Inflación colombiana sería histórica en julio, pero vendrían meses peores

Aunque el indicador se acercaría al 10% en el séptimo mes del año, esta no sería la peor cifra en 2022. ¿Cuándo llegaría el pico y por qué?

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Bogotá — La inflación colombiana se ha mantenido en datos históricos desde abril de este año y en julio habría seguido la tendencia de crecimiento acercándose al 10%, sin embargo, esa no sería la peor cifra de 2022.

Aunque la cifra oficial se conocerá ese viernes en la mañana, el promedio del mercado está esperando que el indicador se ubique en 9,99% anual en julio y 0,59% mensual, según una encuesta del Citi que consulta a 25 expertos del sector económico y financiero.

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Lo anterior representaría un nuevo máximo histórico, pues acercarse al 10% anual superaría el dato más alto visto recientemente que fue el de junio (9,67%), cifra que no se veía desde ese mismo mes pero hace 22 años. Pese al repunte inflacionario esperado para julio, la cifra más alta de 2022 se vería en octubre, principalmente por la base de comparación de 2021, según apuestas de varios analistas.

¿Qué explicaría el repunte inflacionario de julio?

“Aunque los alimentos al parecer han venido cediendo, el aumento en el precio del combustible y servicios públicos explicarían la inflación de julio”, explicó Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa.

Además de las razones expuestas Camilo Pérez, jefe de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, comentó que la inflación de julio también tendría un repunte significativo vía tasa de cambio. Es decir, se habría visto un repunte en los precios de productos conocidos como transables que son aquellos que se importan, pues el dólar tuvo un alza importante en el séptimo mes del año donde el $4.700 estuvo cercano.

Según David Cubides, director de investigaciones económicas en Alianza Valores, la inflación de julio se acercaría al 10% “como resultado de una variación mensual de los precios de 0,6% impulsados por los alimentos y el componente de vivienda. El proceso de indexación en los rubros de arriendos y los servicios públicos seguirían siendo fuente de presiones relevantes para inflación este mes”.

Por su parte, Juan Pablo Espinosa, director de investigaciones económicas de Bancolombia, comentó que entre las razones del repunte inflacionario de julio el comportamiento de los alimentos habría sido importante, pues “las caídas de los no procesados no se habrían dado en julio en las mismas magnitudes, mientras que los procesados seguirían avanzando. Desde los de mayor ponderación en la canasta, se destaca el avance de los precios de la carne de res, de aves, de la leche, arroz, los huevos, principalmente”.

¿Cuándo se moderaría la inflación?

Esa es una de las preguntas que muchos colombianos se están haciendo ahora pues las inflaciones altas han mermado su poder adquisitivo de manera importante este año. Según los expertos, todo pinta a que solo hacia el cierre de año podría verse un pequeño alivio, pero este sería más pronunciado en 2023.

Es posible que la inflación se mantenga elevada hasta el primer trimestre del año entrante por el aumento en el precio de los combustibles, el aumento del dólar y el precio de bienes importados, sumado al aumento de precios de bienes indexados y la subida del salario mínimo de 2023″, comentó Juan David Ballén.

Para David Cubides en 2023 habría “un retroceso significativo de la inflación anual como consecuencia de un efecto base y una moderación de la actividad económica en medio de una política monetaria mas restrictiva y un enfriamiento de la economía global”.

Por su parte, Camilo Pérez, indicó que esperan que la moderación de inflación sea más notoria empezando el próximo año, sobre todo en el segundo trimestre. “Depende de inflación de alimentos, si esta no corrige difícilmente la inflación total va a corregir porque vamos a seguir con presiones en servicios”.

De acuerdo con Juan Pablo Espinosa “la inflación solo empezará a ceder terreno de forma apreciable en 2023, ya que en lo que resta del año fluctuará entre 9% y 10%. La corrección que prevemos para el próximo año está asociada a un ajuste importante en los precios de los alimentos, y a menores presiones de demanda, ya que anticipamos una desaceleración en el crecimiento hasta un 2,3%”.