Buenos Aires — La llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía despertó un furor por los activos argentinos, al menos en el corto plazo. Los precios siguen por el subsuelo, pero aún así los bonos globales mostraron una suba de hasta 30% en apenas cinco ruedas, mientas que el S&P Merval medido en dólares creció más de un 20% desde que comenzaron los rumores hasta el viernes 29 de julio. De esa manera, el mercado argentino se anticipaba con optimismo a los anuncios económicos que realizará el nuevo ministro este miércoles.
El riesgo país cayó en cinco ruedas hasta 18%, de 2.943 a 2.393 puntos básicos, mientras que y el dólar Contado con Liqui pasó de costar cerca de $340 a caer por debajo de los $285 este lunes, 1 de agosto.
El antecedente de 2013
No es la primera vez que Massa sacude el avispero. En 2013 había sucedido algo similar, cuando el ahora superministro decidió romper con el Gobierno, armar el Frente Renovador y, finalmente, logró vencer al candidato de Cristina Fernández de Kirchner, Martín Insaurralde, en las elecciones legislativas.
En aquel entonces, el mercado leyó que Massa había logrado frenar el intento de reforma constitucional de la entonces presidenta de la Nación.
¿El resultado? Entre el 11 de agosto de 2013 (día de las Primarias Abiertas y Simultáneas y Obligatorias) y el 31 de diciembre de aquel año, el S&P Merval en dólares saltó un 42%. En ese mismo período, el riesgo país comprimió un 22%.
Ahora bien, en el contexto actual, ¿cómo se explica el furor financiero por la llegada de Massa?
Pragmatismo versus ideología: la visión del mercado
“Si dentro del peronismo Cristina representa (al menos simbólicamente) una visión dogmática e incluso ideologizada de la economía, Massa representa todo lo contrario, es decir, el pragmatismo total”, explica un informe de la Consultora 1816 en relación a la reacción del mercado.
El informe agrega que, desde ese punto de vista, “en un contexto en el que el mercado le está exigiendo a Argentina hacer un fuerte ajuste fiscal que va en contra de las banderas que levanta el oficialismo, su nombramiento es una muy buena noticia para los activos financieros y eso explica el rally de las últimas jornadas”.
Asimismo, desde GMA Capital añadieron que la figura de Massa “representa una visión más pragmática”, en comparación al enfoque más ideologizado predominante dentro del núcleo duro del gobierno.
No obstante, GMA Capital afirma que “las dudas ahora giran en torno a la capacidad real que tiene Massa para reducir el gasto público y moderar el déficit fiscal”. En otras palabras, “el mercado se pregunta si el nuevo superministro cuenta con el aval de la vicepresidente Cristina Kirchner para implementar un ajuste y corregir los desequilibrios de precios relativos”.
Por otro parte, el presidente de Patente de Valores S.A., Santiago López Alfaro, detalló que con la llegada de Massa los inversores observan que hay alguien “con llegada a Estados Unidos, con llegada a empresarios” y que posiblemente logre “una mayor coordinación en la política económica”.
Por su parte, un informe de la consultora Econviews, que dirige Miguel Kiguel, señaló que “la entrada de Massa como superministro de economía trajo calma en los mercados y esperanza en algunos inversores”.
Dudas que persisten
Sin embargo, aclara Econviews, “todavía hay muchas dudas con respecto a si Massa tiene claro que las medidas económicas para reducir el déficit fiscal o bajar la brecha cambiaria implican costos políticos que requieren un fuerte apoyo del kirchnerismo, y no se sabe si lo tiene”.
En tanto, desde la consultora Invecq describieron a Massa de la siguiente forma: “Tiene un perfil político, de alguien que puede hablar con todos los sectores, pero que no se caracteriza por estar dispuesto a pagar costos y hacerle perder algo a alguien. Por su historia es un político característico por repartir y dejar a todos contentos. No tiene el perfil ortodoxo que estará focalizado en eliminar o bajar partidas, aunque eso genere antipatía política”.
Los otros factores que impulsaron la suba
Más allá del impacto que pudo haber tenido el pragmatismo de Massa en los mercados, algunos analistas afirman que no se puede escindir la suba de otros dos factores: que los activos argentinos estaban muy abajo por el piso y que el contexto internacional es algo más benévolo.
En primer lugar, hay que tener cuenta que el Merval aún se encuentra en una zona de US$420, cuando su promedio histórico lo suele ubicar en torno a los US$750. En la primavera macrista, el índice porteño llegó a superar los US$1.800.
Y por el lado de los bonos se puede señalar que aún con el salto formidable de los últimos días, el Global 2030 (GD30) se mueve en torno a los US$24, cuando un bono de Sri Lanka, país que está al borde de una guerra civil, cuesta más de US$30.
En lo que refiere a la ayuda del contexto internacional, López Alfaro señaló: “El mes de julio fue muy bueno para los mercados internacionales. El Nasdaq subió 12%, avanzaron todos los bonos emergentes, mejoró Brasil, crecieron las monedas emergentes. Esta situación ya le había puesto un piso a la Argentina y ya había empezado a levantar”.
Desde Econviews indicaron “los precios de algunos activos descontaban escenarios de default y reperfilamiento”, lo cual, a criterio de la consultora, “tiene muy baja probabilidad”.
Por su parte, el equipo de research de Consultatio apuntó que, si bien la reacción del mercado fue sumamente positiva, “se la debe contextualizar dentro de un marco de pesimismo estructural que será difícil de torcer: las paridades de los bonos en niveles de default agresivo y la reticencia de los inversores a estirar duration dentro de la deuda en pesos así lo marcan”.
Cuando el mercado le dio la espalda a Massa
Si bien en 2013 Massa dio inicio a un rally fenomenal y ahora, en 2022, los mercados le dieron una buena recepción, su intervención en política también trae el recuerdo de un episodio negro.
El 25 de abril de 2018 empezó a funcionar un impuesto a la Renta Financiera para No Residentes, que había sido promovido por Sergio Massa desde su banca de diputado. Ese mismo día comenzó la salida de capitales desde Argentina y su consecuente corrida contra el peso, que desató la crisis cambiaria de 2018/2019.