Buenos Aires — Con 1,3 millones de usuarios, Lemon es una de las principales billeteras digitales de Argentina, y, a diferencia de la mayoría de sus competidores –incluyendo a Ualá (cuatro millones de usuarios en Argentina) y MercadoPago (36 millones de usuarios en la región)–, ofrece en el país el servicio de compraventa de criptomonedas. La expansión de la fintech fue fuertemente impulsada por una herramienta de cashback, que reintegra a los usuarios el 2% de cada compra en criptomonedas. Pero hoy, con más de 250 colaboradores en su plantilla, y con el objetivo de consolidarse en Brasil, una de las metas centrales de la empresa es la de lograr ser rentables.
En un contexto de ajuste por parte de las empresas tecnológicas, provocado por la inflación global y la suba de tasas de la Reserva Federal, que impactó en las valuaciones de las compañías y en una menor liquidez en la inversión a startups, desde Lemon sostienen que también esa dinámica también generó cambios los objetivos de las empresas. Ahora el foco estará puesto más en la búsqueda de rentabilidad y menos en el crecimiento.
Así piensa Borja Martel Seward, cofundador y Chief Business Officer (CBO) de Lemon, que con 25 años encabeza el desembarco de la compañía en el país vecino, donde apuntan llegar al primer millón de usuarios en 2023.
En una entrevista exclusiva con Bloomberg Línea, analiza también el contexto actual y sostiene que será beneficioso para las empresas consolidadas. “Antes eramos una compañía muchísimo más orientada al crecimiento y hoy estamos más orientada al negocio, porque es lo que demanda el mercado”, sostiene Martel.
La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.
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Este semestre se ha visto el impacto del contexto global en el sector fintech en Latinoamérica. ¿Cuál es su mirada al respecto al impacto a nivel local?
La suba de tasas de la Fed provocó una contracción en las valuaciones de las empresas. El 2021 fue el año del optimismo. El revenue futuro de las compañías tenía una ponderación enorme sobre la valuación de las empresas. Este contexto se llevó puesto todo, sea tecnología o no. Ahora, lo que veo es que sigue habiendo mucha liquidez. Lo que cambia es que los inversores serán más selectivos, al contrario de lo que pasaba antes. Y esto es positivo para las mejores empresas, para las que hacen las cosas que tienen que hacer y recibirán ahora una demanda mucho más grande. Como ciudadano de la región es una pena este contexto porque me gustaría que todas las empresas levanten capital. Por otro lado, desde Lemon, nos deja en una posición súper sólida porque pudimos conseguir una posición en el mercado muy fuerte de liderazgo que nos posiciona muy bien en búsqueda de ser una compañía sólida.
¿Y cómo afectó a Lemon?
Antes éramos una compañía muchísimo más orientada al crecimiento y hoy estamos más orientada al negocio, porque es lo que demanda el mercado. Lo que importa no es crecer a todo costo sino ser un negocio, es lo que hoy pide el mundo inversor. No nos impactó en forma negativa en tener que despedir gente o achicar el equipo, lo que sí tuvo un impacto es que si todas las empresas de nuestro sector empiezan a tener problemas, genera que los inversores potencialmente puedan tener más dudas sobre este mercado.
¿Es sostenible el gasto que la compañía hace en marketing y en cashback en este nuevo contexto?
Sí. Además, así como bajó la inversión, también bajó el precio de las cosas. Invertir en marketing y en talento hoy es más accesible que antes. Este crash generó que las empresas mejor posicionadas tengan más provecho para sacarle que el resto. Esa competencia es más difícil en un bull market.
¿El foco de Lemon está puesto en la rentabilidad?
El nuevo objetivo que tenemos es ser rentables. Lo que es muy loco, porque a lo largo de la historia tenés empresas como MercadoLibre que no fueron rentables por muchísimos años. Hemos tenido el objetivo de ser la empresa cripto de más rápido crecimiento en Latinoamérica. Y lo logramos. Ahora tenemos el objetivo de tener un negocio fuerte y lo vamos a lograr. Es cuestión de cambiar los objetivos y las metas y trabajar para eso.
¿Y es alcanzable en el corto plazo?
Es alcanzable y te fuerza a tener mejores ideas. Nos fuerza a trabajar la optimización, la eficiencia y aspectos que son muy saludables. Para una empresa como Lemon, con dos años de vida, que ya intente ser rentable, es super positivo.
¿Por qué eligieron a Brasil como el mercado para expandirse?
Vimos que acá no hay nadie que haga lo que hace Lemon, este modelo híbrido entre neo banco y plataforma cripto. El debate estaba entre un mercado más chico o Brasil, ante el riesgo de que si apostamos a lo primero surja en Brasil una competencia. Que Brasil sea el primer país al que nos expandimos es un riesgo, pero la recompensa es tomar el mercado entero antes que nadie, pegar primeros, eso ponderó un montón. Además hay un gran match cultural en Lemon y Brasil y eso también nos motiva. La app ya está abierta al público y dentro de poco vamos a sacar la tarjeta. Tenemos metas muy agresivas. Me gustaría estar hablando del millón de usuarios para 2023. Si logramos eso y tenemos cien personas trabajando en Lemon en Brasil, va a ser positivo.
¿Cómo ve en Argentina lo que se ha hecho en términos de regulación o restricciones a los criptoactivos?
La regulación, a los que más va a favorecer, es a los usuarios y nuevos emprendedores. Porque va a ver reglas claras del juego. Y ayuda a que se desarrolle más el país, porque aparecerán también más inversores. Lo que más me entusiasma de la regulación es que será más fácil para los emprendedores. Cuando empezamos Lemon fue muy difícil porque complica todo que no haya reglas. Además va a permitir que la gente sepa qué tiene que hacer para saber operar. A nosotros nos costó mucha plata poder llegar a donde llegamos desde el aspecto jurídico y normativo para tener todo en orden. Pero también facilitará mejorar los servicios de los usuarios.
Cerraron en Argentina las billeteras virtuales Ank y Bimo. ¿Cree que estamos yendo hacia una concentración del mercado?
Creo que la clave para sobrevivir en este contexto es resolver la mayor cantidad de problemas a tus usuarios y comunidades. Las que más se adopten a este concepto son las que van a sobrevivir. Veo que Lemon resuelve la vida de muchas personas, entonces la veo como un ganador. Pero nunca se canta victoria. Que se concentre el mercado es natural, pasa en todas las industrias. Es un curso natural.