Bloomberg — En una semana políticamente convulsionada en Argentina, y con una inflación que en julio se disparó a un máximo de tres décadas, la población hizo lo que hace en todas las crisis: comprar dólares. Alrededor de 1,4 millones de personas compraron billetes verdes de dólares en el mercado formal en julio, casi un 60% más que en junio, según datos del banco central publicados el viernes por la tarde.
Lo hicieron a pesar de los fuertes restricciones. Debido a los estrictos controles Debido a los estrictos controles del gobierno, la gente sólo puede cambiar pesos por un máximo de US$200 al mes y, además, tienen que pagar un 75% de impuestos.
A pesar de los gravámenes, para muchos tenía sentido financiero cambiar pesos por dólares en el banco en lugar de hacerlo en el en el mercado negro. Esto se debe a que el peso se desplomó en en el mercado paralelo, lo que hace que los dólares sean mucho más caros que en el tipo de cambio oficial, incluso teniendo en cuenta los de los cargos adicionales.
El viernes, un dólar en el mercado informal costaba $292 mientras que la tasa oficial con impuestos equivale a unos $253. La crisis política del gobierno, que ha llevado a tres tres ministros de economía en un mes, exacerbó la ya elevada inflación en Argentina, ya que las empresas subieron los precios y los ciudadanos se deshicieron de los pesos por los dólares para pérdidas. Los ahorradores que compran dólares en el banco añaden más presión a las menguantes reservas de efectivo del banco central, que están destinadas a para evitar una posible devaluación.
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