Bloomberg — Se espera que las ventas de crudo de Estados Unidos al extranjero alcancen nuevos récords en 2023, a medida que el petróleo estadounidense obtenga una participación cada vez más grande del mercado europeo.
A principios de este mes, las cifras semanales del Gobierno del país norteamericao mostraron una cifra de exportación sin precedentes: 5 millones de barriles diarios. Los envíos se encaminan a promediar más de 4 millones de barriles por día durante los próximos meses y hasta entrado el próximo año, según los más optimistas de la industria petrolera.
En un mundo que está lidiando con una de las peores crisis energéticas de la historia, EE.UU. se está convirtiendo constantemente en el proveedor de referencia de una mayor cantidad de barriles. Es probable que permanezca en esa posición, dado que la capacidad adicional de la OPEP+ es limitada y la UE busca reducir la mayoría de las compras de crudo ruso en diciembre.
Los precios del combustible se dispararon después de que la invasión rusa de Ucrania trastornara los flujos, mientras que la volatilidad “extrema” en el mercado de futuros del petróleo como resultado de la baja liquidez ha llevado al ministro de petróleo de Arabia Saudita a considerar más cortes en el suministro a pesar de la escasez en las naciones consumidoras.
Los proveedores estadounidenses que han capturado cuota de mercado en toda Europa probablemente la mantendrán durante los próximos dos años, dado que otros productores, incluidos los del mar del Norte y África Occidental, no han aumentado su producción de manera constante, dijo Conor McFadden, jefe de petróleo para Europa en Trafigura, uno de los mayores exportadores de crudo estadounidense.
Si bien el fin de las liberaciones de petróleo de reserva estadounidense este otoño boreal podría frenar las exportaciones brevemente, es poco probable que haga mella en estos gigantescos envíos en el largo plazo, según una encuesta de analistas de la industria. Los perforadores estadounidenses han ido aumentando la producción, aunque sea a tasas moderadas, y no se espera que la capacidad de refinación del país se expanda, dejando más petróleo para la exportación. De hecho, las exportaciones semanales han superado los 4 millones de barriles por día durante semanas consecutivas por primera vez desde que se levantó la prohibición de exportación a fines de 2015, según los más recientes datos de la Administración de Información de Energía, publicados el miércoles.
Se espera que los envíos anuales de crudo estadounidense al extranjero promedien este año entre 3,3 millones y 3,6 millones de barriles por día, desde casi 3 millones en 2021, según analistas petroleros de ESAI Energy, Rapidan Energy Group y Kpler. Es probable que las salidas promedien hasta 4,3 millones el próximo año, según la analista de petróleo de ESAI, Elisabeth Murphy.
Gran parte de eso atenderá al mercado europeo, que se encuentra trazando nuevas líneas de suministro antes del boicot de diciembre a la energía rusa por parte del bloque comercial de la región. Actualmente, EE.UU. representa solo alrededor del 16% de las importaciones de crudo transportado por agua de Europa, un poco más que el 15,3% de antes de la guerra, dijo el analista sénior del mercado petrolero de Vortexa, Rohit Rathod.
De cara al futuro, las compras de Asia también serán clave para mantener elevadas las exportaciones de crudo de EE.UU. En los últimos dos meses, los países asiáticos han recogido grandes volúmenes de petróleo estadounidense, a medida que se intensifica la competencia con los suministros de Oriente Medio. Aun así, mayores volúmenes de petróleo ruso todavía se dirigen a China e India desde la invasión a Ucrania.
“La tendencia a largo plazo en un mundo que necesita más petróleo es que EE.UU. exporte más”, dijo McFadden.
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