Los magnates y grandes empresarios también se equivocan. Al menos, en lo que al mundo financiero refiere. Cometer errores en materia de inversión no es propiedad exclusiva de los principiantes. Muchos de los grandes gurúes del mundo de las finanzas también tomaron decisiones equivocadas, aunque ellos mismos quienes reconocen que esos traspiés los hicieron crecer.
Bloomberg Línea recopiló algunos de las grandes equivocaciones que tuvieron cinco de los más grandes inversores del mundo: Warren Buffet, Ray Dalio, Peter Lynch, George Soros y Carl Icahn. En algunos casos, los propios ejecutivos escribieron, de puño y letra, sus desatinos, de forma tal de inspirar a los pequeños jugadores del mercado.
Ray Dalio
Raymond Thomas Dalio, estadounidense de 73 años, fundó Bridgewater Associates en 1975, actualmente el mayor fondo de cobertura del mundo y cuenta con una fortuna de US$15.600 millones según el Índice de multimillonarios de Bloomberg.
El 4 de diciembre de 2019, Dalio escribió su libro Principles for Success (Principios para el éxito, en castellano) su mayor tropiezo profesional y sus consecuencias.
“Mi gran fracaso llegó en 1982, cuando aposté todo a una depresión que nunca llegó. Los mercados estaban muy turbulentos y yo creía que la economía estadounidense se dirigía a una crisis”, consignó Dalio, quien continuó su relato rememorando que “asumió un gran riesgo y operó en consecuencia”, pero que estaba “totalmente equivocado”.
A Dalio le preocupaba que los bancos estadounidenses estaban prestando demasiado dinero a países latinoamericanos. De hecho, los estados de América Latina le debían a las nueve entidades financieras más importantes de Estados Unidos unos US$327 millones.
Y en principio su lectura no había sido errónea: México anunció que no podía pagar su deuda y se esperaba que otros 15 países de la región hicieran lo mismo. “Pensé que los valores bursátiles caerían mucho”, explicó Dalio, quien actuó en consecuencia a aquella predicción. Para su desgracia, aquella apuesta en contra de los valores estadounidenses falló y al poco tiempo vio a la economía y la Bolsa de EE.UU. dispararse en forma ascendente.
“El mercado de valores inició una gran carrera alcista y, durante los 18 años siguientes, la economía estadounidense disfrutó del mayor periodo de crecimiento no inflacionario de su historia”, detalló el ejecutivo estadounidense.
Perder aquella apuesta fue como “un golpe en la cabeza con un bate de béisbol”, según escribió él mismo. “Me arruiné y tuve que pedirle prestados US$4.000 a mi padre, sólo para pagar las facturas de mi familia. Debido a las pérdidas, me vi obligado a despedir a las personas que tanto me importaban, hasta que mi empresa se quedó con un solo empleado: yo”, recordó.
Con el tiempo, esta experiencia le permitió a Dalio sacar una ventaja: “Me dio la humildad que necesitaba para equilibrar mi agresividad y cambiar la mentalidad de pensar ‘tengo razón’ a preguntarme ‘¿cómo sé que tengo razón?’”, concluyó.
Peter Lynch
El estadounidense Peter Lynch, de 78 años, es uno de los gurúes financieros más respetados del mundo y una leyenda de los mercados. Bajo su mando, el fondo Fidelity promedió, entre 1977 y 1990, un 29,2% de retorno anual, duplicando al S&P 500.
Ha escrito numerosos libros. Uno de ellos, One Up on Wall Street, vendió más de un millón de ejemplares.
En las páginas de ese libro, Lynch escribió que el mayor error de su vida fue que siempre vendió acciones “demasiado pronto”. Por ejemplo, compró los papeles de Home Depot (HD) cuando la compañía tenía apenas cuatro tiendas y los vendió en el momento en que HD había triplicado su valor. Sin embargo, tiempo después, Home Depot multiplicó su valor por casi 100.
“Vender tus (acciones) ganadoras y mantener tus perdedoras es como cortar las flores y regar las malas hierbas”, bromeó Lynch en su libro.
Warren Buffet
El fundador y CEO de Berkshire Hathaway (BRK), Warren Buffet, es quizás la mayor leyenda viva del mundo financiero y una referencia para varias generaciones de inversores. A sus 91 años, cada vez que da una conferencia cientos de miles de inversores alrededor del mundo lo escuchan.
Sin embargo, el Oráculo de Omaha, como se lo apoda por haber nacido en esa ciudad estadounidense, también ha cometido errores importante.
En 1993, Buffet compró una empresa de calzado llamada Dexter Shoes. Aquella inversión se convirtió en un desastre, porque la ventaja competitiva que Buffet había observado en Dexter desapareció rápidamente. Según el propio ejecutivo, “lo que había evaluado como una ventaja competitiva duradera se desvaneció en pocos años”. Buffett afirma que aquella apuesta fue la peor que ha hecho nunca, lo que supuso una pérdida para los accionistas de US$3.500 millones.
Pero no fue el único percance del Oráculo de Omaha. En 2008, Buffett compró una gran participación en las acciones de ConocoPhillips(COP), una empresa internacional de energía cuya sede central está ubicada en Houston, como apuesta por los futuros precios de la energía. La compra fue a un precio demasiado alto, lo que resultó en una pérdida multimillonaria para Berkshire Hathaway.
A fin de aquel año, Buffett envió una carta a los accionistas del fondo que preside explicando:
“Cometí un grave error (y tal vez más, pero este sobresale). Sin la recomendación de Charlie Munger o de cualquier otra persona, compré una gran cantidad de acciones de ConocoPhillips cuando los precios del petróleo y del gas estaban cerca de su pico. De ninguna manera anticipé la dramática caída que sufrieron los precios de la energía en el último semestre del año. Todavía creo hay buenas probabilidades de que el petróleo se venda más alto en el futuro respecto al actual precio de 40 a 50 dólares. Pero hasta ahora he estado totalmente equivocado. Más aún, incluso si llegaran a subir los precios, el terrible timing de mí compra le ha costado a Berkshire varios miles de millones de dólares”.
Carl Icahn
Nacido en Brooklyn, Estados Unidos, en 1936, Carl Icahn es otro de los hombres más importantes en el mundo de las finanzas a escala global. Es el fundador y accionista mayoritario de Icahn Enterprises (IEP), además de contar con una fortuna estimada en US$24.000 millones, según el Índice de multimillonarios de Bloomberg.
En el caso de Icahn, su error financiero más recordado estuvo ligado al gigante de la tecnología Apple Inc. (AAPL). Icahn adquirió 27 millones de acciones de Apple en agosto de 2013, a US$66 por acción. En enero de 2014, cuando los papeles de la compañía se ubicaban en torno a los US$75 incorporó otros 53 millones de títulos y llegó a obtener un 0,9% del capital de la compañía fundada por Steve Jobs.
Por aquel entonces, el ejecutivo manifestaba en forma continúa que Apple debía estar por encima de los US$200 por acción. De hecho, en febrero de 2015, cuando las acciones se ubicaban en unos US$130, afirmó que la valuación de mercado era completamente irracional, por el bajo valor que se le atribuía.
Sin embargo, allá por marzo de 2016, cuando cada acción cotizaba en torno a los US$105, Icahn ya se había desprendido de toda su participación en Apple, por temor al deterioro de las perspectivas del iPhone en China.
Así lo detalla el blog Invesgrama: “Icahn se había anticipado a las pésimas noticias que Apple anunciaría el 26 de abril de 2016: la compañía acababa de sufrir su primera reducción de beneficios desde 2003, que además fue mayor a la esperada por los analistas, las ventas del iPhone habían caído de 61 millones a 51 millones de unidades y, lo que es peor, las ventas en China (incluyendo Taiwan y Hong Kong) se habían desplomado un 26% cuando hasta aquel momento solo habían crecido”.
Icahn tuvo un acierto de corto plazo, ya que las acciones de Apple cayeron de US$104,35 a US$90,34 entre el 27 de abril y el 12 de mayo de 2016, un 13,4% en dos semanas. Incluso, llegaron a cotizar a US$89,47. Sin embargo, al poco tiempo los papeles de Apple se recuperaron del cimbronazo y, a partir de diciembre de 2016, comenzaron una escalada casi imparable.
Según analiza Invesgrama, Icahn basaba sus expectativas positivas iniciales en previsiones de ventas y beneficios optimistas que luego se vieron truncadas.
Icahn vendió en base a una situación coyuntural y movido por la frustración causada por expectativas fallidas, errores de principiante a pesar de acumular cincuenta años de experiencia en los mercados. Esos errores le hicieron perderse la revalorización del 40% (dividendos aparte) experimentada por los títulos de Apple en los doce meses siguientes.
La filosofía de Soros en relación a los errores
El magnate húngaro-estadounidense George Soros es una de las personas más ricas del mundo y un nombre de fuste en la industria financiera global. A sus 91 años, sigue siendo una referencia obligada para los inversores del todo el planeta.
Soros ha lanzada varias frases en las cuales pondera la importancia de aprender de sus equivocaciones y de reponerse. “Para otros, equivocarse es una fuente de vergüenza. Para mí, reconocer mis errores es una fuente de orgullo. Una vez que nos damos cuenta de que la comprensión imperfecta es la condición humana, no hay vergüenza en equivocarse, solo en no corregir nuestros errores”, señaló una vez.
Como gestor de fondos de cobertura, Soros solía fijar primero una posición y luego considerar cómo podía equivocarse para determinar si su decisión era la correcta.
El aprendizaje
La mayoría de estos genios de las finanzas recuerda aquellos errores con cierta ternura y hasta se jacta en libros de los aprendizajes conseguido en base a estos errores. Quizás el caso más resonante es el de Dalio, que pasó de la bancarrota total a refundar el mayor imperio de fondos de cobertura del mundo. “Haber ido a la quiebra es una de las mejores cosas que me ha pasado”, rememoró, Ray Dalio, tres décadas y media después de aquel quebranto.
Para cualquier inversor que da un paso incorrecto al iniciarse en el mundo bursátil, es útil saber que cinco de las personas vivas importantes del sector financiero coinciden en que equivocarse es un paso indispensable para fortalecer el conocimiento.