Bogotá — Indígenas, comunidades afro y de campesinos se tomaron este domingo la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá durante la posesión del líder de izquierda Gustavo Petro como nuevo presidente de Colombia, en donde su mensaje de incluir a “los nadie” y a los excluidos caló con fuerza en un país que sigue siendo tremendamente desigual en sus bases.
“Aquí está como en el recorrido de mi existencia, el pueblo. Las manos humildes del obrero, aquí están las campesinas y las que barren las calles (…) el amor al pueblo, a la gente que sufre excluida, es el que me tiene aquí para unir y construir una nación”, dijo Petro en su discurso.
Señaló que “Colombia no es solo Bogotá” y por ello “el Gobierno del cambio será descentralizado. Les prometo que vamos a estar y trabajar en todo el país, desde Leticia hasta Punta Gallinas, desde Cabo Manglares hasta Isla San José”.
Síguenos en las redes sociales de Bloomberg Línea Colombia: Twitter, Facebook e Instagram
“Duele mucho la ausencia del Estado en muchos puntos del país. Ya no más. Voy a trabajar para que el lugar de nacimiento no condicione tu futuro y para que el Estado diga presente en cada rincón de Colombia”, indicó.
La Plaza de Bolívar se llenó de color y fiesta en medio de las arengas de los colombianos que asistieron a la posesión del nuevo mandatario colombiano, quien subió al poder en medio del descontento social que provocó una ola de históricas protestas el año pasado.
“Sí se pudo, sí se pudo”, gritaban los asistentes a la posesión a medida que ingresaban a la Plaza de Bolívar los distintos miembros del nuevo gabinete, así como los invitados especiales a la ceremonia.
Comunidades de Nariño, Putumayo, Guaviare, Chocó, Guainía y Vaupés llegaron hasta el centro de la capital colombiana en medio de representaciones artísticas, música y coloridas banderas de sus regiones.
La posesión de Gustavo Petro colmó la Plaza de Bolívar de la diversidad étnica y cultural del país, aunque en varios puntos de la ciudad se vivió su propia fiesta por cuenta de las distintas actividades programadas.
En el Parque de los Periodistas, situado a unas pocas cuadras de la Plaza de Bolívar, se realizaron diferentes presentaciones en vivo de artistas locales como la bogotana Andrea Echeverri.
Aunque la celebración se extendió también a otras urbes importantes como Manizales o Cartagena, en donde la transmisión de la posesión se vivió en un ambiente festivo, en el marco también de las conmemoraciones por el 7 de agosto, cuando ocurrió la Batalla de Boyacá en 1819.
A la posesión de Gustavo Petro asistieron varios de los diferentes sectores políticos del país, así como importantes invitados extranjeros entre los que destacaron el rey Felipe VI de España; así como los presidentes de Chile, Gabriel Boric; de Argentina, Alberto Fernández, entre otros.
Entre los exmandatarios colombianos asistieron Juan Manuel Santos (2010-2018), Ernesto Samper (1994-1998) y César Gaviria (1990-1994).
Los asistentes se mantuvieron activos durante la toma de posesión y reaccionaron con aplausos o silbidos conforme se presentaron los distintos invitados al acto de posesión del gobernante de izquierda.
Uno de los episodios más emotivos del evento fue cuando la congresista María José Pizarro, hija del asesinado exguerrillero del M-19 y candidato presidencial Carlos Pizarro, impuso la banda presidencial al nuevo mandatario evidentemente conmovida por los recuerdos de su padre.
Y aunque el presidente saliente Iván Duque no había autorizado el traslado de la espada del libertador Simón Bolívar al acto de posesión, Gustavo Petro dio la orden como nuevo mandatario de que el Batallón Guardia Presidencial la trajera hasta la plaza: “Quiero que nunca más esté retenida, que solo se envaine, como dijo su propietario, el libertador, cuando haya justicia en este país”, manifestó.
El primer reto de Gustavo Petro será estabilizar las debilitadas finanzas públicas del país en medio de la alta deuda pública provocada para la atención de la pandemia y la reactivación económica.
Esto en medio de un escenario macroeconómico adverso que ha presionado a los mercados emergentes y ha llevado al dólar a alcanzar máximos históricos en países como Colombia y Chile.
Hoy empieza la Colombia de lo posible. Estamos acá contra todo pronóstico, contra una historia que decía que nunca íbamos a gobernar, contra los de siempre, contra los que no querían soltar el poder. Pero lo logramos. Hicimos posible lo imposible.
Gustavo Petro
El PIB de Colombia será el de mayor crecimiento este año y el próximo entre los mayores mercados de Latinoamérica, en donde se espera que la economía crezca un 3% en 2022 y 2% en el 2023, según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La organización financiera internacional revisó al alza sus pronósticos de crecimiento de la economía colombiana desde el 5,8% proyectado en abril hasta el 6,3% de julio, pero para 2023 moderó sus expectativas al bajar levemente del 3,6% al 3,5%.
A principios de junio el Banco Mundial mejoró el pronóstico de crecimiento de la economía colombiana del 4,4% al 5,4% en 2022 debido, en parte, “a los efectos de arrastre” y al impulso que le da el precio de algunas de las principales materias primas.
En 2023 la economía del país crecería 3,2% y en 2024 un 3,3%, de acuerdo a las proyecciones de esa entidad.
Y para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Colombia crecería un 6,1% este año apalancada por el consumo privado y el repunte de los precios de las materias primas, lo que le permitirá al país ser el de mejor desempeño entre las economías de Latinoamérica.