Ciudad de México — El presidente Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, expropió más terrenos privados para continuar la construcción de su megaproyecto, el Tren Maya, una semana después de haber ordenado el despojo de ocho terrenos el 25 de julio de 2022.
El poder ejecutivo justificó la expropiación por “causa de utilidad pública”, según un decreto vespertino publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
La superficie expropiada total consta de 1,09 millones de metros cuadrados a favor de la Federación mexicana para la ejecución del tramo 5, subtramos norte y sur del proyecto, correspondiente a 36 inmuebles de propiedad privada.
“La expropiación incluye las construcciones e instalaciones que se encuentren en los propios terrenos y que formen parte de ellos”, precisa el decreto.
Del total, 29 terrenos se ubican en el municipio de Solidaridad, tres en Tulum, dos más Benito Juárez y dos en Puerto Morelos.
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) procederá a la ocupación inmediata de los bienes materia de esta expropiación. La interposición de cualquier medio de defensa no suspenderá la ocupación.
Sedatu cubrirá la indemnización en términos de la ley a quienes acrediten su legítimo derecho, según los avalúos que emita el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales.
Dentro de los 10 días hábiles siguientes a la notificación de este decreto, los interesados podrán acudir al procedimiento judicial a que se refiere el artículo 11 de la Ley de Expropiación en caso de controversia por el dinero de la indemnización.
Según AMLO, la obra enfrenta oposición de ambientalistas y actores políticos como Claudio X. González Guajardo —hijo del magnate Claudio X. González Laporte— al polémico proyecto en el sur del país, el cual recorre algunas de las zonas más pobres y más prósperas de la región.
El Gobierno mexicano catalogó el proyecto como de “seguridad nacional” para poder continuar los trabajos a pesar de una orden judicial que frenó la obra a mediados de julio de este año.
López Obrador admitió el 26 de julio que el Tren Maya costará entre US$15.000 millones y US$20.000 millones, el doble de lo estimado originalmente en US$7.800 millones.