Bloomberg — Catar, el país anfitrión de la próxima Copa del Mundo, ha intentado todo para asegurarse que su limitada capacidad de alojamiento pueda albergar a las 1,2 millones de personas que se espera lleguen al país para el torneo. Los propietarios locales tienen otro plan: aumentar los alquileres.
Residentes de barrios populares dicen que se están viendo forzados a aceptar aumentos de hasta 40% y períodos contractuales de dos años. Ante montos que no pueden costear, algunos dicen que debieron mudarse pese a haber alquilado durante años.
Muchos hoteles se han visto obligados a desalojar a los ocupantes de larga data para hacer sitio a equipos y funcionarios, dejando a los residentes con pocas opciones en un país que tiene un 88% de población expatriada y bajas tasas de propiedad de vivienda.
Ello ha contribuido a que el mercado de bienes raíces se recupere después de más de siete años de ver como caía la demanda, cuando edificios enteros quedaban vacíos a medida que la nueva oferta residencial, comercial y de hostelería llegaba al mercado.
Los alquileres del primer trimestre aumentaron un 3,3%, favorecidos por el reciente aumento de la demanda, según los datos recopilados por ValuStrat, mientras que los precios medios en Pearl -un barrio artificial de la isla popular entre los expatriados de cuello blanco- aumentaron un 19%. La vivienda fue el segundo factor que más contribuyó a la tasa de inflación de junio, del 5,4% en Catar, donde los costos están subiendo más rápido que en cualquier otro estado árabe del Golfo.
Sólo la FIFA ha reservado miles de habitaciones en hoteles y sus residencias anexas para jugadores, personal y otros funcionarios. Los organizadores locales también han llegado a acuerdos con los propietarios para destinar unos 60.000 apartamentos a los aficionados.
Los propietarios están ansiosos por beneficiarse. Una búsqueda en Airbnb muestra que la mayoría de los apartamentos de una habitación en Pearl se anuncian a más de US$1.000 por noche durante el torneo. Estos apartamentos se alquilan actualmente por una media de 9.500 riales (US$2.580) al mes, según ValuStrat, frente a los 8.000 riales del cuarto trimestre.
Un funcionario del gobierno qatarí dijo que el mercado de alquileres inmobiliarios del país “atiende a una gama de preferencias y presupuestos” y que con “el aumento de la demanda de alojamiento durante la Copa del Mundo, los propietarios y los inquilinos están obligados por ley a respetar los términos y condiciones de su contrato de alquiler”.
“Bache Temporal”
“En mi opinión, se trata de un bache relativamente temporal causado por la Copa del Mundo y sus efectos conexos”, declaró el mes pasado el Director General del Banco Comercial de Catar, Joseph Abraham, en una entrevista con Bloomberg TV. Después de la Copa del Mundo, “se reducirá la presión sobre los alquileres, ya que también aumentará la oferta, por lo que ese componente del índice inflacionista bajará”, afirmó.
Incluso con el reciente aumento, el índice de precios inmobiliarios del Banco Central de Qatar es un 30% más bajo que en 2015. Y más allá del Mundial, el futuro de la economía catarí fuera del petróleo y el gas es incierto.
El gobierno espera que la población de trabajadores de bajos ingresos disminuya después de que se hayan completado los principales proyectos de la Copa del Mundo, pero no está claro cuántos residentes de cuello blanco también se irán.
El enorme proyecto de expansión del gas natural licuado podría atraer nuevos talentos, pero el director general de QatarEnergy, Saad Sherida Al Kaabi, estimó que el número de personas nuevas necesarias para apoyar el proyecto probablemente sea de decenas, no de cientos, de miles.