Bloomberg — El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó el martes una amplia ley de impuestos, clima y salud, con lo que selló una importante victoria legislativa de cara a las elecciones de medio término de noviembre.
“Con esta ley, el pueblo estadounidense ganó y los intereses especiales perdieron”, dijo Biden en la Casa Blanca. “Se trata de ofrecer progreso y prosperidad a las familias estadounidenses”.
La medida, conocida como Ley de Reducción de la Inflación, contiene partes clave de la agenda política de Biden que hace unas semanas parecía no tener prácticamente ninguna posibilidad de convertirse en ley. La Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley el 12 de agosto en una votación de 220-207, después de que el Senado votara el 7 de agosto para aprobarlo. Ningún republicano de ninguna de las dos cámaras votó a favor.
“Seamos claros. En este momento histórico, los demócratas se pusieron del lado del pueblo estadounidense y todos los republicanos del Congreso se pusieron del lado de los intereses especiales”, dijo Biden. “Cada uno de los republicanos, cada uno de ellos, ha votado en contra de abordar la crisis climática, en contra de reducir nuestros costes energéticos, en contra de crear empleos bien remunerados para los estadounidenses. Esa es la elección a la que nos enfrentamos”.
Biden y los demócratas necesitan desesperadamente la ley, y una serie de otras victorias legislativas, para ayudar a aumentar sus números en las encuestas y mejorar sus posibilidades de proteger las mayorías en el Congreso que corren el riesgo de perder ante los republicanos en otoño. El índice de aprobación de Biden es de sólo un 40%, mientras que el 55% de los estadounidenses desaprueba su trabajo, según el análisis de las encuestas de FiveThirtyEight.
El presidente y los funcionarios de su gabinete están planeando más de tres docenas de eventos en 23 estados durante las próximas semanas para destacar la nueva ley, según una nota de la Casa Blanca. Biden también tiene previsto realizar una celebración en Washington el 6 de septiembre, una vez que los legisladores regresen del receso de agosto.
La firma de Biden culmina un tumultuoso esfuerzo que comenzó el año pasado cuando los demócratas tomaron el control del Congreso y de la Casa Blanca para aprobar nuevos programas sociales y económicos que el presidente prometió durante su campaña de 2020.
El impulso se descarriló en diciembre cuando el senador demócrata centrista Joe Manchin, de Virginia Occidental, se retiró de las negociaciones sobre una propuesta más amplia llamada “Build Back Better” que contenía más elementos de la agenda de Biden. Más tarde se reactivó después de que Manchin negociara un acuerdo a finales de julio sobre un paquete más pequeño con el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer. Superaron un obstáculo de última hora de la senadora demócrata moderada Kyrsten Sinema, de Arizona, sobre las disposiciones fiscales.
El proyecto de ley, de unos US$437.000 millones, limitaría y reduciría el precio de los medicamentos para las personas mayores, en parte permitiendo que Medicare negocie los precios de los medicamentos por primera vez, un objetivo largamente buscado por los demócratas.
También contiene US$374.000 millones en disposiciones sobre energía y clima, incluyendo créditos fiscales para vehículos eléctricos e incentivos para proyectos de energía limpia, en lo que, según la Casa Blanca, es la mayor inversión individual para hacer frente al cambio climático.
“Este proyecto de ley es el mayor paso adelante en materia de clima de la historia”, dijo Biden, “y nos va a permitir dar pasos adicionales con valentía hacia todos mis objetivos climáticos”.
La ley también prorrogaría los subsidios a las primas del Obamacare durante tres años, inyectaría US$80.000 millones en el presupuesto del Servicio de Impuestos Internos, impondría un impuesto mínimo del 15% a las grandes empresas y un impuesto especial del 1% a la recompra de acciones.
Pero para ganarse a Manchin, los líderes demócratas tuvieron que renunciar a algunos de los objetivos más ambiciosos del partido, como el permiso familiar y médico remunerado para los trabajadores de todo el país, la educación preescolar gratuita y la ampliación del crédito fiscal por hijos. También incluyeron en la ley nuevas ayudas a los proyectos de combustibles fósiles. Los demócratas abandonaron una disposición fiscal que habría apuntado a los gestores de fondos ricos después de que la senadora Sinema se opusiera.
Lea más en Bloomberg.com