Bogotá — Gustavo Petro llegó a la presidencia de Colombia con posturas claras frente a la industria petrolera y minera, puntualmente no hacer fracking, revisar los contratos de exploración vigentes y no hacer nuevos, entre otros. Esto ha inyectado incertidumbre en el sector y muchos han pedido que haya claridad en los mensajes, pues si hay inestabilidad jurídica se podría ver afectada la inversión hacia el país.
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Pese a lo expuesto, al menos por ahora la inversión extranjera directa (IED) en el sector petrolero y minero no se ha visto afectada después de las elecciones presidenciales que dieron por ganador a Petro. De hecho, según datos de la balanza cambiaria del Banco de la República, la IED en petróleo y minas repuntó pese al triunfo del líder progresista.
Para entender mejor lo expuesto, los datos del Banrepública arrojan que en mayo, mes en el que se supo que Petro iría a segunda vuelta, la inversión extranjera directa atraída por el sector de petróleo, hidrocarburos y minería fue de US$691,5 millones, mientras tanto, en junio dicha inversión subió a US$814,7 millones. Es decir, entre mayo y junio hubo un repunte de esa IED sectorial de 17,8% o US$123,2 millones.
Dicha variación en la IED del sector petrolero y minero es importante si se tiene en cuenta que de acuerdo con los datos del Banrep, al menos desde prepandemia, lo usual es que este tipo de inversión sea más alto en mayo que en junio, sin embargo, esa tendencia se rompió este año.
Para poner en contexto lo anterior, entre mayo y junio de 2019 la IED del sector cayó 11,1% pues esta pasó de US$617,3 millones a US$548,9 millones en los meses en mención. En el mismo periodo de 2020 la variación fue de -22,9% pasando de US$286,4 millones a US$220,8 millones. Mientras tanto, en mayo y junio de 2021 las cifras de IED petrolera y minera pasaron de US$364,8 millones a US$362,1 millones, una contracción mensual de 0,7%.
Aunque se podría creer que el repunte de la IED en el sector entre mayo y junio de 2022 se debe a un dólar más caro, lo cierto es que al menos por esa vía no vendría la explicación, pues en mayo el dólar estuvo más caro que en junio. En mayo el precio del dólar fue en promedio de $4.010 mientras que en junio el precio promedio fue $3.944.
Según explicó Ana Vera, economista jefe de IN ON Capital, “en el mundo se están favoreciendo las inversiones hacia energía tanto en petróleo como en fuentes alternas. Hemos visto un repunte por la falta de oferta y los bloqueos en Europa por la crisis entre Ucrania y Rusia”.
Así las cosas, dice Vera, “el comportamiento en Colombia obedece a la tendencia internacional, en donde los precios se mantienen en niveles altos a pesar de las correcciones de máximos históricos y esto beneficia el país por su potencial de producción de petróleo, gas y carbón”.
En línea con lo expuesto, expertos del equipo económico del Banco de Bogotá resaltaron en un informe que el impulso favorable que genera los mayores precios de las materias primas, está causando un atractivo para la IED colombiana.
“El balance positivo no es generalizado, porque la IED destinada a otros sectores en junio mostró caídas en términos anuales; lo que reafirma que la recuperación de la inversión es evidentemente el viento de cola que generan los mayores precios del petróleo”, agregan los analistas del banco.
Por último, vale recordar que según datos de la Cámara Colombiana de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol), en la última década el sector de petróleo y gas ha representado en promedio anual el 6% del PIB a nivel nacional, el 43% del total de exportaciones, el 26% de la inversión extranjera directa y el 9,1% de los ingresos totales del Gobierno Nacional Central.
Además, vale resaltar que en el último cuatrienio se firmaron 69 nuevos contratos de exploración y producción, los cuales contemplan compromisos de inversión de alrededor de US$3.700 millones para los próximos seis años, según explicó Campetrol.
A inicios de junio la Cámara le dijo a este medio que “de mantenerse los precios actuales, se espera que se lleguen a inversiones anuales similares a las que tendremos en 2022 durante los próximos años, las cuales se estiman en promedio en US$5.200 millones anuales para toda la cadena”.
