Bloomberg — La producción industrial de la eurozona en junio se ubicó por encima de las expectativas, lo que ilustra que la mejora en los problemas desde el lado del suministro ayudó a las empresas a agilizar la tramitación de sus pedidos.
En concreto, la cifra aumentó un 0,7%, cuando la estimación media de los economistas era de un aumento del 0,2%. El crecimiento de mayo, por su parte, fue revisado al alza, situándose en el 2,1%, es decir, algo más del doble que el 0,8% informado inicialmente.
Las cifras de Eurostat respaldan la noción de que la economía de la zona euro se mantiene resiliente a pesar de una inflación récord y la cada vez mayor posibilidad de que se produzca un racionamiento de la energía este invierno boreal como consecuencia de los recortes en el suministro por parte de Rusia.
No obstante, el crecimiento entre abril y junio será, en opinión de los economistas, el último buen trimestre de la eurozona. Muchos prevén una recesión para finales de 2022.
Los fabricantes de automóviles, incluidos Mercedes-Benz AG (DMLRY) y Volkswagen AG (VOW3), han informado signos de alivio de las interrupciones en la cadena de suministro, lideradas por la escasez prolongada de chips. Muchos todavía ven una demanda saludable, a pesar del panorama económico cada vez más sombrío y los consumidores presionados por la inflación.
La producción de bienes de capital fue particularmente fuerte en mayo y junio, registrando aumentos del 3,6% y 2,6%.
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