Bloomberg Línea — La inflación se ha convertido en uno de los principales obstáculos para el crecimiento económico a nivel regional y global. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que los altos precios en América Latina marcarán su nivel más grande en 25 años en 2022, desafiando la recuperación con la que contaban los países tras la crisis del Covid-19. Los altos directivos de las compañías de la región intentan navegar en medio de esa tormenta y sus llamadas con inversionistas para hablar sobre los resultados financieros del segundo trimestre lo reflejan.
Bloomberg Línea hizo un análisis a partir de las cuentas realizadas por Bloomberg sobre las conferencias de las empresas que ya reportaron sus resultados hasta la semana que terminó el 28 de agosto. Se examinaron las bolsas de Brasil, México, Argentina, Colombia, Chile y Perú, cuyos principales indicadores agrupan a más de 200 compañías.
Sin tener en cuenta los términos relacionados a las proyecciones financieras (como orientación o ingresos), la inflación y los precios fueron los dos términos más mencionados en las llamadas. Sin embargo, en la tendencia interanual se empieza a notar la creciente preocupación de los empresarios por el menor crecimiento económico, en medio de señales cada vez más persistentes de que el mundo va camino hacia una recesión.
El fantasma de la inflación
Agrupando los resultados de las seis plazas bursátiles más grandes de la región, las menciones al alto costo de vida llegan a 1.049. Aunque muestran una tendencia a la baja si se le compara con las llamadas sobre el primer trimestre de este año, continúa siendo el principal dolor de cabeza de los altos directivos.
La preocupación refleja las mismas alertas que han emitido el FMI y los bancos centrales de la región y el mundo. El organismo con sede en Washington calcula que la inflación en América Latina llegará a un 12,1% este año y permanecerá por encima de un 8% en 2023.
Las alertas sobre los altos precios se sienten en varias industrias. Por ejemplo, en Brasil, la economía más grande de la región, la Companhia Siderurgica Nacional (CSNA3) llamó la atención por el impacto que ha tenido la subida de precios, el aumento de las materias primas, el combustible y el transporte. “Teníamos una producción completa. Decidimos ralentizar la producción para hacerlo con un costo excelente, es decir, para producir lo que sería más favorable en términos de costos”, dijo el CFO de la compañía Marcelo Cunha Ribeiro
Un panorama similar se escuchó en la llamada de Marfrig (MRFG3), la segunda mayor empresa brasileña de procesamiento de alimentos. Tim Kelin, el CEO de la empresa, aseguró que la demanda de carne vacuna se vio afectada por la inflación y el sentimiento negativo de los consumidores.
Algo similar ocurrió en el gigante de la belleza, Natura (NTCO3), pues su CEO, Fabio Barbosa, alertó que el segundo trimestre fue difícil tras enfrentarse a la alta inflación, un menor gasto por parte de los consumidores y los problemas en las cadenas de suministro.
Pero este balance no se circunscribe a Brasil. En las bolsas de México, Argentina, Chile y Colombia los altos precios también son el tema al que más referencia se hace. La excepción es Perú, en donde la preocupación sobre el cobre se impone por sobre las demás.
En el sur del continente, en Argentina, donde se proyecta que la inflación anual superaría el 70%, los riesgos por el encarecimiento del costo de vida fueron mencionados en las llamadas de compañías como Cablevision (CVH), Loma Negra (LOMA) y Central Puerto (CEPU).
Lo mismo sucede en Chile y en Colombia. En el análisis del IPSA chileno, las menciones a la inflación muestran un incremento de un 127% interanual, lo que va en sintonía con un Índice de Precios al Consumidor que en julio reportó su mayor variación en 28 años. Patricio Jottar, gerente general de CCU (CCU), dijo que la operación se vio negativamente golpeada por “el aumento de los precios de las materias primas, la fuerte depreciación de nuestras principales monedas locales frente al dólar estadounidense y los mayores niveles de inflación”.
Por otra parte, en el Colcap, compañías como Cementos Argos (CEMARGOS), Mineros (MINEROS), Bancolombia (BCOLO) o el Grupo Argos (GRUPOARG) también alertaron por los altos niveles de inflación. “La inflación de costos y las dificultades en la cadena logística, debido a la fuerte demanda y a la escasez de energía en algunos mercados, fueron los principales desafíos durante el trimestre”, dijo Juan Esteban Calle, presidente de Cementos Argos.
Alan Wancier, CFO de Mineros, explicó que hubo un aumento en los costos de un 6% en el trimestre, explicado en parte “al mayor precio de los combustibles debido a la inflación”.
En el caso de Perú, la preocupación principal tiene que ver con la caída del precio del cobre, que se ha visto afectado por el desempeño de la economía china. Empresas como Southern Copper (SCCO) advirtieron que el comportamiento del mercado internacional afectó sus resultados trimestrales.
Dudas por el crecimiento económico
Junto con el fantasma de la inflación, hay otro tema que empieza a ser mencionado con mayor recurrencia por parte de los altos directivos: la desaceleración del crecimiento económico.
Al agrupar los resultados de las seis plazas bursátiles más grandes de la región, se obtiene un alza de un 280% interanual sobre los términos relacionados al menor crecimiento económico, el más alto entre todas las otras menciones.
“Nuestro beneficio cayó en el trimestre impactado por los gastos operativos y financieros. Bien, quiero decir que no estamos cómodos con este rendimiento a corto plazo, pero es esencial entender que el escenario macro es desfavorable jugando en nuestra contra (...). Esto ocurre en todo el mundo. Inflación y recesión agravadas por la atención y la amenaza de los conflictos, además de la pandemia que aún no ha terminado”, dijo Bruno Blatt, CEO de Qualicorp (QUAL3).
Claudio Soto, economista jefe del Banco Santander Chile (BSAN), advirtió que esperan que la economía continúe desacelerándose a lo largo del año, mientras que José Ramirez, del Grupo Financiero Banorte (GFNORTEO), alertó que “una posible recesión en EE.UU. podría traducirse en una menor demanda externa para México, menores inversiones y remesas, lo que resultaría en un menor crecimiento del PIB, especialmente para el año 2024″.
Si bien algunas economías de América Latina se están viendo beneficiadas por los altos precios de las materias primas, tanto el FMI como la Cepal ya han advertido que la región va camino a una tendencia de menor crecimiento.
En julio, aunque revisó al alza el pronóstico para 2022, el organismo con sede en Washington redujo el cálculo para el próximo año citando los desafíos que representan la alta inflación y la respuesta de los bancos centrales. La semana pasada, la Cepal utilizó el mismo tono y alertó que la región mostrará un desempeño similar al que ya traía antes de la pandemia con el agravante de que hay 16 países de la región que no habrán recuperado los niveles que tenían antes del Covid-19.