Bloomberg — Bandas armadas secuestraron y quemaron al menos una docena de vehículos en Tijuana, México, el viernes por la noche, bloqueando las principales carreteras, informó Milenio TV, el último incidente en una ola de ataques que afectan a los civiles.
El personal del consulado de Estados Unidos recibió la orden de refugiarse en su lugar, pero no se informó de ningún herido en los secuestros de Tijuana, que colapsaron el tráfico en la ciudad y bloquearon temporalmente el acceso a uno de los cruces fronterizos más transitados del mundo.
Se produjeron secuestros simultáneos en otras cuatro ciudades del estado de Baja California y las autoridades detuvieron al menos a 17 personas, informó Milenio. En Tijuana se encuentra el puerto de entrada de San Ysidro-El Chaparral, el paso fronterizo más transitado de Estados Unidos.
Los disturbios en Tijuana se suman a los ataques contra empresas y civiles que se produjeron la semana pasada a lo largo de la frontera en Ciudad Juárez y el estado central de Guanajuato. La ola de violencia que se extiende ahora a los principales corredores de producción es un gran desafío para la estrategia de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Mientras que los llamados “narcobloqueos” se han convertido en algo habitual en estados como Guerrero y Michoacán, donde el Cártel de Jalisco Nueva Generación fue pionero en los ataques a civiles en los últimos años, esta fue la primera vez que tales tácticas se desplegaron ampliamente en la importante ciudad fronteriza de Tijuana, dijo Vanda Felbab-Brown, experta en crimen organizado de la Brookings Institution.
La escalada de la batalla entre Jalisco y el cártel de Sinaloa por el control de la región podría poner en peligro las nuevas inversiones extranjeras, dijo. Tijuana ha sido testigo en el pasado de una terrible violencia de bandas, pero no de tales alteraciones dirigidas a la población en general.
Protegernos
“Las empresas se están viendo afectadas. Las empresas extranjeras se están viendo afectadas”, dijo Felbab-Brown en una entrevista telefónica. “Está estallando en términos de que la gente dice ‘Oye gobierno, tienes que protegernos’”.
El gobierno de López Obrador ha sido criticado por evitar desafiar directamente a las bandas criminales, como con la liberación del hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2019 tras los disturbios en Sinaloa después de su captura.
El gobierno ha desplegado miles de miembros de la Guardia Nacional en todo el país, dando a la opinión pública la sensación de que las calles siguen militarizadas. Y aunque la tasa de homicidios ha disminuido, sigue estando cerca de los máximos históricos.
La alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, se dirigió directamente a las bandas criminales a las que culpó de los secuestros en un mensaje de video en el que también dijo que la ciudad no se cerraría.
“Les pedimos que hagan pagar a los que les deben, no a las familias y a los ciudadanos que trabajan”, dijo.
Varios vehículos quemados en la noche del viernes bloquearon las carreteras en dos ciudades del estado de Guanajuato, informó Milenio, donde bandas incendiaron el martes 25 tiendas de conveniencia Oxxo, propiedad de Fomento Económico Mexicano SAB.
En Ciudad Juárez, los vuelos a la ciudad fueron cancelados el viernes, mientras que las clases y un partido de fútbol fueron suspendidos junto con los turnos en las plantas de fabricación, informó Milenio.
Los pandilleros dispararon contra civiles el jueves por la noche en un centro comercial y gasolineras en ataques que mataron a nueve personas. Entre los muertos se encuentran un niño en una tienda de conveniencia y cuatro empleados de una estación de radio que transmitían fuera de una pizzería Little Caesars.
Los ataques fueron llevados a cabo por una banda local tras una pelea en una prisión de Ciudad Juárez en la que murieron dos personas, dijo el fiscal general de Chihuahua, Roberto Fierro, en una rueda de prensa. Felbab-Brown afirmó que las bandas más pequeñas están imitando cada vez más las tácticas del cártel de Jalisco.
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