Bloomberg — El pasado julio fue el más seco que Inglaterra registrara desde 1935, en medio de una abrasadora ola de calor que llevó la infraestructura del país al límite e interrumpió gravemente los viajes.
El clima inusualmente seco se dio con temperaturas que superaron los 40 grados centígrados por primera vez en la historia. El intenso calor causó incendios cerca de Londres, provocó advertencias de que las líneas ferroviarias podrían torcerse, dio paso a la cancelación de vuelos y obligó a las centrales eléctricas a operar a niveles bajos para evitar sobrecalentarse.
El verano seco y caluroso que tiene lugar en toda Europa también es un claro recordatorio de la crisis climática. Las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas, y las temperaturas extremas serán cada vez más comunes.
Un sistema meteorológico de alta presión dominó el Reino Unido el mes pasado, empujando la mayor parte de la lluvia hacia el noroeste del país, según la Oficina Meteorológica. Las lluvias también fueron más irregulares de lo habitual: Inglaterra registró solo el 35% de su precipitación promedio para julio, según el comunicado.
El sur de Inglaterra reportó su julio más seco en los registros, según los datos del proveedor meteorológico que se remontan a 1836, con solo el 17% de la precipitación promedio para el período. El Reino Unido en su conjunto registró su mes más seco en 20 años, con solo el 56% de la lluvia promedio del mes.
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