Guatemala — Desde el 4 de agosto concluyó el periodo de subsidios en Guatemala para los galones de gasolinas superior y regular que tenían el aporte de Q5 (US$0,65), y de Q7 (US$0,91) para el diésel.
El apoyo temporal a los precios de los combustibles fue aprobado por el Congreso de la República de Guatemala en el primer semestre, como parte de un programa de emergencia para atenuar los efectos del alza del barril de petróleo a escala internacional sumado a los efectos del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Todo apunta a que el único beneficiado con algún aporte sea para el galón de diésel por una nueva propuesta que se discute en el Congreso de la República de Guatemala, para otorgar Q5 (US$0,65) a este producto.
La focalización sería para el galón de diésel, porque la mayoría de movimiento económico se traslada a través del transporte de carga y además el transporte público tiene un papel importante para la movilización de las personas a sus puestos de trabajo.
El Ejecutivo, también presentó una propuesta para ampliar la cobertura de la tarifa social de energía eléctrica para familias que consuman hasta 125 kilovatios, ambas ya pasaron en su primera lectura.
Precios vuelven a la normalidad
Los precios del galón con subsidios en las estaciones de servicio se mantenían (en modalidad de servicio completo) en promedio en Q33,19 (US$4,29) la superior; la regular: Q32,29 (US$4,17); y el diésel: Q30,09 (US$3,89). A partir de este 5 de agosto, hay que sumarle los Q5 y Q7, según el caso.
En ese sentido, los expendedores de combustibles afirmaron que a partir de las cero horas de este viernes ya no se realizará el descuento del subsidio por parte las compañías importadoras que surten a las estaciones de servicio y ya anunciaron a los clientes que, a partir de esa hora, la facturación se emitirá con precios normales.
Sin embargo, si las estaciones de servicio tienen inventario adquirido con el subsidio, este se tendrá que aplicar, según lo establece el reglamento correspondiente al apoyo temporal.
“Subsidios son caros e insostenibles”
Álvaro González Ricci, ministro de Finanzas Públicas de Guatemala comentó a Bloomberg Línea, que el subsidio que se ha dado al diésel y a la gasolina regular y súper ronda los Q2.300 millones unos (US$297.38 millones), “eso es muchísimo dinero”, expresó.
A lo anterior, hay que sumarle los Q90 millones (US$11.64 millones) que se van a dar en tema de ampliar la tarifa social de 88 a 100 Kilovatios /hora, más lo que se está haciendo en el Ministerio de Agricultura con el programa de estipendio por acciones, más los Q50 millones (US$6.46 millones) mensuales que se van al gas propano.
“Hay un aporte considerable a los subsidios, pero aquí lo más importante es que no hemos tenido que incurrir en deuda para poderlos entregar, se han dado a través de saldos de caja que teníamos del año anterior, por lo cual nuestro presupuesto sigue intacto”, afirmó el funcionario.
Hasta la semana pasada, la ejecución del Apoyo Social Temporal a los Consumidores de Combustibles era de Q1.487 millones (US$192.6 millones), el 65,81 % de un total de Q2.260 millones (US$292.2 millones), mientras que el del apoyo para el gas propano reportaba 71,52 % de ejecución, por unos Q238 millones (US$30.7 millones) de un total de Q333 millones (US$43,05 millones).
Ricci considera que, los subsidios “son insostenibles en Guatemala” y en el mundo, por lo tanto, la solución no es eliminarlos de “golpe” sino irlos escalonando o bien “focalizarlos”, como el caso del galón del diésel porque puede afectar el costo del flete y de los productos de la Canasta Básica Alimentaria.
Las nuevas propuestas de continuar con el aporte de Q5 al galón de diésel y el de la energía a la tarifa social tendrá un costo de aproximadamente Q137.5 millones (US$17.78 millones), de aquí a diciembre del presente año, refirió González Ricci.
El jefe de Finanzas reiteró que no está a favor de los subsidios, “porque vuelven ineficiente a los mercados y los distorsionan. La salida es focalizar los apoyos para que lleguen a las personas correctas”, resaltó.
González Ricci concluyó que los aportes a los combustibles eran demasiado grandes, y como el mercado del petróleo a nivel internacional ya se está estabilizando, los subsidios se deben ir desescalonando.