Bloomberg Línea — El ministro de Hacienda de Colombia, José Antonio Ocampo, envió el jueves el mensaje de urgencia al Congreso de la República para el trámite de la reforma tributaria que se radicó en los primeros días del gobierno de Gustavo Petro.
Inicialmente, esta iniciativa que busca recaudar por lo menos COP$25,9 billones a partir de 2023, no iba a tener el mensaje de urgencia, como lo había explicado Ocampo; pero ante la premura y la necesidad de avanzar en las discusiones, se cambió de opinión, como ya lo habían adelantado algunos congresistas y también funcionarios del gobierno.
Al solicitar la urgente, el trámite se recorta en el Congreso hasta el próximo 15 de septiembre, fecha para la cual deberá estar aprobado el texto, según explicó a Bloomberg Línea el profesor de Hacienda Pública de la Universidad del Rosario, Henry Amorocho.
Para el profesor Amorocho, la razón de este mensaje de urgencia es que “la reforma tributaria se necesita para financiar el Presupuesto General de la Nación (PGN) y el déficit que este trae consigo”, por lo que para las mismas fechas de se deberá aprobar la meta de gasto que tendrá el gobierno el próximo año.
“Con el ánimo de conciliar estas cifras en el presupuesto (PGN) se achicó el trámite mediante la solicitud de un mensaje de urgencia y a más tardar el 15 de septiembre debería estar aprobada para tener claridad de qué gastos va a financiar (la reforma). Me parece apropiada la metodología que pide el ministro, porque lleva a equilibrar los ingresos con los gastos”, añadió.
¿Qué implica?
Un mensaje de urgencia implica una reducción de tiempos en el trámite, pues las comisiones económicas de Cámara y Senado sesionarán de manera conjunta y, una vez se surtan estos debates, las sesiones plenarias de ambas cámaras se realizarán de manera simultánea, a favor de los tiempos de discusión y futura aprobación del proyecto de ley.
La Constitución colombiana establece que con el envío del mensaje de urgencia la cámara respectiva deberá reducir y decidir sobre el proyecto de ley en 30 días después de su radicación. “Si el presidente insistiera en la urgencia, el proyecto tendrá prelación en el orden del día excluyendo la consideración de cualquier otro asunto, hasta tanto la respectiva cámara o comisión decida sobre él”, precisa la carta magna.
La Comisión Tercera de la Cámara de Representantes designó como coordinadores ponentes a los representantes Hernán Bastidas y Álvaro Henry Monedero, al conocer la solicitud de mensaje de urgencia.
¿El menor tiempo afecta la calidad de los debates?
El profesor de la Universidad del Rosario señaló que esta reforma tributaria ha tenido buena ambientación en el país, pues desde antes de que el presidente Gustavo Petro tomara posesión, sus designados ministro de Hacienda y director de la DIAN ya estaban comentando los puntos principales que iba a contener la iniciativa.
Esto, junto a discusiones en foros públicos y gremiales como en el sector empresarial y financiero, después de conocerse el proyecto de ley, ha sumado a que exista una base de debates de la opinión pública que servirán dentro del Congreso, lo cual es bien visto por Amorocho.
“Como sabíamos, el ministro (Ocampo) había dicho que el debate era más largo porque hay temas complejos. Achicar el tiempo implica que el debate va a ser, en términos, más estrechos y se pudiera perder la amplitud del debate”, explicó.
Sin embargo, destacó que con su análisis se puede prever que aún con un menor tiempo de debates, la reforma tributaria no perderá su objetivo inicial de recaudo que está sobre los COP$25,9 billones a partir de 2023, pues el déficit del país es ahora de un 6% del PIB, es decir, unos COP$80 billones, y las circunstancias macroeconómicas del país no permitirán que el monto se reduzca.
