Bogotá — El modelo de franquicias representa una oportunidad para empresas locales que ya han comprobado el éxito de su modelo de negocio y ahora quieren alcanzar un crecimiento más acelerado con menos capital en Colombia, en donde se calcula que ya hay 510 marcas de franquicias y 17.900 negocios franquiciados.
Consultado por Bloomberg Línea, el vicepresidente de la Cámara Colombiana de Franquicias (Colfranquicias), Luis Felipe Jaramillo, manifestó que en la actualidad los segmentos más fuertes a nivel local en cuanto a las franquicias son el de servicios, seguido por gastronomía y comercio detallista.
Son precisamente algunas de estas empresas las que se inclinan por apalancar su crecimiento por medio de este modelo en un país en el que se estima que un 56% de las marcas de franquicias son de origen nacional.
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Jaramillo compartió que el modelo de franquicias concentra la mayoría de los negocios en Bogotá (participa con el 49%), seguido por Medellín (15%), Cali (6%), Barranquilla (5%), Bucaramanga (4%), entre otros.
El país ocupa el cuarto lugar en número de franquicias en Latinoamérica, detrás de Argentina, México y Brasil, que es el mayor mercado, al mismo tiempo que genera 72.000 empleos directos.
Pero, ¿cuáles son las claves para franquiciar un negocio? Sobre este tema se refirió el también director General de la Feria Internacional de Negocios y Franquicias (Fanyf), que se realizará entre el 24 y 25 de agosto en Bogotá:
Identificar y evaluar la oportunidad
Luis Felipe Jaramillo considera que el primer paso para adoptar este modelo es revisar las características propias del negocio y entender si verdaderamente existe un mercado potencial con los productos y servicios que ofrece, lo que implica que esa estrategia de expansión esté basada en estudios de mercado.
Subraya que una condición previa debe ser garantizar la protección mínima de la marca, entender muy claramente si el negocio es replicable o no, así como tener estándares definidos de los procesos para poder compartirlos.
Resaltó que es importante entender desde un comienzo que las marcas franquician porque pueden “alcanzar un crecimiento más acelerado contando con menores recursos de capital”, al mismo tiempo que minimizan los riesgos comerciales y financieros a medida que “el fortalecimiento de la marca se hace de manera cooperativa”.
“Cuando ya hay una red se generan economías de escala que se pueden compartir con otros y existe una posibilidad de sistematizar y estandarizar la operación de negocios, tener un mayor control y entendimiento de los fundamentales”, resumió.
Desarrollo de la franquicia
Cuando se identifica la oportunidad y se constata la viabilidad del modelo a partir de ese análisis riguroso, desde Colfranquicias explican que el siguiente movimiento es desarrollar la franquicia, lo que supone “la definición propia del modelo de negocio, pensar en la identificación de un punto piloto”.
“Ello supone hacer un trabajo de planeación estratégica porque el que se va a convertir en franquiciante dejará los negocios tradicionales y se dedicará a apoyar su red de negocios, o los combinará”, indicó Luis Felipe Jaramillo.
Señaló que un punto importante es contar con el apoyo de un consultor en franquicias, que actúa como un tipo de guía a través del proceso de convertir su marca en una red y comenzarla a franquiciar.
Para iniciar, según indicó Colfranquicias, un profesional en el ramo le exigirá que la marca cuente por lo menos con dos puntos y mínimo tres años de experiencia, “pero con resultados exitosos y probados para poder entregarles a los emprendedores e inversionistas que quieren convertirse en franquiciados una experiencia satisfactoria y probada”.
El diseño del modelo
El vicepresidente de Colfranquicias señaló que es importante construir un modelo financiero en el que se individualicen los gastos y costos para entender la rentabilidad propia del negocio.
Asimismo, consideró clave que también se construya un modelo jurídico con asesoría legal especializada “para poder hacer no solo la oferta de franquicias sino celebrar los contratos y administrar esas nuevas relaciones con los franquiciados”.
Estructurar el modelo implica, entre otros aspectos, desarrollar un plan de mercadeo y expansión de la franquicia, pensando no solo en el beneficio de las unidades existentes sino también de las que se van a crear.
Antes de salir con la venta de las franquicias también es importante diseñar un plan de capacitación para poder transmitir esa estandarización de procesos tan importante para las unidades que se van a crear.
Y atado a lo anterior, antes de que se firmen los respectivos contratos es clave que se cree un programa de asistencia técnica para garantizar que no solo se ofrezca soporte en los momentos en los que se necesite, sino que también se les acompañe en el tiempo.
Avanzar en la firma de contratos
Una vez se haya estructurado el proceso de la mano del consultor en franquicias y el equipo jurídico, se avanza al último tramo para sellar esta relación que consiste en la firma de los respectivos contratos, que incluirán todos los derechos del franquiciante frente a la marca, así como las responsabilidades que adquiere.
Colfranquicias señala que “los negocios de franquicias están estructurados a cinco años, y lo que se espera usualmente es que la recuperación de la inversión se dé entre el segundo y tercer año”.
“De manera que permita la acumulación del capital durante los dos años siguientes para que puedan reinvertirse en la adquisición de una franquicia adicional y de esta manera se va incrementando el beneficio para quien se convierte en franquiciado”, añade Jaramillo.
Entre las responsabilidades que se adquieren por parte del franquiciado, según la entidad, destaca desarrollar el negocio que ha adquirido cumpliendo los manuales y la capacitación que se le ha entregado previamente.
Otras responsabilidades implican seguir las mejores prácticas, permitir que se hagan inspecciones para lograr la estandarización y calidad en los productos y servicios que se ofrezcan, estar al día con las obligaciones financieras y mantener la confidencialidad de la información.
Mientras que del lado de los franquiciantes las obligaciones se centran principalmente en ofrecer toda la información previa para la toma de decisiones responsables, entregar los manuales y prestar la capacitación debida, autorizar el uso de las marcas y velar por la protección de las mismas en el tiempo, entre otras.
En todo caso, Jaramillo recomienda que a la hora de adquirir una franquicia es importante no solo mantener una comunicación directa y abierta con la marca, sino también indagar con los franquiciados que ya hacen parte de esa red sobre aspectos financieros, de soporte y operativos.
“Hay que elevar también las preguntas generales para indagar qué tan bueno es ese franquiciante, qué es lo que les gusta y lo que nos les gusta de los estos a los franquiciados, si comprarían más franquicias o no. Para uno como emprendedor es muy indicativo que una franquicia no solo tenga muchos franquiciados, sino que estos estén dispuestos a adquirir varias franquicias porque eso muestra que existe una experiencia previa satisfactoria, y saber exactamente cómo reaccionan los franquiciantes frente a los problemas”, añadió.
Y por último, recomendó indagar también sobre las franquicias con los gremios, organizadores de ferias, editores de directorios o proveedores de la industria que puedan dar referencias del grado de satisfacción con ese negocio.
