Bloomberg — “La economía de Estados Unidos está sufriendo una ralentización, esencial para reducir la inflación, aunque no está en recesión”, afirmó este jueves Janet Yellen, secretaria del Tesoro del país norteamericano.
En una rueda de prensa, la funcionaria indicó: ”vemos en el crecimiento una ralentización considerable”. Pero una auténtica recesión es un “debilitamiento generalizado de la economía” y " no es eso lo que observamos en este momento”.
Según Yellen, el país está viendo en este momento creación de empleo, hogares financieramente fuertes, aumento del gasto de los consumidores y un crecimiento de las empresas.
En el trimestre que finalizó en junio, la fuerza laboral creció en 1,1 millones de empleos, lo que supone un fuerte contraste con la pérdida en los tres primeros meses de recesiones pasadas, de una media de 240.000 puestos de trabajo.
La jefa del Tesoro habló horas después de que se publicaran datos que mostraron que la economía estadounidense se contrajo por segundo trimestre consecutivo, debido a que las tasas de interés más altas desaceleraron la inversión empresarial y la demanda de viviendas.
“Necesitamos ver una desaceleración”, dijo Yellen. “El mercado laboral está extremadamente ajustado y puede ser la fuente de cierta presión inflacionaria”, afirmó, al tiempo que enfatizó la importante incidencia de los costos de los alimentos y la energía y los cuellos de botella en la cadena de suministro en el aumento del costo de vida.
Los datos publicados el jueves avivaron el debate sobre si Estados Unidos había entrado en recesión. Aunque dos trimestres consecutivos de contracción económica cumplen con una definición amplia de recesión “técnica”, la Casa Blanca ha rechazado esa afirmación, citando el crecimiento del empleo y las inversiones.
Yellen reiteró que para la administración Biden es una prioridad absoluta reducir la inflación. Y existe la probabilidad que las ganancias de los precios al consumidor “se reduzcan en los próximos días”, agregó.