Demócratas vuelven a creer que frenarán un triunfo republicano en las elecciones

Es casi seguro que la Cámara de Representantes pasará al control de los republicanos tras las elecciones de mitad de período de noviembre, pero el Senado es una incógnita

El único resultado de la votación de noviembre que es probable es el bloqueo legislativo y el fin de las esperanzas de Biden de hacer avanzar su agenda a través del Congreso en los dos últimos años de su primer mandato.
Por Laura Litvan
21 de agosto, 2022 | 09:52 AM

Bloomberg — Los demócratas son cada vez más optimistas de que pueden limitar las ganancias republicanas en la Cámara e incluso mantener el control del Senado, ya que el debate nacional sobre el aborto aglomera la inflación como un tema y el tumulto alrededor del ex presidente Donald Trump arrastra a los republicanos.

Es casi seguro que la Cámara de Representantes pasará al control de los republicanos tras las elecciones de mitad de período de noviembre. Los demócratas tienen ahora una ventaja de sólo nueve escaños, y los analistas independientes pronostican una ganancia neta de hasta dos docenas de escaños o más para el Partido Republicano, ayudados por la redistribución partidista de los estados controlados por los republicanos.

El Senado, ahora dividido al 50-50, parece cada vez más un cara o cruz, con las perspectivas de los demócratas mejoradas por los inexpertos candidatos de los republicanos en Pensilvania, Ohio, Georgia y Arizona, que han tenido un rendimiento inferior en las encuestas a pesar del respaldo de Trump y los pésimos índices de aprobación del presidente Joe Biden. Wisconsin y Nevada también son campos de batalla.

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El líder del Partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell, ha rebajado las expectativas en las últimas semanas.

El líder del Partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell, ha rebajado las expectativas en las últimas semanas.

“Creo que es más probable que la Cámara de Representantes cambie de bando que el Senado”, dijo a los periodistas en un evento el jueves en su estado natal de Kentucky. “Las elecciones al Senado son diferentes, son de ámbito estatal. La calidad del candidato tiene mucho que ver con el resultado”.

El único resultado de la votación de noviembre que es probable es el bloqueo legislativo y el fin de las esperanzas de Biden de hacer avanzar su agenda a través del Congreso en los dos últimos años de su primer mandato. Si el control del Congreso se divide entre los partidos, es poco probable que la Cámara y el Senado se pongan de acuerdo en alguna nueva iniciativa importante. Si los republicanos toman el control de ambas cámaras, no tendrán una mayoría suficiente para superar un veto de Biden a la legislación.

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El analista Nathan Gonzales, del boletín informativo no partidista Inside Elections, dijo que sigue dando una ligera ventaja a los republicanos en la contienda por el Senado. Pero dijo que hay señales recientes de que los votantes demócratas están más animados después de que el Tribunal Supremo anulara en junio la decisión Roe v. Wade que legalizó el aborto en todo el país.

En las recientes elecciones especiales a la Cámara de Representantes en Nebraska y Minnesota, los vencedores republicanos obtuvieron victorias sorprendentemente estrechas en distritos que apoyaban a Trump por dos dígitos, dijo. Y el rechazo de los votantes de Kansas este mes a una enmienda constitucional que permitía a los legisladores del estado restringir aún más el acceso al aborto mostró la potencia del tema.

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“Todavía estamos esperando a ver si la revocación de Roe v. Wade es suficiente para ayudar a los demócratas a romper la típica tendencia de mitad de mandato”, dijo Gonzales. Aunque el partido del presidente suele sufrir pérdidas significativas en las elecciones de mitad de mandato, “hay algunas pruebas en las últimas semanas de que los demócratas están obteniendo mejores resultados.”

Proyecta una ganancia neta del Partido Republicano de entre 12 y 30 escaños en la Cámara de Representantes. Dados los cambios en el clima político, Gonzales dijo que las perspectivas de ganancia de escaños en la Cámara por parte del Partido Republicano podrían ser hacia el extremo inferior, “la diferencia entre que los republicanos tengan un gran año o simplemente tengan un buen año”.

Los republicanos siguen contando con que la inflación supere a la discusión sobre el aborto y otras cuestiones como punto de decisión para los votantes. Sin embargo, los precios al consumo están experimentando una ligera mejora en las últimas semanas, a medida que disminuyen los precios de la gasolina y otros productos energéticos. En julio, el índice de precios al consumo aumentó un 8,5% con respecto al año anterior, enfriando el avance del 9,1% de junio, que fue el mayor en cuatro décadas.

“Sigo pensando que el viento está a favor y que nuestras posibilidades son mejores que el 50-50″, dijo T.W. Arrighi, secretario de prensa nacional del Comité Senatorial Republicano Nacional.

Los demócratas ven algunos destellos de esperanza tras una serie de victorias legislativas recientes, como un proyecto de ley para impulsar la fabricación de semiconductores en EE.UU., la legislación sobre la seguridad de las armas, una importante medida sobre la salud de los veteranos y un preciado paquete de US$437.000 millones sobre el clima y la sanidad.

“Sí creo que el ambiente ha mejorado, pero es verano y tenemos un largo camino por recorrer”, dijo JB Poersch, presidente de Senate Majority PAC, un super-PAC aliado del líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer.

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Trump, que sigue sumido en la controversia y el peligro legal, es otro comodín. Su control sobre el Partido Republicano es evidente en las victorias en las primarias de los candidatos que ha respaldado. La más reciente se produjo el martes en Wyoming, cuando la abogada conservadora Harriet Hageman venció a la representante republicana Liz Cheney, una de las más acérrimas críticas de Trump.

Pero en las elecciones generales en algunos de los mayores campos de batalla del Senado, los candidatos de Trump están luchando.

El candidato republicano al Senado Herschel Walker celebra un mitin de campaña

En Georgia, Trump apoyó a la leyenda del fútbol americano de la Universidad de Georgia, Herschel Walker, que se enfrenta al actual senador demócrata Raphael Warnock. La campaña de Walker se ha visto acosada por una serie de controversias sobre su historia personal y sus declaraciones en el camino.

Warnock, el primer senador negro de Georgia, ha liderado las últimas encuestas, con una ventaja del 4,4% en un promedio de RealClearPolitics de encuestas recientes. También ha superado ampliamente a Walker en la recaudación y, a finales de junio, le quedaban US$22,2 millones para gastar en las arcas de su campaña, mientras que Walker tiene US$6,8 millones.

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El senador demócrata de Arizona, Mark Kelly, busca un mandato completo de seis años tras ganar su escaño en el Senado en unas elecciones especiales en 2020, enfrentándose al capitalista de riesgo Blake Masters. Masters está respaldado por Trump y el empresario multimillonario Peter Thiel. Ha repetido las falsas afirmaciones del ex presidente de que las elecciones presidenciales de 2020 fueron robadas, ha adoptado una línea dura sobre la inmigración ilegal y ha abrazado una prohibición nacional del aborto en las primarias.

Kelly, ex astronauta, se ha distanciado un poco de Biden en cuestiones como la inmigración. Un sondeo de Fox News publicado esta semana lo situaba por delante de Masters, con un 50% frente al 42%.

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El vicegobernador demócrata de Pensilvania, John Fetterman, lidera sistemáticamente las encuestas contra Mehmet Oz, un médico célebre apoyado por Trump, mientras ambos luchan por el puesto del senador republicano Pat Toomey, que se retira.

Fetterman sufrió un derrame cerebral en mayo que lo mantuvo alejado de la campaña. Pero Fetterman ha conseguido convertir la riqueza de Oz y su condición de residente en temas de campaña. Todas las encuestas realizadas en el último mes muestran a Fetterman con una ventaja de entre nueve y 18 puntos porcentuales, aunque un número significativo de votantes sigue indeciso.

JD Vance habla durante la Conferencia de Acción Política Conservadora en Dallas, Texas, el 5 de agosto.

El escaño abierto en el Senado de Ohio ha sido considerado en gran medida como de los republicanos para perder. JD Vance, un capitalista de riesgo, autor y recién llegado a la política, se impuso en una amarga contienda primaria republicana y fue visto como un fuerte candidato para un estado que Trump ganó fácilmente en 2020.

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Pero el representante demócrata Tim Ryan tiene profundas raíces en Ohio y se ha distanciado de Biden y ha hecho una campaña populista para competir directamente por algunos votantes de Trump. Ryan ha recaudado mucho más en donaciones que Vance, aunque los grupos externos también están gastando mucho. El resultado es una carrera que las encuestas indican que está empatada a tres meses de las elecciones.

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