Bloomberg — Con una inflación cercana al 90% anual, un peso que cae a mínimos históricos y un banco central que parece incapaz de controlar ambas variables, hoy por hoy, los inversores argentinos están festejando cualquier buena noticia que logran encontrar.
Es lógico que los mercados se muestren exuberantes ante el nombramiento este jueves de Sergio Massa, un antiguo peronista conocido por sus cambiantes convicciones políticas. Será “superministro” de Economía de la Argentina, tras la unificación de esa cartera con las de Producción y Agricultura. En ese contexto, los instrumentos de renta fija anotaron una suba de dos centavos de dólar desde mínimos cercanos a los 18 centavos de dólar.
Los analistas afirman que Argentina podría llegar a una inflación del 90% si si no recorta drásticamente el gasto, frena la impresión de dinero, sube agresivamente las tasas de interés y lleva a cabo una devaluación para unificar los tipos de cambio paralelos del país.
Si Massa logra dirigir al Gobierno a llevar a cabo estas duras reformas, y ganarse el apoyo de la facción de izquierdas de la coalición gobernante de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, la economía argentina podría estabilizarse, justo a tiempo para que el país elija nuevos dirigentes en octubre del próximo año.