Bloomberg — En los últimos meses, agentes federales de los Estados Unidos han observado un aumento de las armas enviadas ilegalmente desde Florida a Haití, de acuerdo con Anthony Salisbury, agente especial a cargo de las Investigaciones de Seguridad Nacional en Miami.
Las pandillas haitianas están comprando cantidades sin precedentes de rifles de alto poder en tiendas de Florida y los sacan de contrabando de Estados Unidos, alimentando una ola de violencia que está desestabilizando a la nación caribeña, dijeron las autoridades policiales estadounidenses.
“No sólo hemos observado un marcado aumento en el número de armas, sino también un grave incremento en el calibre y el tipo de arma de fuego que se trafica ilegalmente”, dijo Salisbury en una conferencia de prensa en Miami, flanqueado por funcionarios de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, la Guardia Costera de EE.UU. y otras agencias.
Para hacer hincapié en este punto, los funcionarios de las fuerzas de seguridad federales se situaron ante tres mesas cubiertas con rifles de asalto semiautomáticos, ametralladoras y pistolas que los agentes federales incautaron recientemente, y que tenían como destino a Haití. Entre ellas se encontraban armas fabricadas por Smith & Wesson, Taurus y otras empresas estadounidenses, adquiridas en su mayoría por representantes de bandas en armeros autorizados y enviadas por vía marítima, ocultas entre la carga legal, a Haití.
Hace tiempo que hay contrabando de armas hacia Haití, especialmente de pistolas, pero se ha producido un cambio hacia armas de alto calibre diseñadas para la guerra, dijo Salisbury. Por ejemplo, entre las armas incautadas había rifles calibre 50 fabricados por Barrett Firearms, que los pistoleros de los cárteles de la droga mexicanos han utilizado para derribar helicópteros militares.
“En las manos equivocadas, estas armas son capaces de causar una destrucción incalculable”, dijo Salisbury. “En las manos equivocadas, estas armas son capaces de causar fácilmente víctimas en masa”.
Haití está sumido en la confusión desde el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise el pasado mes de julio. Desde entonces, el primer ministro Ariel Henry ha prometido en repetidas ocasiones acabar con la violencia de las bandas, a las que ha culpado de retrasar las elecciones generales que deberían haberse celebrado hace tiempo.
El flujo de armas desde EE.UU. también está provocando un aumento de los inmigrantes indocumentados que intentan huir de Haití por mar en peligrosas embarcaciones, hacia Florida, dijo Salisbury.
“Estas armas que bajan sólo contribuyen a desestabilizar la región, a desestabilizar Haití, a hacerla más violenta y a hacerla más inhóspita, para que la gente no quiera estar allí”, dijo.
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