Bloomberg Línea — La fortaleza del dólar durante el 2022 no solo ha impactado de lleno en los precios en los países de América Latina, sino también en la planeación financiera de las empresas de la región, en especial en aquellas que tienen deudas en moneda estadounidense o que importan o exportan bienes.
El dólar ha logrado niveles máximos este año y se ha sobrepuesto sobre gran parte de las monedas del mundo. Del 15 al 19 de agosto, el Dollar Index Spot de Bloomberg, que mide el dólar frente a una canasta de 10 monedas, mostró un crecimiento de 106.54 puntos a 108.16 puntos, es decir, un avance del 2,34% en la semana, anotando su mejor su mejor semana desde abril de 2020.
En lo que va del año (desde el 31 de diciembre de 2021 al 22 de agosto de 2022), frente al dólar el peso argentino ha caído 24,82%, el peso chileno 9,52% y el peso colombiano cayó 7,20%. Entre tanto, tres monedas latinoamericanas aún le hacen frente a la estadounidense: el peso mexicano ha ganado 1.93%, el sol peruano 3,11% y el real brasilero 8,12%.
Las coberturas de riesgo cambiario
Las empresas pueden utilizar diferentes mecanismos para disminuir el riesgo frente a la fluctuación del dólar y lograr tener un menor impacto al momento de pagar cuentas pendientes o de recibir el pago por un bien o servicio vendido.
Entre los mecanismos se cuentan las compras de futuros, el swap de divisas o los forwards de divisas o coberturas cambiarias. Esta última, según los expertos consultados por Bloomberg Línea, está teniendo ahora una mayor fijación por parte de las empresas latinoamericanas, pues la exposición frente a un dólar alto es ahora una mayor preocupación.
Las coberturas de riesgo cambiario u operaciones forward, son un acuerdo entre dos partes por el cual establecen un intercambio de moneda en una fecha futura establecida y bajo un tipo de cambio acordado.
“Estas garantizan que la rentabilidad calculada o proyectada no pueda ser alterada por las oscilaciones de la tasa de cambio”, precisó Enrique Del Real, gerente de la Práctica de Finanzas Corporativas en Crowe Colombia.
El propósito es que la empresa que realiza una operación forward reduzca el riesgo en el que incurre por cuenta de la volatilidad de su moneda local frente al dólar y el impacto que esta tiene en los ingresos esperados a futuro, como ocurre en empresas que están en el comercio exterior, pues lo normal es que sus servicios se paguen a 30, 60 o 90 días. De esta forma la empresa puede mantener un tipo de cambio favorable para sus cuentas aún cuando el dinero se pague con posterioridad.
Juan Francisco Jasso Barco, senior key account management FX de Mundi, plataforma mexicana de servicios financieros para exportadores, explicó que los contratos de cobertura cambiaria se puede adquirir de dos maneras:
- La empresa puede hacer un depósito y hacerlo a través de llamadas de margen, que es el contrato más tradicional.
- La otra es una línea de crédito en donde la contraparte da el crédito para que el cliente no tenga que pagar el depósito ni las llamadas de margen. “El cliente llama, cotiza y si está de acuerdo cierra la cobertura”, dijo.
¿Cómo funcionan los forwards?
Existen dos tipos de contratos forwards: fijos o europeos, y ventana, que es equivalente al americano (el más utilizado en el mercado).
En el forward fijo hay una fecha de liquidación fija y es inamovible, mientras que en el ventana hay un margen donde se puede pedir que se liquide el recurso en el tiempo que la empresa decida. “El ventana tiene más flexibilidad puesto que lo puedes disponer desde el día 5, el 30 o 60, de acuerdo a la necesidad de la empresa”, destacó Jasso a Bloomberg Línea.
En este contrato de cobertura no se utilizan directamente las comisiones pero sí los depósitos, que normalmente varían entre el 3% y el 5% del monto total del contrato y que se liquidan en el momento en que una de las partes realiza el pago a la otra. El diferencial es lo que obtiene la empresa o plataforma que hizo la mediación en el contrato forward.
¿Cuándo conviene contratar una cobertura cambiaria?
Son especialmente los momentos de alta volatilidad cuando las empresas identifican una mayor necesidad de cubrirse y asegurar los tipos de cambio para no alterar su planeación financiera a futuro ni su flujo de caja.
De acuerdo con Jasso, de Mundi, “en la alta volatilidad los clientes ven riesgos inminentes que tratan de cuidar y amortiguar, y ahí entra la necesidad de contratar una cobertura. Alrededor de esta volatilidad los clientes sí buscan cubrirse, en ambos sentidos, para comprar o vender dólares. Estos momentos son perfectos para empresas que buscan cubrirse”.
Entre tanto, Enrique Del Real, señaló que es la volatilidad diaria del dólar la que impide el desarrollo exitoso planeado por las compañías, poniendo en riesgo las utilidades y la viabilidad de los negocios, por lo que las coberturas cambiarias despejan la incertidumbre de una posible pérdida en el negocio por culpa de la devaluación de la moneda local de la empresa.
El experto de Crew Colombia también destacó que como en cualquier contrato, se deben dejar claras las condiciones del mismo, y en el caso de los forwards las empresas deben pensar en:
- Precio de venta del dólar futuro.
- El vencimiento del contrato (plazo).
- Monto del contrato.
- Garantías (si son exigidas). En caso de tenerlas en el contrato es importante dejar claro cuál es el procedimiento de devolución de la garantía.
- Modalidad de entrega o liquidación del contrato.
Falta de profundización en América Latina
Las coberturas cambiarias son especialmente utilizadas por grandes empresas, según los expertos, y son parte de la cultura de las compañías en Estados Unidos, pero no tanto en América Latina.
“Es una herramienta que tiene historia; sin embargo, aún existe mucho desconocimiento del uso de la misma y esto puede ocasionar que muchas de las pequeñas empresas no la usen”, dijo Del Real.
Jasso explicó que según cálculos propios los contratos forwards y sus diferentes opciones “componen el 25% del mercado Forex Trading o mercado de divisas. Los FX Swaps, que se consideran una cobertura, comprenden el 54% y el Spot el 22%” del mercado FX.
Esta herramienta es principalmente usada por clientes corporativos, institucionales, gobiernos, y grandes contrapartes, pero pasa lo mismo en las minipymes y pymes (pequeñas y medianas empresas), en donde no existe casi esa cultura.
Mundi detalló que ve un creciente interés de las pequeñas y medianas empresas en esta herramienta frente a la coyuntura de un dólar alto en gran parte de América Latina. “Ha subido el interés de los clientes, pero la oferta que hay es muy poca”, finalizó.