Bloomberg — El presidente de EE.UU., Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, mantenían el jueves una conversación en medio de las crecientes tensiones entre ambos países.
Es la quinta llamada que ambos mandatarios sostienen durante la presidencia de Biden, y la primera desde marzo. Un foco de tensión actual entre ambas naciones gira alrededor de Taiwán, que Pekín considera como parte de su territorio.
Un potencial viaje de la titular de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a la isla en el marco de una gira por Asia ha llevado a funcionarios a advertir por consecuencias si esta finalmente tiene lugar. El embajador de Estados Unidos en China, Nicholas Burns, declaró en junio que las relaciones con Pekín se han deteriorado hasta alcanzar probablemente “el momento más bajo” desde la histórica visita del ex presidente Richard Nixon a China en 1972.
El portavoz del Consejo Nacional de Seguridad, John Kirby, dijo el miércoles que Biden reafirmaría el compromiso del país a la política “una sola China”, en la que EE.UU. reconoce que la República Popular es el “único gobierno legal de China”, sin aclarar la posición sobre la soberanía de Taiwán. Añadió que Estados Unidos prefiere que Taiwán y China resuelvan cualquier disputa por sí solos.
Sin embargo, la administración tuvo que retractarse de un comentario del presidente en mayo en el que afirmaba que Estados Unidos apoyaría a Taiwán “militarmente” en caso de un ataque chino.
“La clave es que el presidente quiere asegurarse de que las líneas de comunicación con el presidente Xi siguen abiertas porque es necesario”, dijo Kirby. “Hay temas en los que podemos cooperar con China y luego hay temas en los que obviamente hay fricción y tensión”.
Pelosi se ha negado a hablar de su agenda de viajes, alegando motivos de seguridad, y no ha habido ningún anuncio oficial de que tenga previsto un viaje al extranjero.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, dijo el lunes que Pekín se estaba “preparando seriamente” para la posibilidad de que Pelosi visite la isla de Taiwán.
Biden dijo a periodistas la semana pasada que los militares estadounidenses pensaban que cualquier visita de Pelosi “no era una buena idea en este momento”, diciendo que no conocía el estado de los planes
Wang Yang, funcionario del Partido Comunista, dijo el martes en una reunión que “ningún individuo ni ninguna fuerza debe subestimar la determinación, la voluntad y la capacidad del pueblo chino para defender su soberanía nacional y su integridad territorial”.
Al mismo tiempo, legisladores estadounidenses de ambos partidos han argumentado que es importante que la líder del Congreso no dé señales de ceder a las presiones del gobierno chino. Los legisladores republicanos han aprovechado especialmente el viaje de Pelosi y la reticencia de Biden a mostrar su apoyo público, diciendo que debería seguir con la visita y acusando al presidente de doblegarse ante Pekín.
Cuando los dos presidentes hablaron por última vez, poco después de que Rusia invadiera Ucrania, Biden presionó a Xi para que no apoyara la guerra del presidente ruso, Vladimir Putin.
Biden y sus asesores también siguen evaluando si recortan algunos de los aranceles impuestos a las importaciones chinas por su predecesor, el expresidente Donald Trump, aunque los funcionarios estadounidenses han restado importancia a la probabilidad de que el tema surja en la llamada.
Kirby añadió que Biden “reafirmará que no hay ningún cambio en el compromiso de Estados Unidos con la política de ‘Una sola China’, ninguno, cero”.
