Falta de lluvias en India, una nueva amenaza para suministro global de alimentos

India representa el 40% del comercio mundial de arroz, y el gobierno ya ha frenado las exportaciones de trigo y azúcar para salvaguardar la seguridad alimentaria

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Bloomberg — En la India, el mayor exportador del mundo, la escasez de lluvias ha provocado la reducción de la superficie de siembra (que ya era la más pequeña de los últimos tres años) por lo que el arroz podría convertirse en el próximo reto para el abastecimiento mundial de alimentos.

La amenaza se produce en un momento en que el mundo se enfrentan a la subida de los costos de los alimentos y una inflación galopante. Esta temporada, la superficie total plantada de arroz en India ha disminuido un 13% debido a la falta de lluvias en algunas zonas, como Bengala Occidental y Uttar Pradesh, que representan una cuarta parte de la producción del país.

A los comerciantes les preocupa que la caída de la producción de arroz complique la lucha contra la inflación y provoque restricciones a las exportaciones. Si esto realmente llegara a suceder, tendría implicaciones de gran alcance para los miles de millones de personas que dependen de este alimento básico. India representa el 40% del comercio mundial de arroz, y el gobierno ya ha frenado las exportaciones de trigo y azúcar para salvaguardar la seguridad alimentaria y controlar los precios locales.

La subida de los precios del arroz de la India demuestra la preocupación por la producción. Según Mukesh Jain, director de Sponge Enterprises Pvt., un transportista de arroz, los precios de algunas variedades se han disparado más de un 10% en las dos últimas semanas en los principales estados productores, como Bengala Occidental, Odisha y Chhattisgarh, debido a la escasez de lluvias y al aumento de la demanda de Bangladesh.

La mayor parte del arroz del mundo se cultiva y consume en Asia, por lo que el alimento es vital para la estabilidad política y económica de la región. En contraste con la subida de los precios del trigo y el maíz tras la invasión rusa de Ucrania, el arroz se ha mantenido a raya gracias a la amplia producción y las reservas, lo que ha contribuido a evitar una crisis alimentaria mayor.

Mucho depende de la cosecha y de la evolución de los monzones. Algunos científicos agrícolas son optimistas y creen que aún hay tiempo para seguir sembrando y compensar parte del déficit. Se prevé que las lluvias sean normales entre agosto y septiembre, lo que podría mejorar la producción de los cultivos.

Los agricultores son menos optimistas. Rajesh Kumar Singh, de 54 años, un agricultor de Uttar Pradesh, dijo que sólo plantó arroz en la mitad de sus siete acres (2,8 hectáreas) de tierra debido a la falta de lluvia en junio y julio. “La situación es realmente precaria”, dijo.

Los precios del arroz están sintiendo la presión, dijo Himanshu, un profesor de la Universidad Jawaharlal Nehru, quien dijo que se lo identifica con solo un nombre. “Rara vez se siembra después de mediados de julio, por lo que la esperanza de que se recupere es poco probable”, dijo, y añadió que una caída de la producción es un riesgo para la inflación.

El arroz podría suponer un nuevo reto en la lucha contra la inflación en la India. Los precios al consumo se han mantenido este año por encima del límite de tolerancia del Banco de la Reserva de la India, del 6%, lo que ha provocado una fuerte subida de las tasas de interés.

“La menor superficie de siembra de arroz, en medio de una mayor demanda de importaciones de Bangladesh y otros países de Medio Oriente, ha hecho subir los precios del arroz de diferentes variedades hasta un 30% desde junio”, dijo el economista del Deutsche Bank (DB) Kaushik Das. “Esto plantea retos para las perspectivas de inflación de los alimentos”.

El banco central podría aumentar aún más los costos de endeudamiento esta semana, ya que el debilitamiento de la rupia compensa el impacto de la caída de los precios de las materias primas, como el combustible y los aceites vegetales.

Si persisten las disparidades geográficas en cuanto a las precipitaciones, podría tener un impacto perjudicial en la producción de cultivos, lo que repercutiría negativamente en el crecimiento económico y la inflación, según Sonal Varma, economista de Nomura Holdings Inc. (NMR)

Principales clientes

India suministra arroz a más de 100 países: Bangladesh, China, Nepal y algunas naciones de Medio Oriente se cuentan entre sus mayores clientes. Para el mundo en general, hay algunos puntos positivos en lo que respecta a la seguridad alimentaria. Estados Unidos está a punto de entregar una abundante cosecha de trigo en las próximas semanas, mientras que Ucrania realizó su primer envío de grano desde la invasión rusa.

En vista de que la producción de arroz en India está a punto de disminuir en varios estados, el gobierno debería considerar la posibilidad de revisar su política de destinar el arroz a la producción de etanol, según Siraj Hussain, antiguo secretario del ministerio de agricultura indio.

La India pretende impulsar la producción de etanol utilizando los excedentes de azúcar y arroz como parte de los esfuerzos para reducir sus costes de combustible. El aumento de los precios de los alimentos a raíz de la guerra en Ucrania ha incrementado el riesgo de hambre y ha suscitado un debate de “alimentos frente a combustibles”.

“En este momento, es difícil calcular el nivel exacto de pérdida de producción”, dijo Hussain. Pero a los precios actuales, apenas se justifica destinar el arroz a la producción de etanol, añadió.

Con la asistencia de Ruchi Bhatia y Takaaki Iwabu.

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