¿Avanzará la integración de Centroamérica hacia un Parlacen vinculante?

El gobierno de El Salvador impulsa la propuesta para darle un alcance supranacional a la integración, lo cual fortalecería al Parlamento Centroamericano

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San Salvador — El futuro de la integración de Centroamérica apunta a evolucionar a organismos supranacionales, al menos desde una propuesta originada en El Salvador y debatida por el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).

El gobierno salvadoreño quiere presentar en 2024 el proyecto de Tratado Constitutivo de la Unión Centroamericana, aseveró el vicepresidente Félix Ulloa, quien dice tener el aval del presidente Nayib Bukele al respecto.

La iniciativa significaría la reforma al Protocolo de Tegucigalpa, que dio vida al actual SICA en 1991, hace ya 30 años; el proceso de integración regional moderna se remonta a 1951.

La falta de decisiones vinculantes destaca como la principal falencia de la integración regional. El caso más notorio es el del Parlamento Centroamericano (Parlacen): nunca se le permitió emitir normas comunitarias de cumplimiento obligatorio.

Ulloa llamó a reformar el Parlacen “con las características de ser un órgano legislativo que emita normas comunitarias que sean erga omnes (eficaces para todos) en todo el espacio comunitario”.

La utilidad del Parlacen ha sido cuestionada por actuales presidentes de la región, como Alejandro Giammattei, de Guatemala; y Xiomara Castro, en Honduras. La líder hondureña sopesó la idea de abandonar la institución, según dijo en la pasada cumbre del SICA en República Dominicana, el 11 de agosto.

El vicepresidente salvadoreño planteó que cerrar o disolver el Parlacen no es la solución, sino “hacerlo funcionar” para que ejerza la función legislativa en el espacio comunitario.

A la fecha, la integración tiene ocho Estados miembros plenos: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Belice. En principio, la propuesta salvadoreña abarca a todos.

La falla de la integración

La credibilidad de la integración regional ha sido socavada por la falta de compromisos reales, dijo José María Pardeiro, catedrático de Historia Mundial y Estudios Europeos en la Universidad Dr. José Matías Delgado.

“Las disposiciones emanadas de la reunión de presidentes han tenido un nivel de cumplimiento que no superaba el 4% y este es uno de los principales obstáculos… El incumplimiento resta credibilidad al desarrollo del proceso centroamericano”, sostuvo Pardeiro.

La experiencia de Unión Europea puede servir como un referente para trabajar sobre estas fallas, mas no se trata de un molde exacto. El aparato jurídico europeo prevé todos los mecanismos para la toma de decisiones y su control.

“Nada queda relegado a la arbitrariedad o a decisiones más o menos caprichosas o extrainstitucionales”, expresó Pardeiro sobre Europa; aunque el sistema adolece de una compleja tecnocracia que suele dificultar su seguimiento para los ciudadanos de a pie.

El llamado de Bukele

El grado “sorprendente” de incumplimiento alerta sobre lo cuesta arriba del tema para Centroamérica, sobre todo convencer a los presidentes de la región que una organización supranacional significa ceder competencias, no renunciar a ellas, expresó Pardeiro.

Las condiciones políticas, los equilibrios políticos, las correlaciones políticas en la región nunca van a estar en condiciones ni de unanimidad ni de uniformidad, da por hecho Ulloa. Si no se desarrolla la voluntad política, puede emanar de la ciudadanía.

“Lo que se necesita es voluntad política y si no la tienen en este momento los presidentes, generémosla. Los presientes son electos por los pueblos, por eso estamos queriendo ya que la integración pase a ser un tema de los pueblos”, dijo.

Antes de convertirse en presidente de El Salvador, Bukele se mostró a favor de la integración regional, en un discurso en el VIII Foro Regional Esquipulas 2018, en la Ciudad de Guatemala. “Ya llegó el momento de que unamos Centroamérica”, proclamó en esa oportunidad.

El PIB centroamericano llegaría a US$238.000 millones, y sería la quinta potencia de América Latina, argumentó. “Además seríamos la economía número 45 en el mundo, muy por arriba de países que admiramos ahorita, pero en 10 años pudiéramos llegar a ser la economía número 33”, expresó.

Impacto económico

¿Deja beneficios la integración regional? Al menos desde el punto de vista económico, los centroamericanos ya están percibiendo los beneficios, apuntó Francisco Lima Mena, secretario general de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca).

El SICA lo conforma una región de 64 millones de personas, 51 millones viven en el Mercado Común Centroamericano. “El segundo socio comercial más importante de cualquiera y todos y cada uno de los países centroamericanos es Centroamérica en sí misma”, apuntó Lima.

A pesar de ello, el mercado intrarregional solo alcanza entre el 25% al 30% del potencial. “Si existe un 75% todavía de mercado con potencial para con Centroamérica, ¿hacia dónde debemos apuntar nuestra atención? Sin duda, creo que es el Mercado Común Centroamericano”, redireccionó Lima.