Ciudad de Panamá — Los bancos panameños han estado en modo de recuperación, sin embargo, las mejoras en los beneficios han ido a la zaga del crecimiento del crédito y de la recuperación económica, así lo indica un informe de la agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings al analizar los resultados del primer trimestre del 2022, con la rentabilidad de los periodos de 2020 y 2021, durante la pandemia.
Los aplazamientos de los préstamos de los últimos dos años siguen representando una carga importante y los bancos no han podido hacer frente a la crisis y la recuperación ya ha empezado a perder fuerza, reporta la agencia.
A su vez, el índice de morosidad del sistema aumentó hasta el 2,7% en mayo de 2022, frente al 2,2% del año 21, en consonancia con la finalización de todas las medidas de alivio. Fitch Ratings espera que la métrica de calidad de los activos se estabilice en el 2,5% -3,0% a corto plazo.
El punto más alto de la historia reciente
Los bancos del sector público tienen una influencia relevante en los repuntes de la morosidad, y la cartera hipotecaria de bajos ingresos es uno de los principales motores, agrega Fitch.
Sin embargo, los bancos han establecido buenos colchones de reservas que, combinados con la colateralización de algunas carteras, mitigan los riesgos a la baja a corto plazo.
Dados los retos que se avecinan, los ingresos netos tienen un margen limitado para volver a los niveles anteriores a la pandemia.
El sistema bancario ha experimentado unos niveles históricamente bajos, presionando unos márgenes ya limitados, y la eficiencia operativa tiene poco margen de mejora, ya que es una característica positiva de los bancos panameños. El crecimiento del crédito será la principal fuente de fortaleza para la rentabilidad del sistema.
Fitch espera que la capitalización se mantenga razonable, aunque con un ligero descenso, con la normalización de la distribución de dividendos.
La agencia también espera que la liquidez disminuya en 2022 respecto a los niveles de los últimos dos años a medida que se recupera el crecimiento del crédito, pero siga siendo elevada en comparación con los niveles anteriores a la pandemia.
Lo que hay que vigilar
Se espera que los tipos de interés aumenten en el segundo semestre del año, lo que podría tener un impacto positivo en los márgenes. Sin embargo, las tasas más altas suponen un reto para los esfuerzos en curso para normalizar el comportamiento de los préstamos.
El temor a que la inflación tarde más en disminuir podría también limitar la recuperación de la rentabilidad.
En tanto, a nivel internacional, las menores expectativas de crecimiento económico y los temores de recesión en los principales mercados podrían hacer mella en la senda de recuperación de Panamá.
En el ámbito nacional, los actuales disturbios sociales podrían limitar o invertir la mejora de los resultados financieros, ya que podrían perturbar las operaciones bancarias y afectar a algunos sectores económicos.
El crecimiento sostenido del crédito, más allá del rebote natural tras la pandemia, podría ser un positivo para los resultados del sistema bancario.
De igual manera, el aumento de los volúmenes de negocio podría compensar los riesgos a la baja mencionados, acercando la rentabilidad del sistema bancario a los niveles de 2019, cita Fitch Ratings.
