Colapso prestamistas no bancarios de México espanta a bonistas

Unifin se une Alpha Holding y Crédito Real en un colapso financiero que casi acabó con un total de US$5.000 millones en bonos

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Bloomberg — El director de Unifin, Sergio Camacho, estaba cansado de las preguntas sobre la salud financiera de la compañía, el prestamista no bancario más grande en México, hasta que se agotó su paciencia.

A Unifin le estaba yendo bien, espetó, y su negocio crecería y prosperaría. “El mercado ha sido irracional”, dijo Camacho impaciente a un inversionista después de interrumpirlo durante la llamada de resultados de la empresa el mes pasado. “No importa lo que haga, no están reaccionando a los fundamentos de la empresa”.

Tan solo 17 días después, la empresa detuvo los pagos de sus US$2.400 millones en bonos extranjeros y les dijo a los acreedores que iniciaría conversaciones para reestructurar los términos de la deuda.

Con esto, desenmascaró el mayor de todos los errores y las falsas esperanzas en la crisis que ha asolado el negocio de los prestamistas no bancarios en México: los problemas que surgieron hace un año en una empresa, y luego poco después en otra, fueron contenidos y no significaba el mismo destino para los otros actores dominantes de la industria.

La decisión sorprendió a los inversionistas y analistas que habían quedado tranquilos con las garantías de la gerencia de Unifin y las sólidas cifras financieras, al menos en comparación con otros prestamistas no bancarios que estaban en dificultades.

“Por decirlo suavemente, Unifin nos deja atónitos, sorprendidos”, dijo Rafael Elías, director gerente de estrategia de crédito corporativo para América Latina en Banctrust & Co. en Nueva York. “Le preguntamos a la compañía específicamente por qué pensaban que los precios de los bonos estaban cayendo, si había alguna razón en particular. La gerencia nos dijo que ‘la caída de los bonos seguramente estaba relacionada con las condiciones generales del mercado’”.

El martes, S&P Global Ratings declaró oficialmente a Unifin en default.

Unifin se une Alpha Holding SA y Crédito Real SAB en un colapso financiero que casi acabó con un total de US$5.000 millones en bonos. Todo tipo de conflictos puso en problemas a las empresas y a sus tenedores de bonos: tanto Alpha como Crédito Real asustaron a los inversionistas al revelar sus problemas contables.

Pero al final, el colapso se aceleró por un aumento repentino en las tasas de interés en México y Estados Unidos, lo que aisló aún más a las empresas del dinero fácil del que dependían.

“Esto puede alejar completamente a los inversionistas de la industria”, dijo Omar Zeolla, analista de Oppenheimer & Co. “Hasta ahora, pensábamos que Alpha y Crédito Real eran casos aislados. Pero el anuncio de Unifin convierte esto en un problema de la industria”.

Crédito Real incumplió un bono en francos suizos en febrero, menos de un año después de que surgieran dudas sobre el sector cuando Alpha Holding reveló un error contable de US$200 millones.

Crédito Real siguió con una revelación propia: los préstamos en mora eran aproximadamente un 82% más altos que los revelados en una presentación anterior. Pero Unifin, que arrienda equipos a pequeñas y medianas empresas, no ha informado ninguna revisión de este tipo.

El default inesperado de Unifin provocó una caída en picada en sus bonos y acciones el martes. Los bonos en dólares con vencimiento en 2023 cedieron 44 centavos a solo 11 centavos y sus acciones mexicanas registraron un colapso del 89%. El panorama no está muy alejado del deterioro en los bonos de Crédito Real y Alpha, que ahora valen centavos por dólar.

Natalia Corfield, directora de investigación de crédito corporativo para América Latina en JPMorgan Chase & Co., dijo en una nota del martes que la medida de Unifin podría estar vinculada a una posible incapacidad para refinanciar la deuda, o bien a condiciones muy estrictas para hacerlo.

Es posible que el liderazgo de la empresa también se haya dado cuenta de que su negocio era insostenible con la estructura de capital actual, o podría también haber problemas contables, escribió.

Un representante externo de la compañía dijo que su decisión de dejar de pagar sus deudas se produjo después de que se cancelaran planes de financiamiento de último momento luego de que los prestamistas exigieran el pago de las líneas renovables.

Hubo varias razones para tener más fe en el compromiso y la capacidad de Unifin para pagar a los tenedores de bonos. Aparte de su insistencia en que no se le debe culpar por los pecados de sus pares, también ejecutó medidas estratégicas, desde acordar una línea de crédito de US$500 millones con Credit Suisse Group AG y finalizar un acuerdo para extender el vencimiento de su bono no garantizado de 2022 hasta mayo de 2024.

El representante de Unifin dijo que la compañía solo había usado US$300 millones de Credit Suisse y había decidido no tomar los otros US$200 millones.

Alertas

Pero los riesgos también estaban allí. Los bonos en dólares de la compañía han sido el foco de atención desde que sus pares generaron dudas en el mercado a mediados de 2021, y comenzaron seriamente a caer a medida que Crédito Real se acercaba al default.

Las sagas de Crédito Real y Alpha también están lejos de terminar. Ambos están envueltos en un proceso de quiebra, y Crédito Real anunció el martes que había “negociado con éxito” la liquidación de sus obligaciones con algunos acreedores. El martes, la compañía también hizo su primera aparición en un tribunal de quiebras de EE.UU. en Delaware.

El ex director ejecutivo de Crédito Real, quien dejó el cargo el año pasado, empujó a la empresa hacia la liquidación el mes pasado, preparando el escenario para una pelea legal sobre la mejor manera de pagar a los acreedores el monto adeudado de US$2.500 millones.

Los procedimientos de quiebra de Alpha se han estancado en gran medida mientras busca una solución en México.

Las tres empresas eran las favoritas del mercado, ofreciendo a los compradores de bonos rendimientos lucrativos al mismo tiempo que recortaban pequeños préstamos (y cobraban tasas de interés de dos dígitos) a millones de personas que tradicionalmente no tenían servicios bancarios en todo México.

Sin embargo, Unifin es la más grande del grupo. Esto genera desorientación para los inversionistas, quienes ahora buscan pistas entre los escombros sobre el futuro de la industria.

Con la colaboración de Michael O’Boyle y Jeremy Hill.

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