Ciudad de México — La inflación en México sigue subiendo pese al esfuerzo de Banco de México por contenerla. Sin embargo, el peso mexicano continuará apreciándose, al menos en el corto plazo, a consecuencia del diferencial de tasas que existe entre la Reserva Federal de Estados Unidos y el banco central mexicano, de acuerdo con tres analistas consultados.
“En el corto plazo, el tipo de cambio va a permanecer fuerte. Banco de México va a mantener ese diferencial de tasas que tiene contra la Fed, por lo menos en los próximos seis o nueve meses”, dijo el vicepresidente y codirector de Inversiones en Franklin Templeton, Luis Gonzali.
El efecto puede invertirse cuando el diferencial de tasas comience a reducirse. “Cuando Banxico comience a bajar tasas, probablemente antes de la Fed o por algunas razones ese diferencial se reduzca, es probable que comience a depreciarse”.
El 24 de agosto se dio a conocer que la inflación en México se aceleró a su nivel más alto desde el 2000. En la primera quincena de julio, el Índice Nacional de Precios al Consumidor aumentó 8,62% a tasa anual. La cifra contrasta con el 8,15% reportado en la segunda quincena de julio.
En Estados Unidos, la inflación anual en julio se aceleró a 8,5% a tasa anual, el dato mostró una desaceleración frente al mes previo de 9,1%.
La tasa de interés objetivo de Banxico se ubica en 8,50%, la más alta desde que se tiene registro; mientras que la de la Fed se estableció en 2,5%. El diferencial de tasas entre ambos bancos centrales es de 600 puntos base y el premio resulta atractivo para los inversionistas.
A lo anterior se suma las sanas finanzas que ha presentado el Gobierno de México y la entrada de las remesas. Estos tres factores se combinan para fortalecer al peso mexicano frente al dólar.
Luego de darse a conocer el dato de inflación local, el peso mexicano continúo apreciándose y cerró la jornada con un avance de 0.42% frente al dólar para cotizar en MXN$19,89 por billete verde.
En el mismo sentido, la apreciación del peso mexicano de la sesión del miércoles corresponde a dos elementos, de acuerdo con el Chartered Financial Analyst, Alan Vázquez. Por un lado, la divisa mexicana se benefició por la expectativa de alza en tasas de interés de Banxico.
“Durante el año la inflación de Estados Unidos ha sido mas alta que la de México, debilitando al dólar, pese a que el Fed ha sido bastante agresivo en sus alzas de tasas de interés”.
Las decisiones de política monetaria, por parte del banco central mexicano, aumentarían y, por el diferencial con otros activos, sería más atractivo invertir en pesos mexicano, de acuerdo con el subdirector de Análisis Económico y Financiero en CiBanco, James Salazar.
Aunque la inflación por sí sola no genera una influencia sobre la moneda mexicana, sí detona cambios cuando se relaciona con la de otro país. “Si México tiene una inflación más alta que Estados Unidos, entonces el peso mexicano tiende a depreciarse”, mencionó Gonzali.
Sin embargo, si la inflación en Estados Unidos comienza a bajar y la de México se mantiene, la divisa mexicana comenzaría a depreciarse. Estos escenarios son considerados solo si por efecto de la inflación, considerando lo demás constante -ceteris paribus, como lo conocen los economistas-.
El consenso de analistas de Citibanamex estima que el peso mexicano cierre el año en MXN$20,90 frente al dólar, de acuerdo con al última encuesta. El dato se ubica por arriba de la estimación de $20,80 anterior. Para el cierre de 2023, el se mantiene la expectativa en un nivel de $21,50 por billete verde.