Montevideo — El directorio del Banco Central del Uruguay (BCU) resolvió este viernes desplazar a las autoridades estatutarias de Custodia de Valores Mobiliarios (CVM) Corredor de Bolsa S.A., una firma intervenida tras pérdidas de US$92 millones que no fueron informadas de manera oportuna a sus clientes, y que llevaron a distintos ahorristas a realizar denuncias de estafa. El regulador tomó la misma determinación en United Brokers S.A. Agente de Valores, que comparte accionistas con CVM y también fue intervenida a inicios de julio.
La Bolsa de Valores de Montevideo (BVM) fue mantenida en ambos casos como interventora, por lo que es la “única autorizada a ejercer las competencias que estatutariamente corresponden a los órganos sociales”, señaló la institución en un comunicado. El escrito del BCU también afirmó que el regulador resolvió “dar cuenta” a Fiscalía de “los hechos constatados ante la eventual consumación de conductas tipificadas como delito”.
Las cuentas de los ahorristas, que reunían en junio de 2021 un total US$110 millones, quedaron en US$18 millones al cierre de mayo. Según señaló el BCU cuando resolvió la intervención, eso no fue informado de manera “oportuna” a los clientes. Un mes después, el regulador avanzó un paso más al desplazar las autoridades de las empresas.
El BCU afirmó en la resolución que las empresas “brindaron intencionalmente información errónea a sus clientes sobre sus posiciones en los estados de cuenta y les ocultaron información de gran relevancia” y, además, “realizaron un uso arbitrario del mandato de libre administración, excediendo su alcance”.
También, sostuvo el regulador, la administradora “aplicó discrecionalmente la provisión de fondos o valores para la cobertura de diferencial de precios, no aplicándola a todos sus clientes por igual y adquiriendo algunas de sus posiciones a valores que no reflejaban el valor de mercado”.
“Se verificó que Custodia de Valores Mobiliarios (CVM) Corredor de Bolsa S.A. no registró contablemente operaciones realizadas por cuenta de los clientes CLA (Clientes con mandato de Libre Administración y perfil agresivo) con posterioridad al 30 de abril de 2022, en las cuentas individuales de cada uno, por lo cual, los estados de cuenta posteriores a dicha fecha no reflejaban la verdadera situación de los clientes”, determinó la resolución del BCU en su parte expositiva.
Según el documento oficial, la dirección de la empresa “optó por asignar las pérdidas, globalmente, a una cuenta denominada Partidas Pendientes de Imputación (PPI), que a su vez contiene otras operaciones pendientes de asignación; por tanto, las pérdidas no quedaron asignadas a clientes individualizados como hubiera correspondido, reflejando en su caso posiciones negativas”.