La proptech Casai, fundada en México, despidió a decenas de colaboradores en México y Brasil, mientras planea una fusión con la startup Nomah de Loft para reestructurar la compañía. Según una fuente cercana a la empresa en el acuerdo que se está negociando, Loft vendería sus acciones en Nomah a Casai e invertiría en la nueva empresa fusionada.
“Muy pronto se producirá una fusión con Nomah”, dijo una persona familiarizada con el acuerdo, que agregó que las negociaciones no han finalizado. La transacción es una forma de salvar a la proptech luego de que su negociación de una extensión de la Serie A en abril no avanzara, dijo a Bloomberg Línea una persona familiarizada con el tema.
Bloomberg Línea se ha puesto en contacto con los directivos de Casai, pero hasta el momento no ha recibido respuesta.
Nomah dijo que no tiene nada que compartir sobre el asunto en este momento. Loft también se negó a comentar.
Casai y Nomah operan en el segmento conocido como corta estancia: generalmente renuevan pisos que pertenecen a inversores para alquileres a corto plazo, por días o semanas, ofreciendo una experiencia digital -por lo general, todo se hace a través de la app- con precios más asequibles que las tarifas de hotel o sin la burocracia de los contratos de alquiler tradicionales. Para los inversores, es una forma de rentabilizar el activo inmobiliario sin tener que ocuparse del arrendamiento.
Sin embargo, testimonios de excolaboradores de Casai argumentan que los despidos y la falta de liquidez se debe a que la proptech estaba tratando de levantar una ronda de capital Serie B por alrededor de US$70 millones a finales de 2021, pero la inversión aún no llega. Las fuentes mostraron a Bloomberg Línea conversaciones entre empleados donde se hablaba de la construcción del deck para los inversionistas desde septiembre de 2021. Otra persona familiarizada con el asunto niega las negociaciones por la Serie B.
En 2020, la startup cofundada por Nico Barawid y María del Carmen Herrerías levantó una ronda de Serie A por US$48 millones, liderada por Andreessen Horowitz (a16z) y TriplePoint Capital, en la que también participó Monashees. Anteriormente, Casai había obtenido una financiación inicial de 5 millones de dólares liderada por Kaszek Ventures y Monashees.
La Serie A fue una de las mayores rondas de esa etapa y Casai la utilizó para expandirse a Brasil, un mercado que, según un exempleado, está siendo más relevante que las operaciones mexicanas en la actualidad. Y será aún más importante cuando se cierre la operación de Nomah, que opera solo en Brasil. Pero también puede provocar más despidos, ya que la nueva empresa fusionada tendrá que ajustar sus negocios y su cartera.
Después de que Sonder, una firma similar americana, informara sobre un rendimiento deficiente y despidiera personal, debido al entorno económico que perjudicaba a las empresas tecnológicas, las Family Offices propietarias de los bienes inmuebles de Casai reaccionaron retirando el cheque de recaudación de fondos. Y siguieron los VC, como le dijo a Bloomberg Línea una persona familiarizada con el asunto.
Así que Casai tuvo que reducir costos y despedir personal. Personas directamente afectadas por los despidos dijeron a Bloomberg Línea que al menos 60 empleados fueron despedidos en Brasil el lunes pasado, de los casi 200 que tenía el equipo, y al menos 20 personas fueron despedidas en México.
Las personas despedidas por la firma en Brasil aún no han recibido una indemnización, pero podrían recibirla en hasta 10 días, según una persona familiarizada con el asunto. La situación en México es más borrosa. Los representantes legales de Casai le están diciendo al personal en el país que su indemnización por despido podría pagarse hasta en seis cuotas, dijeron las personas afectadas.
Una persona que no fue nombrada porque las discusiones son privadas dijo que Casai dijo a los empleados en junio que la compañía estaba pasando por una M&A (mergers and acquisitions). Aun así, tuvieron que reestructurar porque la proptech no estaría en condiciones de hacer negocios otro mes más.
Con la fusión de Nomah, sería la segunda vez que Casai hace un M&A con una firma brasileña. La primera vez fue el pasado abril, cuando Casai adquirió la empresa brasileña Loopkey, que ofrece hardware (cerraduras) y software para el acceso a las habitaciones.
Dinero para quemar
Al no llevarse a cabo el cierre de su Serie B, Casai ha buscado otras alternativas para seguir a flote. Primero, comenzó a cortar gastos de la operación diaria hace unas semanas. Además, dicen los exempleados que se había planteado ser adquirida por una empresa o fusionarse con Nomah by Loft, una startup que adquirió el unicornio proptech brasileño Loft. Diversos testimonios recogidos por Bloomberg Línea dan esta opción como un hecho.
En uno de los testimonios se indica que, hasta hace seis meses, todo era crecimiento en Casai, aunque aún no alcanzaba la rentabilidad. “Había mucho crecimiento y mucho dinero para invertir, la estrategia era crecer lo más rápido posible, y eran aceptadas todas las ideas que podrían ayudar a seguir avanzando, era una época muy emocionante”, dijo la persona, quien se vio afectada por la política de recortes de la empresa.
Pero ese crecimiento acelerado sin disciplina financiera, coincidieron personas consultadas, llevó a que el 24 de junio Barawid hablara con toda la empresa para comunicarles que se estaba quedando sin capital y les recomendó buscar un nuevo empleo.
“Desde ese día hubo un ambiente de incertidumbre total, no hubo ningún contacto por parte de los líderes de equipo para explicar lo que estaba pasando”, refirió una de las fuentes afectadas en el despido.
También desde ese momento la carga de trabajo comenzó a disminuir en la mayoría de las áreas de Casai. Sólo unos meses antes, dicen exempleados, los equipos estaban creciendo constantemente en diferentes áreas, pero a partir de junio algunos líderes empezaron a negociar sus salidas de la empresa y también notaron que los departamentos de recursos humanos de México y Brasil casi desaparecieron.
Según antiguos empleados, había 349 miembros en los canales de comunicación de la empresa. Tras el recorte, solo había 299, según una persona que revisó los datos antes de que se desactivara su cuenta de empleado.
En la opinión de varios de los entrevistados, la administración de Casai no se estaba llevando bien. La startup no escatimaba en gastos. Eso orilló a que en las últimas semanas se comenzaran a disminuir las prestaciones de los empleados y a pagar a los proveedores no con depósitos como se acostumbraba, sino con las tarjetas de crédito de Clara, el unicornio fundado por Gerry Giacoman que también tuvo que recortar a 10% de su personal para tener más liquidez.
También en junio, los líderes de Casai pidieron a su equipo que no anunciaran los nuevos lanzamientos que tenían en ciudades de México y Brasil. “Esto, porque los inversores querían discreción pues cada lanzamiento implica contratar gente y no querían que siguiéramos anunciando que estábamos gastando plata porque afectaría el levantamiento de capital”, dijo un entrevistado. Sin embargo, otra persona familiarizada con las negociaciones dijo que no hubo anuncios porque Casai todavía está probando si la operación de Brasilia va a funcionar.
Problemas con las compensaciones
Los paquetes de indemnización ofrecidos a los empleados revelan algunas discrepancias. Mientras que una persona con conocimiento del asunto dijo que los pagos por despido (liquidaciones) en México cumplen con las leyes laborales locales, Bloomberg Línea vio documentos que muestran lo contrario.
Uno de los empleados dijo conocer que a16z dio 6 meses de runway financiero a Casai, en parte para pagar las liquidaciones.
Una persona consultada dice que el CEO de Casai, Nico Barawid, no aceptó un ticket más grande porque diluiría su control sobre la empresa y no sería el principal propietario de su negocio. Pero otra persona dice que esto no ocurrió y que Casai no tenía capital.
Bloomberg Línea buscó a Angela Strange, de a16z, y a Marcelo Lima, de Monashees, para obtener un comentario, pero no hubo respuesta.
Discrepancias
Trabajar en Casai era agradable porque “eran como una familia”, coinciden algunos excolaboradores. Todos los viernes había reuniones donde se reconocía a los empleados que habían tenido un desempeño sobresaliente en la semana y eso era motivante, según los excolaboradores.
Por eso fue tan contrastante la mañana del 18 de julio. Muchos recibieron llamadas en las que les dijeron que la empresa iba a prescindir de sus puestos y que debían ir a las oficinas a terminar su relación laboral con la empresa. Ahí, los exempleados refieren que se les intentó obligar a firmar su renuncia con una liquidación que no se ajustaba a sus cálculos bajo la ley.
Los exempleados de Casai coinciden en que la startup sólo les ofrece la mitad de lo que les corresponde de liquidación diferido a seis pagos, un primer pago de entre 40 y 50% (difieren los casos) y el resto en mensualidades.
Los afectados buscaron asesoría legal y sus abogados coinciden en que esta práctica no es usual. Pero sí reconocieron que los pagos suelen diferirse cuando la empresa está en problemas económicos o en riesgo de bancarrota, aunque se hace regularmente a tres meses y no a seis.
Algunos de los exempleados amenazaron con demandar a Casai, pero el despacho de abogados que los representa les dijo que no tenía caso porque la empresa en unos meses podría desaparecer.
De hecho, cada empleado mexicano que no aceptó el acuerdo de despido de Casai está considerando su propia demanda. La mayoría de los despedidos aceptaron las condiciones de despido de Casai porque necesitaban el dinero. Otros quieren llegar a un acuerdo para ver si Casai paga la totalidad. “Los abogados de Casai nos trataron mal. Dijeron que la empresa se iba a pique y que no había forma de pagarnos”, dijo uno de los afectados.
Algunos abogados recomendaron que los empleados afectados firmaran las indemnizaciones porque la empresa podría cambiar de razón social y no estar obligada a pagarles nada. Sin embargo, otra persona familiarizada con las discusiones dijo que la fusión con Nomah no sería un camino para huir de las demandas, sino una forma de cumplir y tener adecuadamente el dinero para pagar las indemnizaciones en México.
Eso en el caso de México, pero en el de Brasil, una persona que conoce la situación de sus colegas de Casai allá, dijo que los despidos se dieron también el 18 de julio y que les pidieron 10 días para ponerse en contacto con ellos y revisar su liquidación, aunque de inicio les ofrecieron acciones de la startup como parte de la compensación.
En Brasil es necesario hacer un examen de salud al empleado para saber si es legal despedirlo y aún no lo han hecho. Una persona declaró que su examen será esta semana.
Los brasileños afectados por los despidos todavía están manejando conversaciones de papeleo con el examen de despido de recursos humanos y salud. Otra persona dijo que en Brasil no habrá ningún acuerdo sobre indemnizaciones por despido porque la legislación laboral brasileña es muy dura al respecto.
Bloomberg Línea se comunicó con los directivos de Casai, quienes aseguran que los despidos fueron conforme a la ley. Sin embargo, los testimonios mostraron documentos que avalan los pagos diferidos en seis meses y una cantidad menor a lo que establece la ley en México.