San Pedro Sula — A casi un mes desde que en Santa Lucía, a 10 kilómetros de Tegucigalpa, se estableciera Bitcoin Valley, donde 60 negocios aceptan bitcoin (XBT) como forma de pago, los municipios vecinos de Valle de Ángeles y Cantarranas se unen al proyecto con la intención de ser una región cripto friendly que estimule el uso de activos digitales y atraiga a los turistas.
Los desarrolladores aseguran que la propuesta de Honduras es una versión mejorada respecto a las de países de la región, puesto que en este modelo el comercio cobra en bitcoin pero se le acredita en lempiras (HNL).
“El comercio no está expuesto a la volatilidad que tiene bitcoin. Incluso algunos reguladores han mencionado que esa es una de las desventajas que tienen las criptomonedas y por eso en Bitcoin Valley de alguna forma hemos disminuido ese riesgo”, explicó Leonardo Paguada, presidente de Blockchain Honduras, que junto con Coincaex, la Universidad Tecnológica de Honduras (UHT) y Decentral Academy impulsan el proyecto.
Para hacer las transacciones posibles, los negocios cuentan con sistemas de punto de venta (POS, en inglés) y una aplicación móvil llamada Bitpos, a cargo del exchange guatemalteco Coincaex, que les ofrece la volatilidad cero, es decir, si cobraron 100 lempiras, recibirán la misma cantidad, menos la comisión por procesamiento de pago. Esto indistintamente si el mercado o el precio de la criptomoneda fluctúa drásticamente a la baja.
La expansión a más regiones
El interés de otros municipios por emular la experiencia de una ciudad bitcoiner ha motivado a los desarrolladores a dividir el país en cinco regiones potenciales donde esperan expandir el proyecto.
En primera, la ya establecida Bitcoin Valley, que cubre la región central del país; la zona que abarca los municipios de Comayagua, Ajuterique, Lamaní, Lejamí y otros se conocerá como Bitcoin Colonial; en la parte costera del país estará Bitcoin Beach, que incluirá desde Omoa, Puerto Cortés, Tela, La Ceiba y Trujillo; en el sur del país, región colindante con El Salvador, estará South Bitcoin; y una última al oriente, caracterizada por las zonas cafetaleras.
“Ya hemos comenzado con Bitcoin Valley y el segundo paso es de Bitcoin Colonial, que está alrededor del Aeropuerto Internacional de Palmerola, en Comayagua”, dijo Paguada.
A propósito de los anuncios sobre el uso de criptoactivos como medio de pago en el territorio nacional, el Banco Central de Honduras (BCH) indicó a inicios de mes que “al no estar respaldados por las leyes del país, cualquier transacción que se efectúe con los mismos será́ bajo la responsabilidad y riesgo de quien la realice”.
Sin embargo, el equipo de Bitcoin Valley adelantó a Bloomberg Línea que la autoridad monetaria, junto con la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), ha mostrado interés por conocer más del proyecto.
“Ellos han visto que hay potencial en todo este tipo de cuestiones y quieren hablar con nosotros para asesorarse y llevar un plan de país superior. Así que el espectro realmente es mucho más amplio de lo que nosotros podemos imaginar”, refirió Rodrigo Guerrero, director para Centroamérica de Decentral Academy, institución a nivel latinoamericano que impulsa temáticas de blockchain, criptomonedas, contratos inteligentes y finanzas digitales.
Una labor titánica
Para Guerrero, al persistir un nivel de desconocimiento en cuanto a la utilización y aplicaciones de los activos digitales por parte de la población hondureña, “se pierden muchas oportunidades, por el simple hecho de no conocer su existencia y todo este tipo de temas traen una diversificación gigantesca en áreas de profesionalización”.
Por ello, Decentral Academy aspira a llevar la educación de activos digitales y todo su entorno a un nivel superior. En esa línea, la institución firmará un convenio con la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), que apoyará la gestión de diplomados y proyectos relacionados al blockchain.
Sobre el interés de más ciudades por aceptar el bitcoin como medio de pago, Guerrero destacó el rol fundamental de la educación para adaptar y establecer estos sistemas en las comunidades. “Me tiene muy optimista por todo lo que está sucediendo. Obviamente sabemos que solo es el inicio y hay demasiado trabajo por hacer”.