Montevideo — Ariel Burschtin es uno de los fundadores de PedidosYa, la compañía de delivery en línea que empezó en 2007 como un proyecto para un curso en una universidad uruguaya y con los años se convirtió en un gigante del comercio en LatAm, al punto que fue vendida a la alemana Delivery Hero.
A casi un año y medio de haber dejado la empresa de la que fue CEO, Burschtin está embarcado en un nuevo proyecto, Orok Ventures, con el que junto a otros de los fundadores de PedidosYa, Álvaro García, buscan potenciar oportunidades para las startups uruguayas y de la región. ¿Por qué? “Nos apasiona y nos genera mucha adrenalina seguir en contacto con este mundo de la tecnología”, dijo en entrevista con Bloomberg Línea, donde también enumeró el conjunto de startups por las que apuestan.
El emprendedor, que este jueves será uno de los oradores en la Mega Experiencia Endeavor en Uruguay, analizó asimismo el momento de las empresas tecnológicas y del venture capital. “Cuando baja la marea es cuando el inversor y el fondo empieza a ser más picky, empieza a mirar mucho más, y eso es lo que está pasando en el mercado”, dijo Burschtin al respecto. Según sostuvo, “siguen habiendo muchísimas oportunidades” y “los venture capital tienen bastante capital todavía para invertir”, por los fondos levantados en los últimos dos años, pero anticipó que el proceso “va a ser un poco más lento, porque el análisis va a durar muchísimo más”.
Además contó que desde fines del año pasado vive en Punta del Este, y relató en primera persona cómo en la ciudad conocida por sus playas y eventos en el verano, ahora se busca forjar un ecosistema emprendedor de la mano de fundadores de empresas como InvertirOnline, PedidosYa o Auth0, quienes eligieron vivir en esa zona de Uruguay.
La siguiente entrevista fue editada por motivos de extensión y claridad.
Luego de su salida de PedidosYa, comenzaron con el fondo Orok. ¿Cómo visualiza el actual momento para las tecnológicas en LatAm en medio de un contexto de suba de tasas de la Fed y un mercado tan volátil?
Junto a Álvaro García nos fuimos al mismo tiempo después de 14 años en PedidosYa. Nuestro último día en el rol operativo fue el 31 de marzo del año pasado. Después de la salida a bolsa del grupo, donde nosotros hicimos un merger con la compañía alemana (Delivery Hero), al tiempo empezamos a pensar en una siguiente etapa. Tuvimos muy claro que queríamos dejar a PedidosYa super fuerte en todos los mercados y con un equipo donde nos sintamos orgullosos de que la compañía iba a seguir adelante cumpliendo sus objetivos. Fue lo que hicimos, dejamos a un c-level super experiente. Entonces cuando salíamos de la compañía pensamos en qué es lo que nos gustaría realmente hacer en esta etapa. Y nos vibra, nos apasiona y nos genera mucha adrenalina seguir en contacto con este mundo de la tecnología. Para nosotros los 14 años de PedidosYa fueron, cada año, como tres o cuatro años normales por la intensidad de cosas. Todas las idas y vueltas que fuimos teniendo nos generó una forma de ser y una necesidad de seguir viviendo esas adrenalinas, y tratar de ser parte y seguir apoyando historias, que es algo que disfrutamos un montón. Entonces naturalmente hablamos con mucha gente del ecosistema, con personas que en ese momento también estaban saliendo de sus compañías. Y así nació Orok Ventures, con un foco principalmente de estar en contacto y ser inversores de fondos de venture capital, o fondos de private equity enfocados en tecnología.
¿Cómo llevó usted ese proceso?
A mí personalmente me encantó el mundo de finanzas y de los mercados. El mundo de equity, de renta fija, el de alternativos, de real estate a través de fondos. Y en la parte de venture capital, dentro de los alternativos, vimos que entre los últimos 10 a 20 años era un sector donde empezaron a haber muchísimas oportunidades. El mercado de compañías privadas es más difícil. Y al final uno gana o le va mejor si va a través de los mejores gestores de estos fondos. Así tratamos de apuntar a un target de tener entre 15 y 30 fondos en que nosotros podamos ser limited partners, lo cual nos iba a permitir estar en contacto con startups. Porque, dada nuestra historia, en muchos fondos nosotros entrábamos como inversores y capaz que podíamos darle una mano a algún equipo en talento, en visión, en expansión, y en muchísimas de las cosas que nos fue tocando. Eso nos encantaba. También nos daba la posibilidad de hacer coinversiones en algunas startups, que el propio fondo a veces abre a algunos LPs justamente con sombrero de tecnología para que haya un win-win entre todos. Por otro lado, naturalmente dijimos: vamos a involucrarnos e invertir en equipos que a nosotros nos parezca que tienen ganas de comerse el mundo. Ahí estaba nuestro checklist. Así nos fuimos también involucrando directamente alrededor de siete u ocho startups, principalmente tratando de aportar desde el board o como advisors activos.
¿Cuáles son esas startups con las que están trabajando o que están viendo para invertir?
Por ejemplo Vopero, que es una fashion resale que está operando en México y en Uruguay. Rápidamente lanzó en Uruguay y se expandió al mercado mexicano. En las primeras rondas que se armaron nosotros colaboramos a que haya varios inversores de calibre global y de renombre para aportar experiencia y que lleguen al próximo nivel. Hubo una ronda de Axo y thredUP, que son dos estratégicos gigantes, uno en México y otro en Estados Unidos. Vopero levantó US$7,5 millones. También estamos en el board y somos inversores de Strike, una compañía de ciberseguridad que cerró una ronda semilla justo al comienzo del año de US$5,4 millones. También estamos en una startup de fintech, que es Scalto. Es una compañía que todavía no anunció, pero levantó dinero de varios inversores super interesantes. Estamos en Nilus, que es una compañía de alimentos para clases bajas de población. Estamos en Revolut como coinversor, obviamente en una parte pequeña porque es una compañía valuada en más de US$30.000 millones. Allí coinvertimos a través de un fondo en el que entramos en Europa. Estamos también en otras compañías. Chance es una compañía de fintech nueva que está surgiendo. Y Frescoo es otra también.
Dada la volatilidad que hubo en el primer semestre en los mercados ¿cómo ven desde Orok que puedan afectar a las rondas? ¿Podría haber un perjuicio de cantidad o de montos?
En los últimos años, dados los casos de éxito que fueron ocurriendo, América Latina atrajo mucho venture capital que antes no miraba tanto hacia aquí, y la curva de funding hacia la región no paró de aumentar en tasas gigantes año tras año. Eso dio muchísimas oportunidades a compañías para desarrollarse. Eso también genera otro efecto globalmente. Era la época dorada donde se veían compañías que valían US$150 millones y al otro año ya valían US$2.500 millones. Todo crecía, las tasas estaban muy bajas y era como un efecto donde startups, VC y private equity estaba dando un tremendo retorno, todo el mundo se iba metiendo, y entonces había cada vez más dinero. Cuando empezaron los anuncios de que iban a subir las tasas, esas noticias hicieron que el dinero empiece a valer obviamente más caro y que muchísimos de los grandes fondos de pensión y bancos, que venían teniendo muchas ganancias en ámbitos de tecnología tanto en compañías públicas como privadas, se empiecen a resguardar y a hacer movimientos del mundo tech a lo que son compañías de valor. ¿Qué pasa? Estos fondos manejan cifras muy grandes y cuando dicen de bajar un tercio de su posición en tecnología growth a value, genera precipitaciones enormes, lo cual cuando una acción de una compañía que vale 200, pasa a 170 o 150, comienzan a dispararse triggers de otros fondos que empiezan a vender también. Entonces automáticamente se empezaron a disparar ventas de compañías, y de 150 pasaron a 130 o 120. Y después cuando el resto del mercado ve que baja tanto, mucha gente hace ventas y sigue bajando, lo cual generó una normalización de valuaciones. Hay un dicho que es: cuando baja la marea se ve quién realmente estaba vestido. Estar vestido es cuando anda bien la compañía, tiene buena operación, los revenues andan muy bien, tiene buen margen, y ves si es saludable el negocio. Cuando está alta la marea no ves todo eso. Todo es sexy y todo es lindo. Cuando baja la marea es cuando el inversor y el fondo empieza a ser más picky, empieza a mirar mucho más, y eso es lo que está pasando en el mercado. Creo que siguen habiendo muchísimas oportunidades. Los venture capital tienen bastante capital todavía para invertir, por los fondos que se levantó justo el año pasado y el anterior, entonces tienen mucho capital para seguir seleccionando emprendedores y equipos donde apostar. Pero creemos que va a ser un poco más lento, porque el análisis va a durar muchísimo más. Antes en un mes capaz que un fondo decidía y entraba. Ahora por ahí quiere ver un poco de ejecución. Quiere ver tres o seis meses para ver cómo le va al equipo. Se aseguran más que la inversión va a ser una buena apuesta.
En los próximos días será uno de los oradores de la Mega Experiencia Endeavor, ¿Qué recomienda para escalar un negocio en un contexto de más tasas y temores de recesión?
Cuando nosotros comenzamos en PedidosYa era una época complicada para la región en el sentido de cantidad de funding para las startups. En 2007 comenzamos con la idea y entre 2008 y 2010 fue totalmente a pulmón. Teníamos que arreglarnos y generamos algunos negocios de software factory para poder ir fondeando la operación de PedidosYa. Pero habían US$1.000 de revenue y nos rendían un montón. Hasta que empezamos a tener rondas de capital. Venimos de la escuela de los chicos de Kaszek Ventures, que antes de fundar Kaszek fueron angel investors y advisors de PedidosYa. Estuvimos tres años enteros viviendo la filosofía de contratar un talento si realmente va a rendir por cinco el costo de lo que estás contratando. Y si tenes que contratar a cinco, empezá contratando a uno, después otro. Hace las cosas de manera gradual pero dando pasos sólidos y firmes. Y tratando que una persona rinda y no justamente, si hay capital, empezar a contratar y contratar, cosa que a los seis meses te veas en una startup de 40 personas donde la mitad de la gente no tenga bien claro el rol y su responsabilidad. Después otro punto es la calidad de la persona y tratar de buscar personas que ya hayan vivido algunas de las experiencias.
Distintas empresas han anunciado despidos, ¿desde su punto de vista es preferible “achicar” ahora con despidos a tener un crecimiento exponencial que en el futuro te pueda dejar mal parado?
Depende del estadío de la compañía. Si es una compañía que arrancó recién, y son muy pocos, no tienen que empezar a despedir. Es todo un tema de timing. Si arrancaste en julio del año pasado, que venía todo increíble hasta diciembre, hiciste un boost de cero a 50 personas y te agarró este período del mercado, y habías planeado tener un burn de 12 a 15 meses, ahí es cuando uno capaz está más complicado. Porque era muy probable que ibas a volver a levantar una ronda. Ahora como realmente ven tracción en serio, y se hace más análisis, capaz es mejor acomodarse para sobrevivir más tiempo. En vez de 12 o 15 meses, ir a mínimo 24 meses de supervivencia. En esa idea de ir a 24 meses hay muchas cosas que uno puede hacer. Una es tratar de ajustar la parte de people dentro de la organización. Otra es bajar un poco el marketing para no apostar tanto y limitar un poco los costos de adquirir cada cliente. Hasta US$20 dólares voy y más de eso ya es caro y no me va a permitir llegar a 24 meses de tracción. Y más las grandes startups, que venían levantando rondas de US$30 millones, US$50 millones o más de US$100 millones, y contrataron tantas personas que las pasaba lo mismo. El tiempo de supervivencia no eran 24 meses, y tienen que ajustar el negocio para no ponerlo en riesgo.
¿Cómo visualiza PedidosYa en un mercado de LatAm en el que cada vez hay más competidores?
Lo veo super sólido. Desde cuando nos retiramos siguió creciendo un montón en todos los mercados y consolidándose. Siguió mejorando la operación logística de los nuevos verticales que eran las apuestas en la región. Lo que procesa anualmente la plataforma está arriba de 21 millones de órdenes por mes, lo cual es un montón de volumen. Eso da más de US$3.000 millones anualizados. La compañía está súper sólida, sigue creciendo. En Uruguay, con tres millones y medio de habitantes, cuando hace muchísimos años llegamos a 100.000 órdenes por mes nos parecía un montón. En la etapa del IPO PedidosYa estaba en 300.000 o 400.000 órdenes por mes. En un momento nos planteamos ir a un pedido por habitante en cada mercado. Eso no es que toda la población pida, sino que con que un 25% sea usuario y pida cuatro veces por mes, ahí da la cantidad de población en órdenes por mes. Ahora Uruguay ya es un mercado arriba de 1,2 millones de órdenes por mes.
En Colombia se ha denominado efecto Rappi, ¿Podría verse en Uruguay un efecto PedidosYa o dLocal (DLO)?
Creo que sí. Ellos le llaman la Rappi Mafia y creo que hay una especie de PedidosYa Mafia, una especie de dLocal Mafia. Y hay casos muy claros. En Strike, en el caso de Santiago (Rosenblatt) una de sus experiencias laborales fue varios años en PedidosYa y hoy en su equipo tiene varios ex PedidosYa. Mismo el board somos los tres founders de PedidosYa más un inversor de un fondo inglés. A su vez Frescoo, una nueva compañía, es totalmente PedidosYa Mafia, digamos. Es una compañía que va a tener varios componentes de PedidosYa. A su vez, en Uruguay Datanomik también viene de dLocal y Astropay. Y hay varios más. Bueno, en Nilus, donde está Rúben (Sosenke, otro de los fundadores de PedidosYa), le gustó tanto y se apasionó con el problema que le dijo al founder: ¿por qué no te doy una mano? Se puso de CTO y organizó todo el equipo. Todos los ejemplos en los que estamos tienen un componente de esto y creemos que van a surgir tremendas oportunidades y van a salir grandes compañías.
De un tiempo a esta parte muchos founders argentinos han venido a radicarse a Uruguay, ¿En qué medida le están dando un impulso al sector emprendedor y en qué es tangible?
Con Álvaro García estamos basados en Punta del Este y cada semana nos enteramos de nuevos emprendedores que llegaron. Yo vine en diciembre para el verano y ya nos quedamos con mi familia. Y acá es como una familia también. En pocas semanas, vas a una comida y ya haces una relación super interesante con muchas personas, compartís un montón, y se empiezan a dar oportunidades. Uno dice: yo estoy en esta startup, ¿querés entrar? Te invito, o te conviene porque tenés el perfil. Entonces se genera un efecto potenciado por los emprendedores que están acá en Uruguay, ya sea en Punta del Este, pero en Montevideo también hay un montón. Se presta para acercarse. De repente voy a un evento que lo comparto con Matias Woloski, y nos comentamos de proyectos en los que estamos y compartimos de esa forma. Y así con un montón de emprendedores que están en la vuelta. Mismo hay grupos de Whatsapp informales para pensar iniciativas. Hay reuniones cada alguna semana para hablar del sector y compartir experiencias. Es algo que se está dando.