Bajo Lula, Petrobras buscaría transición energética y ampliaría refinación

La petrolera brasileña reconstruiría sus operaciones internacionales para participar en planes y asociaciones en el extranjero, dijo el senador Jean Paul Prates, figura clave de Lula en energía

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Bloomberg — La gigante petrolera brasileña Petrobras (PETR3; PETR4), controlada por el Estado, revertirá años de recortes de costos que han beneficiado a los inversores y aumentará el gasto en refinación y energía renovable si el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva gana las elecciones en octubre, dijo uno de sus asesores.

La compañía petrolera con sede en Río de Janeiro también reconstruiría sus operaciones internacionales para participar en proyectos y asociaciones tecnológicas en el extranjero, dijo en una entrevista el senador Jean Paul Prates, una figura clave de Lula en temas de energía. Hasta ahora, Lula es el claro favorito en las encuestas de opinión.

“Debemos volver a ser la gran Petrobras que solíamos ser”, dijo Prates. “La compañía necesita transformarse en un actor global en la transición energética”.

Petrobras ha recortado lo que alguna vez fue la carga de deuda más grande de la industria petrolera al vender activos y concentrarse en campos de aguas profundas en el Atlántico Sur, que son sus operaciones más rentables. La compañía ha estado generando dividendos récord y los inversores en general han aplaudido el cambio que comenzó hace siete años. Las preocupaciones de que pueda regresar a políticas más nacionalistas después de las elecciones y comenzar a subsidiar la gasolina y el diésel han afectado los precios de sus acciones este año.

Prates dijo que la política actual de Petrobras de vender activos y servir como fuente de ingresos para inversores está llevando a la compañía “a un precipicio”, dado que limita el gasto a un grupo de campos de aguas profundas que eventualmente entrarán en declive. En 30 años, prevé que la empresa invierta tanto en energía limpia como en combustibles fósiles.

El cambio a las energías renovables no sería abrupto. En el corto plazo, Petrobras expandiría sus refinerías al tiempo que hace una transición gradual hacia la energía eólica marina y el hidrógeno, dijo Prates, quien está a cargo de hablar con inversores y administradores de fondos sobre las políticas de petróleo y energía bajo el posible nuevo mandato de Lula.

El plan es revisar cada una de las refinerías de Petrobras para ver cuáles serán las más fáciles de expandir. Si eso no es suficiente para que Brasil sea autosuficiente en combustibles para motores, existe la posibilidad de que deba construir nuevas instalaciones y se mostraría abierta a trabajar con socios.

Política de precios

Los altos precios de la gasolina han sido uno de los problemas clave que socavan la popularidad del actual presidente Jair Bolsonaro, quien ha estado constantemente detrás de Lula en las encuestas este año.

Con Lula, el regulador nacional comenzaría a publicar un precio de referencia para la gasolina y el diésel que tenga en cuenta los costos de producción nacionales y los precios internacionales. Los ajustes al precio de referencia se harían de acuerdo con un cronograma establecido para ofrecer más previsibilidad a los consumidores, en tanto que Petrobras y otros distribuidores de combustible no estarían obligados a seguir el precio publicado.

“No estoy interfiriendo en el mercado. Estoy ofreciendo una guía”, dijo. “No significa que el mercado siempre usará ese precio de referencia”.

El gobierno de Lula también crearía un fondo de estabilización para aliviar las crisis de precios, como la que ocurrió cuando Rusia invadió Ucrania, y desarrollaría una estrategia para expandir el almacenamiento de combustible. No volvería a imponer un monopolio sobre la refinación, que terminó a fines de la década de 1990. Desde entonces, Petrobras sólo ha vendido una instalación importante porque el riesgo de los controles de precios ha disuadido a los inversores potenciales.

Petrobras se ha convertido en un tema candente de campaña debido a que los brasileños, y en particular los transportistas, están furiosos por la inflación en los precios del combustible. Bolsonaro ha despedido a una serie de CEOs de la compañía por subir los precios demasiado rápido y, más recientemente, ha recortado los impuestos al combustible. Combinada con una reciente caída en los precios internacionales petróleo, esa estrategia le ha brindado cierto alivio político.

-Con la asistencia de Maria Eloisa Capurro.

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