Bloomberg — Se ha hecho pública la declaración jurada del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos que permitió conseguir una orden de registro en la residencia Mar-a-Lago del expresidente Donald Trump, aunque con partes ocultas, ofreciendo una inusual mirada particular a lo ocurrido en el marco de esta investigación con tintes políticos.
Este viernes, el documento fue presentado en un tribunal federal en West Palm Beach, Florida, luego de que un magistrado fallara que se debía permitir al público conocer por lo menos una parte debido al “interés para la historia” de la búsqueda de documentos clasificados en la casa del exmandatario.
La declaración jurada cuenta con 38 páginas, incluyendo los anexos, e inicia con una explicación del enfoque de la investigación del FBI, motivada por el hallazgo de documentación “altamente clasificada” contenida en 15 cajas obtenidas por los Archivos Nacionales a inicios del 2022. El FBI señala en el documento que Trump ocultó información clasificada de defensa en su domicilio.
El objetivo de la investigación era cubrir la forma en que los documentos marcados como clasificados fueron extraídos de la Casa Blanca y acabaron en Mar-a-Lago, si se guardaron en zonas de esa propiedad autorizadas para documentos clasificados, si se guardaron allí otros documentos clasificados y quién es el responsable.
De las 32 páginas no probatorias de la declaración jurada, 24 incluían redacciones completas o bien redacciones de párrafos completos o parciales.
El Departamento de Justicia había luchado para mantener la declaración jurada completamente sellada, diciendo que su investigación en curso se vería “gravemente comprometida” si se divulgaba. La versión pública incluye secciones tachadas destinadas a proteger las identidades de testigos, agentes del orden público, personas que no han sido acusadas e información del gran jurado, así como detalles sobre la estrategia, dirección, alcance, fuentes y métodos de la investigación.
La declaración jurada se ha convertido en un punto central de la controversia en torno a la búsqueda en Mar-a-Lago el 8 de agosto, cuando los agentes del FBI que investigaban los registros perdidos de la Casa Blanca recuperaron 11 juegos de documentos clasificados en unas 20 cajas. La búsqueda ha alimentado las divisiones políticas antes de las elecciones intermedias de noviembre y la posible entrada de Trump en la carrera presidencial de 2024.
Trump argumenta que la búsqueda fue políticamente motivada e innecesaria, diciendo que el gobierno solo necesitaba preguntarle y él habría devuelto la documentación. El expresidente ha dado una variedad de razones por las que los documentos estaban en su poder, incluido que tenía una “orden permanente” para desclasificar los materiales que quería. También sugirió sin evidencia que algunos documentos podrían haber sido plantados.
A principios de esta semana, Trump presentó una demanda en Florida para que se designe un “experto especial” que revise los materiales que se incautaron durante el allanamiento.
El caso es EE.UU. v. Orden de registro sellada, 9:22-mj-08332, Tribunal de Distrito de EE.UU., Distrito Sur de Florida (West Palm Beach).
Lea más en Bloomberg.com