Bogotá — El peso colombiano (COP) se valorizó en los últimos cinco días un 4,52% frente al dólar y llegó a negociarse a un precio promedio de $4.184 este viernes, alejado de su máximo histórico de $4.600 alcanzado el pasado 12 de julio.
Después del peso chileno, que se valorizó un 4,66% frente al dólar, el peso colombiano fue el de mejor desempeño en los últimos cinco días con respecto a sus pares de Latinoamérica como el peso mexicano (2,84%), el real brasileño (1,76%) o el sol peruano (1,47%).
Por su parte, el peso argentino se sigue hundiendo y en estos últimos cinco días su depreciación fue del 1,24%.
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La recuperación del peso colombiano y de varias de las principales monedas en Latinoamérica coincide con una mayor calma en los mercados a medida que se disipan los ruidos de recesión global.
La inflación en EE.UU. se desaceleró más de lo previsto y alcanzó el 8,5% anual en julio, motivado por la baja en los precios de los combustibles, mientras que en junio esta se había ubicado en 9,1%, su mayor nivel en 40 años.
Juan Eduardo Nates, asociado sénior de divisas en el holding financiero Credicorp, dijo que el dato de inflación en EE.UU. puede ser la primera señal de estabilidad de los precios.
De otra parte, el precio del barril de petróleo Brent -de referencia para Colombia, cayó este viernes un 1,35% frente a la jornada anterior y se ubicó en los US$98,17 en el mercado de futuros de Londres.
En el plano local, Gustavo Petro se posesionó el domingo como presidente de Colombia y su discurso generó calma en los mercados, ante una postura más mediadora frente a temas coyunturales para el país.
A propósito, este viernes la nueva ministra de Minas y Energía colombiana, Irene Vélez, afirmó en entrevista con Blu Radio que el país no dará “un salto al vacío” en la transición energética y que se buscará garantizar la soberanía y seguridad para poder adelantar ese proceso, aunque no descartó el abastecimiento de gas desde Venezuela.
“No es que nos vamos a quedar cruzados de brazos viendo cómo se acaban los recursos que de todas formas son finitos, en términos de gas y petróleo, sino que estamos apostados a que vamos tener más granjas solares, más generación eólica, que vamos a poder hacer un desarrollo en términos de hidrógeno verde”, dijo la ministra.
Los mercados también han reaccionado de forma favorable al proyecto de reforma tributaria que fue radicado el lunes ante el Congreso por parte del Gobierno de Gustavo Petro, aunque aún hay varios temas sensibles como el impuesto a las exportaciones de crudo o el que se prevé aplicar a las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados.
La reforma tributaria de Petro apunta a recaudar $25 billones adicionales en 2023, aunque la meta es aumentar dicho recaudo a $50 billones de forma gradual con normas antievasión y eliminación de exenciones.
A finales de julio, la junta directiva del Banco de la República aumentó las tasas de interés en 150 puntos básicos hasta el 9% en medio de la escalada de la inflación, que el mes pasado llegó a 10,21% anual, rompiendo la barrera del doble dígito por primera vez desde abril del 2000 y borrando el aumento del salario mínimo establecido para este año.
De acuerdo a una nota enviada a Bloomberg Línea por el director ejecutivo del grupo de investigaciones de J.P. Morgan para América Latina, Ben Ramsey, el importante déficit fiscal y de cuenta corriente del país puede limitar el margen de maniobra de la Administración de Gustavo Petro, que además deberá pagar $360 billones de deuda en 4 años correspondiente a intereses y a los compromisos del Gobierno Nacional Central (GNC).
“En general, estamos alineados con la evaluación de nuestros estrategas de que los déficits estructurales gemelos (fiscal y de cuenta corriente) de Colombia lo dejan vulnerable a la presión del mercado y limitan el margen de maniobra hacia adelante”, señaló Ben Ramsey.