Buenos Aires — Solo dos países –Estados Unidos y China– tienen más poder de voto que Japón en el Directorio del Fondo Monetario Internacional, algo que convierte al país asiático en un jugador clave a la hora de definir los créditos de rescate que otorga el organismo multilateral a países que atraviesan crisis financieras. En una entrevista exclusiva, a horas de que asumiera Sergio Massa como ministro de Economía de la Argentina, Fujita Naofumi, segundo secretario de la Sección de Economía de la Embajada del Japón en la Argentina, afirmó que “es urgente que el Gobierno argentino aplique políticas fiscales y monetarias suficientemente creíbles para mejorar la balanza por cuenta corriente”.
Lo hizo al advertir que Japón “se encuentra en una situación financiera muy difícil desde hace muchos años”, y que “el FMI es financiado por los países miembros”. En ese sentido, resaltó que “si los préstamos se volvieran incobrables, significaría deudas incobrables para cada miembro”.
Existe no poco escepticismo en Japón sobre el apoyo financiero que presta a la comunidad internacional
Fujita Naofumi, segundo secretario de la Sección de Economía de la Embajada del Japón en la Argentina
En ese sentido, abogó por modificaciones en las metas trimestrales del programa del FMI “cuando sea necesario”, y pidió que las autoridades argentinas trabajen para mejorar la solvencia del país, teniendo en cuenta “que los reembolsos a los acreedores privados comenzarán en el futuro”.
Más que la inflación, señaló a las trabas a las importaciones y a las restricciones cambiarias como los principales obstáculos para las empresas japonesas que operan en Argentina. Resaltó, en ese sentido, que el total de compañías de ese país con operaciones en suelo argentino pasaron de aproximadamente 100 en 2018 a 70 en 2021.
Destacó las inversiones de Toyota durante la pandemia, y el potencial que tiene Argentina con la minería y las energías renovables, rubros en los que invierten las empresas Mitsui en Santa Cruz (parque eólico), y Toyota Tsusho en Jujuy (litio).
La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad
¿Cuán importante es para Japón que Argentina pueda ir cumpliendo sus metas trimestrales como parte su nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional?
El programa del FMI desempeña un rol importante para la estabilidad económica y financiera de Argentina. Así que cogemos con satisfacción los pasos que ha dado Argentina hacia el crecimiento económico y la consolidación fiscal en el marco del nuevo programa con el FMI. La implementación del programa tal como está previsto es de gran importancia en primer lugar para la propia Argentina, pero también para todos los miembros del FMI, incluido Japón. Esto se debe a que el FMI es financiado por los países miembros, y si los préstamos se volvieran incobrables, significaría deudas incobrables para cada miembro. Japón, en particular, se encuentra en una situación financiera muy difícil desde hace muchos años, y existe no poco escepticismo en Japón sobre el apoyo financiero que presta a la comunidad internacional. Por lo que el país sigue de cerca la implementación del programa del FMI desde la perspectiva de la responsabilidad ante nuestros ciudadanos. En ese sentido esperamos que el estrecho seguimiento de la situación política y económica por parte del FMI en sus revisiones trimestrales se traduzca en un programa sólido y confiable, con modificaciones cuando sea necesario.
¿Qué lugar ocupa el programa en la agenda bilateral entre ambos países? ¿Es una prioridad?
Normalmente no hablamos del FMI dentro de nuestra conversación bilateral con el Gobierno argentino, dado que este tema, siempre lo tratamos a través del Directorio del Fondo, y no como un tema bilateral. No obstante, el grado de cumplimiento del programa de Argentina es interesante e importante para Japón en el sentido de que el préstamo del FMI tiene relación con el tema del Club de París, donde hay una parte que negociamos bilateralmente.
¿Cree que el acuerdo tal como está planteado, con pagos por más de US$45.000 millones entre 2025 y 2034, es sustentable para la Argentina
El nuevo programa tiene cierto grado de solidez en cuanto a sus objetivos, como lograr un equilibrio primario para 2025, y una financiación monetaria cero para 2024. Además, el nuevo programa tiene un período de préstamo que es el doble que el anterior programa. Reconozco que la capacidad de reembolso de Argentina se ha tenido plenamente en cuenta. Dado que los reembolsos a los acreedores privados comenzarán en el futuro, es urgente que el Gobierno argentino aplique políticas fiscales y monetarias suficientemente creíbles para mejorar la balanza por cuenta corriente y el equilibrio fiscal. Para ello debería considerarse la posibilidad de mejorar el programa con ocasión de la revisión trimestral si fuera necesario. Teniendo en cuenta el gran potencial económico de Argentina, la ejecución de los reembolsos en el marco del programa debería ser suficientemente sostenible.
¿Cuáles son los principales obstáculos hoy para que las empresas japonesas inviertan en el país?
El número de empresas japonesas que operan en Argentina está disminuyendo actualmente, pasando de más de 100 en 2018 a 70 en 2021, debido a la desaceleración del mercado y a planes de reestructuración estratégica global. Para fortalecer las relaciones económicas entre Japón y Argentina, parece imprescindible fomentar un entorno en el que las empresas puedan tomar decisiones de inversión a largo plazo, estableciendo una estabilidad crítica que garantice la previsibilidad, además de liberalizar el comercio y eliminar los controles de capital, desde la perspectiva que las empresas de ambos países puedan hacer negocios con tranquilidad. En ese sentido esperamos la pronta entrada en vigor del convenio para evitar la doble imposición y la aprobación del Congreso argentino del tratado bilateral de inversión.
¿Cómo impacta en la inversión de las empresas japonesas una inflación que se espera que llegue este año al 90%?
Durante la pandemia, Toyota anunció inversiones por US$50 millones y Nissan por US$130 millones. Además, Toyota anunció un aumento en la producción y del empleo, a partir del 2022. De ese modo, las empresas japonesas han contribuido de manera significativa al aumento constante de la capacidad productiva de Argentina. Además del sector automotriz, se ha invertido en el sector de las energías limpias, como la energía eólica, el litio y el hidrógeno, donde Argentina tiene un gran potencial.
¿Es un tema preponderante la inflación a la hora de tomar esas decisiones de inversión?
Sí, desde luego que la inflación preocupa y afecta. Pero lo que más preocupa es el tema del tipo de cambio y todas las restricciones a las importaciones. Las trabas al comercio exterior en general. En esos dos temas se está siempre reclamando una mejora sustancial.
¿Cuáles fueron los montos totales invertidos por empresas japonesas en 2020, 2021 y el primer semestre de 2022?
En estos tres años, las inversiones fueron de menos de US$800 millones. Con la salvedad de que no tenemos todos los detalles de todas las inversiones de empresas japonesas que tienen negocios en Argentina.
¿Ven una disminución año a año, por las medidas cambiarias?
No están aumentando. Obviamente son tres años complicados por la pandemia, donde únicamente las automotrices pudieron invertir. Está mejorando la economía argentina y las empresas están más proclives para realizar inversiones, pero las restricciones cambiarias y de comercio son un tema.
El mayor nivel de inversión en el litio argentino se está viendo desde China. ¿Pueden competir las empresas estadounidenses, o japonesas?
No estamos pensando demasiado en la competencia con otros países, dado que estamos viendo qué necesita Japón, y en función de nuestras necesidades estamos desarrollando nuestras inversiones. Todavía estamos en la etapa del desarrollo de la industria del litio. Todavía no producimos baterías eléctricas en el país. No estamos pensando en la competencia. En el futuro podremos llegar a pensar en esa competencia.
¿Ven que Argentina se pueda convertir en uno de los grandes proveedores de litio para la industria mundial de los vehículos eléctricos?
La potencialidad es grande. Obviamente para que se cumpla se tiene que resolver por ejemplo el tema de la logística, para poder transportar el recurso del litio. La potencialidad es gigante.
La influencia china en la región está creciendo a raíz de estas inversiones y otras, junto con la búsqueda de ciertos países de tratados de libre comercio. Del lado japonés, se ven altos aranceles para productos que exporta Argentina, por ejemplo, la carne bovina. ¿Cuál es la postura de Japón frente a esa influencia creciente de China en la región? ¿Está en agenda reformular ese tipo de aranceles para potenciar el comercio?
Muy difícil. Sí hay posibilidades de que vaya cambiando ese tipo de política. En el sector empresarial en Japón hay sectores, personas, voces, que piden, por ejemplo, firmar con Mercosur un Economic Partnership Agreement, pero también hay otros que se oponen a ese tipo de iniciativas. Por parte del Gobierno, tenemos que ir conversando y viendo dónde podemos encontrar un punto de convergencia.
¿Hoy en el gobierno japonés predomina la corriente proteccionista o la del libre comercio?
Nuestra política general es abogar siempre por una economía abierta, pero protegemos algunas industrias puntuales.
Volviendo al FMI. ¿Han habido acercamientos por parte del Gobierno argentino específicamente en relación al acuerdo con el Fondo, buscando el apoyo de Japón mientras se negoció o ahora en relación al cumplimiento del programa?
Quisiera evitar hacer un comentario específico o explícito sobre el tema. Lo que puedo decir es que dentro del Directorio del FMI están el director japonés y el argentino, y ambos están en comunicación a nivel cotidiano. Siempre están hablando entre ellos. Es lo único que puedo decir.