Bloomberg — La mayor economía de Europa podría estar ya en recesión.
La producción se estancó oficialmente en el segundo trimestre en Alemania, según informó el viernes la oficina de estadística del país. No obstante, si se mira más allá del primer decimal, en realidad se contrajo un 0,04%.
Es probable que se produzca un nuevo descenso en el trimestre actual, a medida que las limitadas entregas de gas natural de Rusia hacen que las empresas y los hogares se preparen para una posible escasez energética durante el invierno boreal.
Los economistas de Credit Suisse (CS) y Deutsche Bank (DB) han pronosticado contracciones trimestrales desde el segundo semestre hasta al menos la primavera de 2023.
Normalmente se dice que un país está en recesión cuando el producto interior bruto (PIB) cae durante dos trimestres consecutivos.
Las advertencias de las empresas alemanas en las últimas semanas muestran un panorama sombrío: el gigante energético Uniper SE (UN01) se vio obligado la semana pasada a solicitar un paquete de rescate de 17.000 millones de euros (US$17.300 millones), y una de cada seis empresas industriales tiene previsto recortar la producción o suspender parcialmente sus operaciones debido al aumento de los costos.
La persistente escasez de chips detendrá la producción en una planta de Mercedes-Benz la próxima semana, mientras que la menguante confianza de los consumidores podría empeorar si la inflación sigue siendo elevada, tal y como prevé el Bundesbank.
La economía alemana crecerá probablemente un 1,2% este año y un 0,8% en 2023, según ha declarado esta semana el Fondo Monetario Internacional. La cifra representa una rebaja de las proyecciones anteriores.
Con la asistencia de Harumi Ichikura, Kristian Siedenburg, Josh Robinson y Carolynn Look.