Caracas — Son las 9 de la mañana y falta una hora para que las taquillas de la empresa Ticketmundo, ubicadas en el Centro Comercial Ciudad Tamanaco, en Caracas, activen la venta para las entradas a un concierto de los reguetoneros Wisin y Yandel, de las que hasta el momento no se habían anunciado precios y ya sumaban centenas de posibles asistentes.
“Hasta 200 dólares estoy dispuesta a pagar”, dijo una joven en la fila, distribuida en el estacionamiento del establecimiento comercial, mientras refrescaba el portal web de la misma compañía, también habilitado para la venta, y en el que más de 2.200 personas esperaban su turno.
La mujer de 35 años, aseguró que había estado ahorrando para la adquisición de un boleto relacionado con un evento de entretenimiento, que involucrara a su artista favorito, en medio de la ola de presentaciones que se vienen dando en Venezuela en el último año, y a la que algunos le han atribuido la leve recuperación económica que ha experimentado el país, junto a la dolarización transaccional, avalada por alivios económicos implementados por la administración de Nicolás Maduro.
Otros de los presentes en la fila, que fue extendiéndose entre las 10 y 11 de la mañana, hablaban más bien de 60 ó 100 dólares como límite. Y es que, en una Venezuela con el salario mínimo rozando los 28 dólares al mes, según la tasa oficial calculada por el Banco Central de Venezuela, resulta inaccesible costear una entrada de 250 ó 400 dólares, costos que fueron informados una vez que se dio inicio a la venta.
El precio mínimo de una entrada general, para disfrutar del dúo de la historia, como se le conoce a los puertorriqueños Wisin y Yandel, se ubicaba en 60 dólares mientras que el monto máximo era de 782 dólares por persona, para ser parte de una de las mesas en la principal de las zonas box, con capacidad de 10 personas.
Eran las 12 del mediodía, y aunque el equipo de la compañía dedicada a proporcionar el acceso a eventos indicaba desconocer el porcentaje de las ventas alcanzadas, el portal web arrojaba como ocupado el primer tramo del área VIP, con cada entrada valorada en 250 dólares, y casi la totalidad de la principal área box, en 7.280 dólares la mesa, vendida.
“Venezuela se arregló. Esas mesas ya estaban negociadas con los bien conectados”, comentaban algunos usuarios en la fila, mientras al menos dos personas intentaban agrupar a otras nueve, cada uno, para completar la mesa y adquirirla entre varios.
El pago en efectivo en divisas, fue uno de los grandes ganadores en la venta por taquilla, que presentando fallas en el servicio de internet, optaron por recibir pagos móviles en bolívares, a los que pocos lograron tener acceso, también por falta de conexión.
El concierto de Wisin y Yandel, que tendrá como locación el estacionamiento del Poliedro de Caracas, forma parte de una lista de presentaciones, que han tenido como promedio de costo entre 40 y 550 dólares, reflejando la desigualdad económica entre distintos sectores del país.
Venezolanos, que cuentan con la posibilidad de costearse este tipo de eventos sorteando la creciente inflación y obteniendo ingresos en divisas, como parte de un esfuerzo en la administración privada, han optado por hacer un llamado a una mayor apertura económica, que permita a quienes se mantienen en el país, disfrutar de otras opciones de entretenimiento.
Otros, apuntan al uso de algunas de las productoras encargadas para cubrir el ingreso de dinero ilícito o de procedencia desconocida, precisamente por parte de varias de ellas, vinculadas a la venta de artículos industriales o relacionados con el sector petrolero.