Bloomberg — Funcionarios de EE.UU. declararon este jueves a la viruela del mono una emergencia de salud pública, una decisión que tiene como objetivo facilitar el acceso a más fondos para hacer frente al virus.
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, realizó el anuncio en el marco de una conferencia de prensa telefónica.
El virus se ha propagado a más de 26.000 personas en todo el mundo en solo unos meses. Esto llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a declarar el brote como emergencia de salud pública de preocupación internacional el pasado 23 de julio.
EE.UU. encabeza la lista mundial de casos conocidos de la enfermedad, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades del país norteamericano (CDC, por sus siglas en inglés).
La declaración de emergencia en EE.UU. liberará fondos federales para las agencias de salud y también puede acelerar el desarrollo de terapias o diagnósticos.
“Anticipamos que podremos obtener más acceso a fondos federales para poder mejorar aun más esta respuesta”, había dicho al respecto la comisionada de Salud Pública de Connecticut, Manisha Juthani, el 28 de julio en una conferencia de prensa.
Emitir una declaración de emergencia de salud pública podría ser un punto de inflexión importante en la respuesta de EE.UU., dijo Lawrence Gostin, director del instituto de leyes de salud nacional y mundial de la Universidad de Georgetown, el jueves.
“La ventana para contener la viruela del mono se está cerrando rápidamente, pero creo que es posible”, dijo Gostin. “Pero necesitamos una respuesta acelerada a nivel federal y estatal. Y eso incluye declarar una emergencia nacional”.
Unas 600.000 dosis de Jynneos de Bavarian Nordic A/S, una vacuna que se puede usar contra la viruela, han sido entregadas a los estados, dijo Becerra en la sesión informativa. Las citas para vacunarse se han llenado rápidamente en lugares como la ciudad de Nueva York y San Francisco, y la demanda aún supera con creces la oferta.
Parte del problema es que Jynneos requiere dos vacunas para ser completamente efectiva, lo que algunos funcionarios de salud locales han descartado con el fin de administrar las primeras dosis en más personas mientras los suministros son limitados. Hay un período de espera de cuatro semanas entre las dosis, y los expertos en salud dicen que es probable que las limitaciones de suministro disminuyan durante ese tiempo.
Los científicos también están explorando si podrían funcionar diferentes regímenes de dosificación para la vacuna, una de las varias prioridades de investigación de la viruela del mono.