Santiago — La presidenta del Banco Central de Chile, Rosanna Costa, dijo que la economía está “lejos” de lo que se puede denominar una “situación normal” o de equilibrio. Durante una presentación este miércoles en un foro organizado por la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso, la jefa del instituto emisor enumeró como las principales causas de los desequilibrios a la inflación, la más alta desde 1994; la elevada brecha de actividad y, en particular, al déficit de la cuenta corriente.
El déficit de cuenta corriente acumuló, en el primer trimestre, un saldo negativo equivalente al 7,3% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que sería su mayor valor desde finales de la década del 90.
Costa precisó que, sumado a estos factores, existe una demanda interna con una “compleja configuración”, donde el “peso del ajuste del gasto” visto hasta ahora recae principalmente sobre la inversión, porque el consumo privado sigue dando signos de resiliencia.
Inflación a niveles impensables
“La inflación ha escalado a niveles impensados”, acotó. En junio, el aumento anual del IPC alcanzó un 12,5%, lo que situó al país en los valores más altos en décadas.
Las proyecciones del Banco Central, dadas a conocer en el Informe de Política Monetaria (IPoM), y las estimaciones privadas continuamente son sorprendidas al alza, dijo Costa. “En septiembre del año pasado estimábamos que el IPC culminaría 2022 en torno a 3,5%, cifra que se ubicó en 9,9% en nuestro informe de junio de este año, y que estimamos volverá a aumentar en el próximo IPoM”.
Reconoció que el Banco Central enfrenta significativos desafíos respecto al control de la inflación. De ahí que aclaró que la decisión de intervenir el mercado cambiario, el 14 de julio, no tiene relación con un objetivo inflacionario, porque el alza de los precios al consumidor se controla a través de la tasa de interés. “Tras el anuncio y el inicio de la intervención se han logrado mitigar las distorsiones que estaban afectando el mercado cambiario”.
La decisión de la autoridad monetaria se dio después de evaluar que la depreciación del peso chileno se estaba produciendo con intensidad y volatilidad “inusualmente altas”. Según el comunicado del Banco Central, la persistencia de ese escenario aumentaba la posibilidad de generar distorsiones importantes en la operatividad del mercado financiero en general. “Las intervenciones han sido siempre un proceso complejo y en todos los casos el contexto invita a posiciones encontradas relativas a su pertinencia y oportunidad. El Consejo ha monitoreado de cerca todos estos eventos y solo ha actuado cuando confluyen los antecedentes suficientes y adquiere el pleno convencimiento de su necesidad. Esta vez no fue la excepción”, explicó.
