Bloomberg — Taiwán reiteró que no sucumbirá a las presiones de China tras varios días de ejercicios militares aéreos y marítimos alrededor de la isla, con lo que las hostilidades se mantendrán a pesar de que líderes mundiales instan a poner fin a la contienda.
El Ejército Popular de Liberación (EPL) de China dijo que realizó ejercicios alrededor de Taiwán el domingo, con simulacros centrados en probar las capacidades de la potencia de fuego conjunta en ataques aéreos y terrestres de largo alcance. China no precisó si las maniobras militares, que, según se informó anteriormente, tendrían lugar hasta el mediodía del domingo, han terminado o si se extenderán.
Taiwán dijo que los simulacros chinos volvieron a simular ataques a su isla mayor, así como a barcos taiwaneses. China también desplegó aviones no tripulados cerca de las islas periféricas de Taiwán, dijo el Ministerio de Defensa, añadiendo que respondió con el envío de aviones y barcos y supervisó la situación mediante la vigilancia y el reconocimiento.
El Ejército Popular de Liberación (EPL) realizó unos 66 vuelos el domingo, incluidos 22 que cruzaron la Zona de Identificación de Defensa Aérea del suroeste, según el ministerio. Unos 14 buques de guerra chinos fueron detectados en torno al estrecho de Taiwán hasta las 17.00 horas (hora local). Por otra parte, se detectó un avión no tripulado que se acercaba a las aguas restringidas de la zona de Kinmen y fue ahuyentado con bengalas, dijo el ejército de Taiwán.
Después del viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi de EE.UU., a Taiwán la semana pasada, Beijing ha llevado a cabo sus ejercicios militares más provocativos en décadas. También es probable que haya disparado misiles sobre la isla de 23 millones de habitantes, que haya enviado buques de guerra a través de la línea mediana del estrecho de Taiwán, y que haya enviado oleadas de aviones de guerra a través de la frontera definida por EE.UU.
“El uso de acciones militares por parte de China para perturbar la paz y la estabilidad de la región ha sido brutal”, declaró el domingo a la prensa el primer ministro taiwanés, Su Tseng-Chang. “Nunca nos doblegaremos ante las presiones. Defendemos la libertad y la democracia, y creemos que los taiwaneses desaprueban las acciones intimidatorias de China con la fuerza y el ruido de sables a nuestra puerta.”
Su dijo que el gobierno chino no debiera flexionar sus músculos militares.
“No sólo Taiwán sufre”, dijo. “Los países vecinos han protestado enérgicamente, y los países amantes de la libertad y la democracia, como EE.UU., lo han condenado enérgicamente”.
Beijing denunció la visita de Pelosi como una violación del compromiso de EE.UU., hace 50 años, de no reconocer formalmente al gobierno de Taiwán, país que China reclama como su territorio. El viernes anunció una serie de medidas que incluyen la interrupción de las conversaciones sobre defensa con EE.UU., lo que supone un nuevo deterioro de las relaciones entre las mayores economías del mundo.
El Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo el sábado a la prensa que China está llevando a cabo acciones cada vez más desestabilizadoras y que se lo ha comunicado a su homólogo chino, Wang Yi. Blinken dijo que las tensiones entre EE.UU. y China deben reducirse, y que urgió a Wang a mantener abiertas las líneas de comunicación entre ambas partes.
“Las diferencias entre Taiwán y la China continental deben resolverse pacíficamente”, dijo Blinken. “Los países de la región y de todo el mundo están muy preocupados por ello”.
La elección de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, en 2016 puso en jaque los esfuerzos de Pekín por profundizar en los lazos económicos y sociales con la isla. Tsai, del Partido Democrático Progresista, rechaza el concepto de “una sola China” y ha buscado mayores vínculos con EE.UU. para reducir su dependencia del continente.
La visita de Pelosi “demostró cómo la intensidad del conflicto ha estado en ese nivel durante un buen tiempo”, dijo el sábado el presidente filipino Ferdinand Marcos Jr. tras reunirse con Blinken. “En cierto modo nos hemos acostumbrado a la idea”.
Las maniobras militares de China obligan a los barcos a pensar dos veces antes de dirigirse a uno de los puertos más importantes de Taiwán, creando posibles retrasos en los envíos de productos electrónicos. Los navieros, preocupados por la posibilidad de ataques con misiles, están optando por dejar los barcos inactivos y quemar combustible extra hasta que pasen las maniobras.
El estrecho de Taiwán es una ruta clave para las cadenas de suministro, con casi la mitad de la flota mundial de contenedores pasando por la vía marítima este año. Aunque los buques siguen transitando por el estrecho durante las maniobras militares, navegan alrededor de las zonas de simulacro. La Oficina Marítima y Portuaria de Taiwán comunicó el jueves a los buques que eviten las zonas designadas alrededor de la isla hasta el 8 de agosto en la zona oriental.
“Es una cuestión que puede llevar a un conflicto y a una guerra en detrimento de todas las partes implicadas, especialmente de la población de Taiwán”, dijo Teo Chee Hean, ministro coordinador de la seguridad nacional de Singapur, en un post de Facebook. “Estas tensiones también tienen un impacto negativo sobre nosotros aquí en el Sudeste Asiático. Esperamos que prevalezca la sabiduría”.
Si bien no resulta claro si los simulacros en torno al estrecho terminaron como estaba previsto, China dijo el sábado que realizará prácticas con armas reales en la parte sur del Mar Amarillo. Los simulacros durarán diez días, del 6 al 15 de agosto.
La Administración de Seguridad Marítima también dijo el sábado que durante un mes, a partir del 8 de agosto, se llevarán a cabo ejercicios militares en las zonas del mar de Bohai, y advirtió a los barcos que evitaran entrar en la zona.
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