Fed vuelve a subir tasas en 75 pbs; acumula ajuste más agresivo desde década de 1980

El Comité Federal de Mercado Abierto elevó los tipos de referencia mientras intenta controlar la inflación más alta en cuatro décadas

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Bloomberg Línea — La Reserva Federal aumentó este miércoles su tasa de interés en 75 puntos básicos (pbs.), elevándola al rango objetivo de 2,25% a 2,5% mientras continúa con su intento de aplacar la inflación más alta en cuatro décadas en Estados Unidos.

Junto con la decisión de hoy y la de la reunión de junio, el banco central acumuló un aumento consecutivo de 150 puntos básicos, el ajuste más agresivo desde la década de 1980 cuando Paul Volcker era presidente y enfrentó el periodo conocido como la Gran Inflación.

Si bien se esperaba que hubiera algún disenso en la votación, todos los miembros con derecho a voto se mostraron a favor de la magnitud de la subida.

Durante la rueda de prensa posterior al anuncio, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reiteró que están “fuertemente comprometidos” con reducir los altos niveles de inflación y dijo que se están moviendo rápidamente para hacerlo.

El funcionario también reiteró que el mercado laboral está “extremadamente ajustado” y que otro aumento “inusualmente alto” podría ser apropiado en la próxima reunión, aunque esto dependerá de los datos. Al ser preguntado sobre por qué subieron el tipo de referencia en 100 pbs., respondió que los 75 pbs. eran la magnitud adecuada.

“No dudaríamos en hacer un movimiento aún mayor que el de hoy si fuera apropiado”, aseguró. El banquero central añadió que es hora de que la Fed pase a tomar decisiones reunión por reunión y que se abstenga de dar orientaciones específicas.

No a la recesión

Sobre la posibilidad de que se presente una recesión, afirmó que en realidad creen que se necesita “un periodo de crecimiento por debajo del potencial” para dejar que la oferta se ponga al día.

No obstante, añadió que no están tratando de que se presente una recesión y dentro de la Fed no piensan que esta “deba ocurrir”.

Powell señaló que aunque el camino se ha estrechado para evitar que esto suceda, insistió en que no cree que la economía de Estados Unidos se encuentre actualmente en una recesión, mientras hay varios sectores que están mostrando un buen desempeño.

“No tiene sentido tener una economía en recesión cuando se están agregando puestos de trabajo”, apuntó.

El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) está tratando de enfriar la demanda para controlar el aumento de los precios, que consideró como un fenómeno transitorio a finales del año pasado. Ahora advirtió por los desequilibrios de oferta y demanda y el aumento de los precios de los alimentos y la energía en una inflación persistentemente alta.

A esto le sumó el impacto de la guerra en Ucrania que está “creando una presión alcista adicional sobre la inflación y está pesando sobre la actividad económica mundial”.

El Comité, que resaltó que la creación de puestos de trabajo ha sido sólida y la tasa de desempleo se ha mantenido baja, reiteró tras la publicación de la decisión que “anticipa que los aumentos continuos en el rango objetivo serán apropiados” y que ajustará la política si surgen riesgos que puedan impedir el logro de sus objetivos.

Además, dijo que continuará reduciendo sus tenencias de valores del Tesoro y de deuda de agencias y valores respaldados por hipotecas de agencias. Volvió a reiterar su compromiso con devolver la tasa de inflación a su objetivo del 2%.

La lucha contra la inflación

El Índice de Precios al Consumidor en EE.UU. avanzó un 9,1% anual en junio, por encima de las expectativas del mercado que marcaban un crecimiento de un 8,8% y muy arriba del 2% que tiene como objetivo el banco central. Powell aseguró que los números fueron “peores” de lo que esperaban.

El dato anual representó la mayor alza desde 1981, impulsado por el costo de la gasolina, a causa de los incrementos que se han visto en los precios del petróleo, la vivienda y los alimentos.

En mayo, el índice de precios de los gastos de consumo personal, el indicador preferido por la Fed y que utiliza para su objetivo de inflación, aumentó un 0,6% con respecto al mes anterior y subió un 6,3% desde mayo de 2021. El índice de precios PCE básico aumentó subió un 4,7% respecto a hace un año.

La Fed camina sobre una línea muy fina mientras intenta llevar a la economía a un aterrizaje suave controlando los altos precios sin causar una recesión.

Mañana se conocerá el dato del Producto Interno Bruto trimestral, que según economistas encuestados por Bloomberg mostraría que por muy poco Estados Unidos habría evitado una recesión técnica, lo que sucede cuando se registran dos trimestres con crecimiento negativo de manera consecutiva.

La encuesta calcula una leve expansión de un 0,4%, mientras que la estimación de seguimiento de la Fed de Atlanta sugiere una cifra negativa. El equipo económico de la Casa Blanca, liderado por la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, se ha apresurado a restar importancia al dato que se conocerá el jueves.

Las perspectivas, de todas formas, se mantienen pesimistas después de que el Fondo Monetario Internacional redujera ayer los pronósticos de crecimiento global y el de Estados Unidos para este y el próximo año.

Según sus cuentas, la economía estadounidense crecerá un 2,3% este año y un 1,0% en 2023 como consecuencia de un menor nivel de consumo privado, ante la caída del poder adquisitivo de los hogares y el impacto del endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal.

El FMI considera que se evitará “por poco” una recesión aunque insistió en que la prioridad de la política monetaria debe ser desacelerar rápidamente el crecimiento de los precios.

Durante la rueda de prensa, Powell dijo que el efecto completo del endurecimiento de las tasas de interés probablemente todavía no se esté sintiendo en la economía.