La producción de petróleo de la OPEP tocó su máximo de dos años en julio, luego de que los miembros del Golfo Pérsico cumplieran con su promesa de incrementar su actividad y llevar alivio a los ajustados mercados globales.
La organización agregó 270.000 barriles por día el mes pasado. Arabia Saudita representó alrededor de dos tercios de la cifra, de acuerdo a una encuesta de Bloomberg.
La OPEP y sus socios han acordado acelerar la vuelta de los suministros reducidos durante la pandemia de Covid-19, al tiempo que la mayor demanda del verano boreal y las disrupciones de la producción a nivel global llevan los precios de los combustibles a niveles que amenazan la economía. El grupo se reunirá el miércoles para considerar su próximo paso.
Si bien el presidente de EE.UU., Joe Biden, dijo que espera “más pasos” de los saudíes tras visitar el reino en julio, Riad no se ha mostrado abierto sobre sus planes. Varios de los delegados de la OPEP+ han dicho que los niveles de producción podrían mantenerse estables mientras calibran los de septiembre, conservando de esta manera capacidad extra en caso de que sea necesaria después.
La encuesta indica que los miembros de Oriente Medio han hecho lo que han podido para ayudar hasta ahora.
Arabia Saudita aumentó su producción en 180.000 barriles diarios hasta alcanzar los 10,78 millones de barriles al día en julio, la cifra más alta desde abril de 2020, y un nivel raramente visto en las décadas que lleva el reino como exportador de petróleo.
Los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait también añadieron volúmenes sustanciales, según la encuesta. Abu Dhabi elevó su producción a 3,24 millones de barriles diarios, es decir, 113.000 barriles más de los permitidos por el acuerdo de la OPEP+. Libia parece estar en un camino tentativo de recuperación tras un acuerdo para reabrir sus puertos.
Lejos del objetivo
La cantidad adicional de crudo procedente del Golfo ayudó a compensar los contratiempos sufridos en otros lugares.
El aumento total de 270.000 barriles diarios representa aproximadamente dos tercios del aumento que la OPEP debería haber realizado, según su acuerdo para acelerar la reanudación de los suministros no operativos. La mayoría de los países de la OPEP+, lastrados por la falta de inversiones, la inestabilidad política y las sanciones, están muy retrasados con respecto a sus objetivos.
Angola y Nigeria, dos de los miembros que sufren los mayores déficits de suministro, volvieron a registrar un descenso de la producción en julio, al igual que Irán, que sigue estancado en las conversaciones nucleares para aliviar las sanciones de EE.UU. sobre su comercio energético.
No está claro si los pesos pesados del Golfo Pérsico están dispuestos a hacer más para compensar a los países en dificultades.
Los delegados siguen preocupados por la amenaza que supone para la demanda de petróleo una posible recesión en EE.UU. y el impacto persistente de los confinamientos de Covid-19 en China. Mantener la producción estable también evitaría una ruptura con Rusia, miembro crítico de la alianza OPEP+, que se enfrenta a sanciones petroleras por su invasión de Ucrania.
El estudio de Bloomberg se basa en datos de seguimiento de buques, información de funcionarios y estimaciones de consultores como Rystad Energy AS, Kpler Ltd. y Rapidan Energy Group.
--Con la ayuda de Verity Ratcliffe, Prejula Prem, Brian Wingfield, John Deane, Salma El Wardany, Fabiola Zerpa y Lucia Kassai.