año, según la revisión más reciente del FMI a Argentina.

Más del 80% de los nuevos puestos de trabajo creados pospandemia en Argentina han sido informales, de acuerdo al informe más reciente sobre el tema de la Organización Internacional del Trabajo de la ONU.

En América Latina, países como Argentina han lidiado durante décadas con altos niveles de trabajos totalmente en efectivo donde los trabajadores no pagan impuestos sobre la renta, no tienen atención médica y es más probable que reciban pagos de seguridad social. La pandemia exacerbó esa tendencia a medida que las empresas cerraron y otras optaron por freelancers en medio de una alta volatilidad.

Argentina prohibió a las empresas despedir trabajadores durante cerca de dos años, una medida que protegió algunos puestos de trabajo, pero que también ayudó a generar un aumento del trabajo informal. El país ahora tiene aproximadamente el mismo número de trabajos registrados —entre los sectores público y privado combinados— que trabajos informales en efectivo.