Bloomberg — La presencia de Domino’s Pizza Inc. (DPZ) en la cuna de la pizza no fue extensa, luego de que los italianos eligieran a los restaurantes locales por sobre la cadena estadounidense.
Los últimos de los 29 locales de Domino’s que quedaban el país cerraron luego de siete años de presencia de la empresa en el país. Domino’s sacó grandes préstamos y planeaba abrir 880 locales, pero se enfrentó a una dura competición por parte de los restaurantes locales, que expandieron su servicio de delivery durante la pandemia y buscaron protección de los acreedores tras quedarse sin dinero y atrasarse con sus obligaciones de deuda.
La cadena estadounidense desembarcó en Italia en 2015 con un acuerdo de franquicias con ePizza SpA. Planeaba diferenciarse con la provisión de un servicio de delivery a nivel nacional e ingredientes al estilo de EE.UU., entre ellos ananá.
Su ambicioso plan se encontró con dificultades ya que los pizzeros tradicionales aumentaron las entregas o firmaron acuerdos con servicios de terceros como Deliveroo Plc, Just Eat Takeaway.com NV o Glovo para llevar sus productos a los hogares de los clientes mientras las restricciones pandémicas prohibían cenar fuera.
“Atribuimos el problema al aumento significativo del nivel de competencia en el mercado de entrega de comida, tanto con cadenas organizadas como con restaurantes individuales que entregan comida, al servicio y a la reapertura de restaurantes tras la pandemia y a los consumidores que salen a gastar”, dijo ePizza en un informe a los inversores que acompañaba a sus resultados del cuarto trimestre de 2021.
Los representantes estadounidenses e italianos de ePizza y Domino’s no respondieron a los mensajes en busca de comentarios. Las llamadas a los 13 locales de Domino’s que quedan en Italia no fueron respondidas. La compañía ya había reducido sus operaciones en el país desde su pico en 2020 y dejó de ofrecer entregas desde su sitio web el 29 de julio.
Sin embargo, los cierres sorprendieron a algunos de sus clientes, que acudieron a los canales de redes sociales de la cadena en Italia para preguntar por qué sus llamadas y pedidos no eran atendidos o por qué su tienda local había cerrado.
El cierre se produjo después de que en abril un tribunal de Milán concediera a la empresa protección judicial contra los acreedores durante 90 días, según un comunicado de ePizza. Las medidas, que impedían a los prestamistas exigir el pago de la deuda o embargar los activos de la empresa, expiraron el 1 de julio. No ha habido más actualizaciones sobre el proceso judicial, según los documentos electrónicos del tribunal o la Cámara de Comercio italiana.
La empresa tenía una deuda de 10,6 millones de euros (US$10,8 millones) a finales de 2020, según los últimos informes anuales auditados.
-- Con la ayuda de Luca Casiraghi.
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