Lima — El presidente de Perú, Pedro Castillo, enfrenta su tercer proceso de juicio político en el último año, lo que acrecienta la sensación de que la nación sudamericana es casi ingobernable después de años de agitación política. Sin embargo, los bonos se mantienen a flote, mientras que el sol tiene un desempeño superior a sus pares.
La deuda denominada en dólares con vencimiento en 2031 de la nación apenas registró variación durante el último mes, incluso cuando Castillo se vio envuelto en una controversia tras otra. El diferencial de los bonos soberanos frente a los instrumentos del Tesoro de Estados Unidos también se mantiene estable desde la renuncia del último ministro de Economía previamente este mes, rondando los 2,2 puntos porcentuales, el más bajo de la región después de Chile y Uruguay.
Los bonos están atrapados en el limbo, divididos entre la preocupación por el caos político y el atractivo de una economía fuerte. Los analistas dicen que los riesgos políticos ahora están totalmente descontados, luego de la sucesión de cinco presidentes en los últimos seis años, mientras que las altas reservas de divisas de Perú y el sólido contexto fiscal evitan que los bonos caigan aún más.
“Ha habido tantos presidentes que no han terminado sus mandatos en Perú, que el mercado está un poco adormecido”, dijo Sarah Glendon, analista sénior de Columbia Threadneedle Investments en Nueva York. Los inversionistas han llegado a “esperar cierto grado de una puerta giratoria de líderes políticos en Perú”.
Los mercados de divisas también se han mantenido en calma. La moneda peruana se ha fortalecido más de un 1,5% frente al dólar este mes, el cuarto mejor desempeño frente a sus 23 pares de mercados emergentes seguidos por Bloomberg. Las ganancias del sol se comparan con una caída de casi el 1,4% del peso colombiano y una baja del 1,8% del peso chileno en agosto.
Sin embargo, esa resiliencia puede ponerse a prueba pronto. Los legisladores de la oposición dijeron a principios de este mes que esta vez están más cerca de los 87 votos necesarios para destituir a Castillo. Para acrecentar el drama, algunos de los familiares del presidente enfrentan una investigación por corrupción y su cuñada se entregó a la justicia por acusaciones de supuesto tráfico de influencias. El martes, fiscales peruanos solicitaron una orden de arraigo nacional de tres años para la primera dama y sus hermanos.
El primer ministro, Aníbal Torres, acusó el lunes al sistema judicial de “persecución política” contra Castillo. Los fiscales, dijo, “no buscan descubrir la verdad sino crear un delito”.
Cambios previstos
“Dada la puerta giratoria de los Gobiernos, el mercado ya no reacciona tan profundamente a las transiciones, incluso si son desordenadas”, dijo Ayman Ahmed, administrador de dinero de Thornburg Investment Management Inc. Tendría que haber un “cambio fundamental en el tejido de la economía peruana” para que los bonos cayeran.
Los estrategas de Morgan Stanley eliminaron la semana pasada una postura de “desagrado” sobre los bonos externos soberanos de Perú y se tornaron neutrales con respecto a la deuda, diciendo que los instrumentos ya están descontando la incertidumbre política y que los fundamentos siguen siendo sólidos.
Parte del crédito se le debe dar a Julio Velarde, economista formado en EE.UU. que ha estado al frente del Banco Central de Reserva (BCR) del país durante casi 16 años. Perú registró el crecimiento más rápido y la inflación más baja entre las principales naciones latinoamericanas bajo el mandato de Velarde: la economía se ha expandido a un promedio de 4,5% interanual desde el cuarto trimestre de 2006 con una inflación promedio justo sobre el 3% durante el mismo período.
“La inestabilidad política es alta pero no impulsa la acción sobre los precios y debería seguir así mientras Velarde permanezca al frente del BCR”, escribieron el jueves analistas de Citigroup, entre ellos Dirk Willer y Andrea Kiguel, en una nota a los clientes, manteniendo una visión neutral sobre la moneda del país y los bonos locales.
Calma (por ahora)
Esa calma entre los inversionistas es inusual en Sudamérica en este momento.
El mes pasado, el tipo de cambio del mercado negro de Argentina se desplomó más del 30% después de la abrupta renuncia del ministro de Economía Martín Guzmán. Los mercados chilenos también han fluctuado fuertemente antes del plebiscito del 4 de septiembre sobre una nueva Constitución. En Ecuador, los disturbios sociales observados en junio que amenazaron el mandato del presidente Guillermo Lasso hicieron caer sus bonos en dólares a mínimos históricos.
Pero si bien el caos político de Perú puede no inquietar a los tenedores de bonos, sí tiene un impacto en el potencial económico a largo plazo del país. Y eso, lento pero seguro, hace que la deuda sea menos atractiva, dijo Valerie Ho, administradora de cartera en DoubleLine Group en Los Ángeles.
Para Perú, “la incertidumbre política está obstaculizando la inversión y reduciendo el crecimiento potencial”, dijo Ho. “Perú ha sido un lugar para esconderse” durante la volatilidad global, pero las implicaciones de los eventos políticos son claramente negativas.
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