Desafíos del Gobierno dominicano en los próximos dos años, esto dicen los expertos

Bloomberg Línea consultó con expertos sobre los desafíos económicos del Gobierno en los próximos dos años

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Santo Domingo — El 16 de agosto de 2020, el presidente electo, Luis Abinader, tomó posesión de su cargo, siendo el primer mandatario de Latinoamérica en asumir en medio de la pandemia por covid-19.

Aunque el país y el mundo se encontraban en situaciones políticas, sociales y sanitarias complejas, el mandatario puntualizó que no podía ser excusa para no realizar las reformas profundas que necesitaba el país y que agravan las situaciones acarreadas por la pandemia, además de superar las carencias estructurales.

El mandatarior resaltó que el país caribeño demandaba cambios urgentes, pero también cambios irreversibles.

A dos años de su gobierno, y con un panorama completamente distinto, que, además de los arrastres económicos producto del covid, se le suman las contracciones por la guerra entre Rusia y Ucrania. Bloomberg Línea consultó con expertos sobre los desafíos económicos del Gobierno en los próximos dos años.

Inflación, trabajo y manejo de la deuda

Para el director de la firma de consultoría económica Apricus Consulting Group, Juan Ariel Jiménez, el principal reto del mandatario dominicano es controlar la inflación, la cual a julio 2022 se ubicó en 9,43% interanual, más del doble de la meta del Banco Central, 4,0% ± 1,0%.

Jiménez, quién fue ministro de Economía, puntualizó que otro desafío es la creación de empleos formales, sector que no ha alcanzado los niveles previos a la pandemia. Destacó que la mayor creación ha sido en el sector informal.

La Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) del primer trimestre del 2022, arrojó que, el total de personas ocupadas (incluyendo los formales e informales) alcanzó los 4.640.113, cifra similar a igual trimestre de 2019 previo a la pandemia (4.649.000 empleos). El 58,1% de los ocupados del primer semestre del 2022 se encontraban en el sector informal.

El experto indicó que, un desafío es el manejo de la deuda en un contexto de menor liquidez en los mercados internacionales y mayores tasas de interés.

Desde noviembre de 2021 hasta julio de 2022, el Banco Central de República Dominicana ha incrementado su tasa de política monetaria en siete ocasiones, pasando de 3,00% a 7,75% anual.

Al igual, el decano de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Antonio Ciriaco Cruz, concuerda en que la inflación y las políticas monetarias han sido retante para el Gobierno, lo que impactará en el crecimiento económico en los próximos años.

“Para este año y quizás en los próximos, el crecimiento será mucho más lento. La economía dominicana está creciendo por debajo de su crecimiento potencial, lo que claramente, presenta otro reto, el de mantener los niveles de empleos que se han recuperado”, agregó el economista.

Puntualizó que, la situación inflacionaria y de alzas de tasas han sido empujadas por el entorno internacional, lo que ha generado demandas de incrementos de recursos y subsidios que no estaban presupuestado, lo que le quita al Gobierno la capacidad de realizar políticas de desarrollos, incrementando el gasto corriente y reduciendo el gasto de capital.

Ante un aumento de los subsidios, el profesor de economía indicó que el Gobierno tendrá que buscar los recursos aumentando el déficit del sector público, lo que implica mayores endeudamientos para los próximos años.

“Un reto será que gran parte de la deuda nueva que el Gobierno pueda emitir lo hará a un costo mucho más alto. Las tasa de interés se han incrementado y cualquier emisión de bonos colocados en los mercados internacionales, se harán a mayor tasas de interés, lo que compromete el presupuesto futuro”, sostuvo.

Estabilidad macroeconómica

El próximo 16 de agosto Luis Abinader rendirá cuentas de sus dos años de Gobierno, por lo que el economista Luis Manuel Piantini, considera que el primer mensaje que tiene que mandar es el mantenimiento de una estabilidad macroeconómica hasta el final de su período, sobre todo, ante la posibilidad de una reelección, que generalmente genera un desajuste en las cuentas fiscales.

“Ya de por sí, el déficit fiscal de 3,6% del PIB anunciado por el Director General de Presupuesto para el año presente es grande, porque hay que cubrirlo con nuevos endeudamientos y todo el gasto ha sido prácticamente gastos corrientes”, dijo Piantini, quien fue vicegobernador del Banco Central por casi una década.

Añadió que, ante la caída de la demanda global, que puede impactar nuevamente el turismo y las remesas, el presidente tiene que tomar medidas que atraigan y motiven a la inversión extranjera para diversificar y aumentar la calidad tecnológica del mercado dominicano de exportación.

El experto explicó que la ley que protege las zonas francas es un incentivo, pero es modificable, la única forma de brindarle estabilidad en el tiempo es asegurándose que no habría ninguna modificación a los actuales elementos de incentivos, declarando el país en una zona libre en las áreas de producción de bienes y de servicios y del comercio.

“Se eliminarían los mercados monopólicos y oligopólicos y se integrarían las empresas de los sectores formal e informal. Se crearían cientos de miles de empleos y se ampliará la base para el impuesto sobre la renta a las personas y se eliminaría el impuesto a las ganancias empresariales”, agregó.

Entre enero y junio la inversión extranjera directa en el país es de US$1.870,9 millones, un crecimiento interanual de 8% en relación con igual fecha del 2021, cuando era de US$1.870,9 millones.

El economista resaltó que el presidente Luis Abinader tiene que dejar como sello de su administración el impulso de una verdadera revolución tecnológica que invada los sectores productivos.

Destacó que, otro elemento importante que debería una modificación en los mecanismos de préstamos de las agencias multilaterales que les permitan a las economías más vulnerables al cambio climático y altamente endeudadas, acudir a esas fuentes para la creación de mecanismos revolventes de fondos que financien las necesidades presupuestarias de estas economías caribeñas para enfrentar los elevados requerimientos de fondos dirigidos a la prevención de catástrofes, presas, acuíferos, reconstrucciones y que los intereses pagados por el uso de estos fondos sean subsidiados por los fondos verdes.